07 Marzo 2017
TRANQUILO. Evangelista, que está listo para rematar durante una partida de fútbol-tenis, espera confiado el duelo de mañana. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Las cargas se reducen, pero la intensidad mental es la misma de siempre. Los jugadores de Atlético, integrante del grupo 5 de la Copa Libertadores, están listos para enfrentar a ese gigante de Brasil llamado Palmeiras, el primero de, mínimamente, tres invitados que tendrá el “Decano” por duelos coperos en 25 de Mayo y Chile en este 2017.
La cabeza nunca está en modo avión. Se recibe información, se procesa y luego se actúa. Es el grupo completo, no sólo los 11 que juegan, los que van por los puntos. Por eso, y aunque suene increíble, no existen titulares ni suplentes. “Cada partido de la Copa se juega con mucha intensidad. Te exige al máximo. Y nosotros vamos a estar preparados”, advierte Mauricio Rosales, el lateral que espera su chance para estar dentro del campo.
“Ya estamos concentrados. Esperamos a Palmeiras”, se involucra en el convite Fernando Evangelista, quien sí verá acción de movida mañana, a las 21.45, cuando el “Verdao” pise el Monumental. Evangelista vive el sueño; lo vive despiert porque rebobinando su vida hasta la llegada al “Decano”, esto de estar en el torneo internacional más importante del continente era más bien una utopía que un anhelo.
“La verdad, no lo imaginé. Llegué en un momento difícil del equipo en la B Nacional”, cuenta. Los tiempos cambiaron, pero la preparación mental de cada uno de los integrantes de la plantilla albiceleste no. Siempre encaran los desafíos a todo o nada, insisten los protagonistas.
“Tratamos de vivir y preparar todos los partidos de la misma manera. Siempre hay que estar muy concentrados y enfocados”, asegura Evangelista, hoy dueño de la banda zurda, y quien junto al aquejado David Barbona (ver aparte) intentará lastimar a, quizás, el equipo más picante de Brasil en la actualidad.
La Copa a los “decanos” jamás los emborrachó. Ni antes, ni ahora. “La idea era entrar. Ya estamos adentro. A medida de que pasen los partidos veremos hasta dónde podemos llegar. La idea es continuar, avanzar en el campeonato hasta donde se pueda”, explica Rosales, que cuando habla de “llegar” estira el sentimiento, mínimamente, hasta los octavos de final.
Por eso la opción del “premio consuelo” de clasificarse a la Copa Sudamericana, en caso de que no le den los puntos para seguir vivos en la Libertadores, no es tema de discusión entre los futbolistas de Atlético. Pero sí se discute la actualidad y el futuro. Entonces es clave mantener los pies sobre la tierra. “Somos profesionales y tenemos que estar siempre con la mente fría y pensar que el equipo dure unos cuantos años más en Primera. Eso es importante. Hay que disfrutar la Copa Libertadores, sí, pero sin descuidar lo que hacemos en casa”, cierra Evangelista. Tiene razón.
Ayer fue el día exclusivo de compra de entradas para los socios de Atlético, que pudieron quedarse con un ticket para el partido de mañana, a las 21.45, por un valor de $ 200 (la general) hasta $ 800 (las plateas).
Hoy y mañana, en tanto, comenzará el expendio de localidades para los “no socios”. Los puntos de venta: el local de Pálpitos 24, de Maipú 591, y la sede de la Liga Tucumana, cita en Avenida Sarmiento 365. En comparación con lo que fue la venta para los socios, los valores son diferentes un tanto más costosos.
Por ejemplo, quien desee comprar entradas para las tribunas de calle Chile y Bolivia (Reartez), deberá abonar $ 300; Laprida, $ 350. Las plateas van desde los $ 1.000 (sector 3), a $ 1.200 (5 y 6) y $ 1.400 (1 y 2).
La cabeza nunca está en modo avión. Se recibe información, se procesa y luego se actúa. Es el grupo completo, no sólo los 11 que juegan, los que van por los puntos. Por eso, y aunque suene increíble, no existen titulares ni suplentes. “Cada partido de la Copa se juega con mucha intensidad. Te exige al máximo. Y nosotros vamos a estar preparados”, advierte Mauricio Rosales, el lateral que espera su chance para estar dentro del campo.
“Ya estamos concentrados. Esperamos a Palmeiras”, se involucra en el convite Fernando Evangelista, quien sí verá acción de movida mañana, a las 21.45, cuando el “Verdao” pise el Monumental. Evangelista vive el sueño; lo vive despiert porque rebobinando su vida hasta la llegada al “Decano”, esto de estar en el torneo internacional más importante del continente era más bien una utopía que un anhelo.
“La verdad, no lo imaginé. Llegué en un momento difícil del equipo en la B Nacional”, cuenta. Los tiempos cambiaron, pero la preparación mental de cada uno de los integrantes de la plantilla albiceleste no. Siempre encaran los desafíos a todo o nada, insisten los protagonistas.
“Tratamos de vivir y preparar todos los partidos de la misma manera. Siempre hay que estar muy concentrados y enfocados”, asegura Evangelista, hoy dueño de la banda zurda, y quien junto al aquejado David Barbona (ver aparte) intentará lastimar a, quizás, el equipo más picante de Brasil en la actualidad.
La Copa a los “decanos” jamás los emborrachó. Ni antes, ni ahora. “La idea era entrar. Ya estamos adentro. A medida de que pasen los partidos veremos hasta dónde podemos llegar. La idea es continuar, avanzar en el campeonato hasta donde se pueda”, explica Rosales, que cuando habla de “llegar” estira el sentimiento, mínimamente, hasta los octavos de final.
Por eso la opción del “premio consuelo” de clasificarse a la Copa Sudamericana, en caso de que no le den los puntos para seguir vivos en la Libertadores, no es tema de discusión entre los futbolistas de Atlético. Pero sí se discute la actualidad y el futuro. Entonces es clave mantener los pies sobre la tierra. “Somos profesionales y tenemos que estar siempre con la mente fría y pensar que el equipo dure unos cuantos años más en Primera. Eso es importante. Hay que disfrutar la Copa Libertadores, sí, pero sin descuidar lo que hacemos en casa”, cierra Evangelista. Tiene razón.
Ayer fue el día exclusivo de compra de entradas para los socios de Atlético, que pudieron quedarse con un ticket para el partido de mañana, a las 21.45, por un valor de $ 200 (la general) hasta $ 800 (las plateas).
Hoy y mañana, en tanto, comenzará el expendio de localidades para los “no socios”. Los puntos de venta: el local de Pálpitos 24, de Maipú 591, y la sede de la Liga Tucumana, cita en Avenida Sarmiento 365. En comparación con lo que fue la venta para los socios, los valores son diferentes un tanto más costosos.
Por ejemplo, quien desee comprar entradas para las tribunas de calle Chile y Bolivia (Reartez), deberá abonar $ 300; Laprida, $ 350. Las plateas van desde los $ 1.000 (sector 3), a $ 1.200 (5 y 6) y $ 1.400 (1 y 2).
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