06 Marzo 2017
RENOVADO. Barbona acelera durante el entrenamiento ante la marca Di Plácido. El volante levantó mucho su nivel. la gaceta / foto de Antonio Ferroni
Dos días después de perder con Newell’s 3 a 1 en septiembre pasado, quizás, el peor partido en la era Juan Manuel Azconzábal, David Barbona reconocía el bajísimo nivel del equipo e incluso advertía un problema de actitud en el que se incluía. Sin embargo, cuando se le consultaba por su responsabilidad como el único enganche del equipo ponía un freno: “en primer lugar, el técnico no me pone de enganche pero respeto su opinión”.
Muchísimas cosas cambiaron desde entonces y aunque su posición no haya sido, exactamente una de ellas, su influencia para este equipo es completamente otra.
“Uno va agarrando confianza a medida que va sumando minutos. Eso es muy importante para el jugador así como la que te dan tus compañeros dentro de la cancha”, son las actuales palabras de Barbona, una de las revelaciones del Atlético modelo 2017.
Es cierto, sus minutos son muchos más que cuando llegó a Atlético a mediados del año pasado. No los nombró pero la confianza de los hinchas también creció: en sus primeros partidos, Barbona era de los más criticados desde la tribuna. Ahora, tras su participación en la Copa, la mirada es diametralmente opuesta.
También parece ser vital para el “nuevo Barbona” la llegada de Pablo Lavallén. Desde que está el ex jugador de River sentado en el banco, Barbona convirtió dos goles oficiales (ante Quilmes y en la ida ante El Nacional), otro en amistosos (frente a Racing en el verano) y jugó uno de sus mejores partidos en la vuelta de la fase 2 en Quito.
¿Acaso Lavallén lo puso como enganche como implícitamente pedía en ese entonces? No, es más, inicia los partidos parado en el mismo lugar que lo ponía Azconzábal pero durante el juego parece tener más libertades y eso se nota en su juego.
La motivación de jugar semejante torneo, según sus palabras, tiene que ver en el pico de su estadía en Atlético. “Todo ahora tiene un sabor especial. No cualquiera tiene la posibilidad de jugar una copa, mucho menos de anotar un gol. Eso es algo muy lindo”, le reconoció a LG Deportiva.
“Ojalá podamos llegar muy lejos. Tenemos mucha fe y esperamos llegar hasta lo más alto”, deseó Barbona.
Muchísimas cosas cambiaron desde entonces y aunque su posición no haya sido, exactamente una de ellas, su influencia para este equipo es completamente otra.
“Uno va agarrando confianza a medida que va sumando minutos. Eso es muy importante para el jugador así como la que te dan tus compañeros dentro de la cancha”, son las actuales palabras de Barbona, una de las revelaciones del Atlético modelo 2017.
Es cierto, sus minutos son muchos más que cuando llegó a Atlético a mediados del año pasado. No los nombró pero la confianza de los hinchas también creció: en sus primeros partidos, Barbona era de los más criticados desde la tribuna. Ahora, tras su participación en la Copa, la mirada es diametralmente opuesta.
También parece ser vital para el “nuevo Barbona” la llegada de Pablo Lavallén. Desde que está el ex jugador de River sentado en el banco, Barbona convirtió dos goles oficiales (ante Quilmes y en la ida ante El Nacional), otro en amistosos (frente a Racing en el verano) y jugó uno de sus mejores partidos en la vuelta de la fase 2 en Quito.
¿Acaso Lavallén lo puso como enganche como implícitamente pedía en ese entonces? No, es más, inicia los partidos parado en el mismo lugar que lo ponía Azconzábal pero durante el juego parece tener más libertades y eso se nota en su juego.
La motivación de jugar semejante torneo, según sus palabras, tiene que ver en el pico de su estadía en Atlético. “Todo ahora tiene un sabor especial. No cualquiera tiene la posibilidad de jugar una copa, mucho menos de anotar un gol. Eso es algo muy lindo”, le reconoció a LG Deportiva.
“Ojalá podamos llegar muy lejos. Tenemos mucha fe y esperamos llegar hasta lo más alto”, deseó Barbona.
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