La CGT prepara la marcha, mientras el Gobierno la tilda de política

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, fue el encargado del Ejecutivo de criticar el carácter político de la manifestación de la CGT y acusó a la dirigencia sindical de “romper la mesa de diálogo” para apelar al “reclamo y a la movilización”, consignó la agencia DyN. Aseguró que al gobierno no le asusta un posible foco de conflictividad gremial porque consideró que “es parte de los procesos de negociaciones” salariales. En declaraciones a radio Continental, Triaca aclaró que “no dejamos de reconocer que fue un año muy difícil el año pasado”, pero estimó que “lo peor ya pasó”.

A su turno, la vicepresidenta Gabriela Michetti analizó que más allá de que “la herramienta del paro, de la huelga, de las marchas, son herramientas absolutamente constitucionales y que tienen su sentido en la democracia”, se puede “empezar a pensar si no hay una actitud demasiado politizada y demasiado metida en el clima electoral antes de tiempo”. Michetti dijo que “el paro a (el ex presidente Carlos) Menem se lo hicieron 40 meses después, el paro a (Néstor) Kirchner nunca se lo hicieron, el paro a la ex presidenta Cristina Fernández, en la segunda gestión”. “Entonces, definitivamente lo que decimos, es que no parece que tengamos una situación mucho más dramática que la que hemos vivido en otros años, por ejemplo la recesión de 2009”, y “sin embargo no había este nivel de reclamo”.

En tanto, el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, criticó el llamado de la ex presidenta Cristina Fernández para sumarse a la marcha al advertir que “todo lo que se hace desde el kirchnerismo es desestabilizador”. El funcionario nacional consideró que el “corte de diálogo” de los representantes sindicales con el Gobierno “suena como que tiene que ver con que se inicia un año electoral”.

Respuestas sindicales

Desde la central obrera, el dirigente Omar Plaini, le contestó al gobierno. “El paro lo vamos a realizar indefectiblemente; es probable que el martes se diga la fecha”. Recordó que la medida ya estaba planificada para la segunda quincena de marzo, según el plan de lucha anunciado en febrero.

“Le dimos tiempo al gobierno por la responsabilidad institucional de la CGT, pero no es un problema nuestro la gobernabilidad es el gobierno que con sus medidas, sus herramientas, define cuál es el rumbo económico”, indicó Plaini. El jefe del gremio de vendedores de diarios aclaró que en la CGT “no cerramos el diálogo jamás”, pero se quejó porque “se firmaron dos acuerdos; los despidos siguieron y el gobierno miró para un costado”.

Por su parte, el integrante del triunvirato que conduce la CGT Juan Carlos Schmid advirtió que no impedirán la participación de las agrupaciones identificadas con el kirchnerismo en la marcha del martes al señalar que “no vamos a poner molinetes para ejercer derecho de admisión”. Y, se mostró cauteloso respecto de lo sostenido por el senador nacional Miguel Angel Pichetto (PJ), quien manifestó que la CGT cumple el rol de dirección peronista. “La deriva de los acontecimientos nos ha llevado hacia ese lugar. No me animaría a tener una calificación tan contundente como la del senador”, aclaró.

Por su parte, el secretario general de la Unión Obrera Ladrillera y referente del Movimiento Evita, Luis Cáceres, aseguró que en la movilización del martes habrá todo “un país en las calles ante la demostración de insensibilidad y sordera de las políticas económicas oficiales”. “El encarecimiento del costo de vida, la pérdida del poder adquisitivo del salario, la destrucción de las fuentes de trabajo, los despidos y las incumplidas promesas de mejora contrasta con la transferencia de recursos a sectores poderosos y concentrados”, afirmó.