01 Marzo 2017
“Vamos a insistir con la iniciativa. Me hago cargo del proyecto que se enviará a la Legislatura. No es simpático, pero son herramientas necesarias para combatir este tipo de delitos”, explicó Paul Hofer, secretario de Seguridad.
- ¿Por qué ahora?
- Porque la moto, como medio de movilidad, se ha transformado en un facilitador del delito. Antes, la mayoría de los ilícitos se cometían en zonas rojas, pero eso cambió. Ahora los que delinquen se suben a una moto y recorren la ciudad en busca de oportunidades. Van estudiando los pasos que darán.
- ¿A qué se refiere?
- Siempre el que delinque hace una relación costo-beneficio. Es decir, analizan la situación antes de cometer un ilícito. En estos momentos, el robo de moto y de celulares es una buena alternativa.
- ¿Por qué?
- Porque desgraciadamente hay un mercado negro con mucha demanda. Es decir, hay gente que está comprando las motos y celulares que se roban. Entonces, el ladrón sale a la calle a buscar esos elementos porque sabe que los venderá rápidamente. Hay que terminar con la cultura de la ilegalidad.
- ¿Cómo se hace eso?
- Se debe atacar a toda la cadena de la ilegalidad, es decir, no sólo a la que la sustrae, sino al que la roba, al que la esconde, al que la venda, y al que la compra. Hay muchos que creen inocentemente que por comprar una moto robada se está beneficiando, pero en realidad está perjudicando a toda la sociedad. Ni siquiera se da cuenta que está encubriendo este tipo de hechos, por lo que también está quebrando la ley. No hay sistema de seguridad ni plan de prevención que funcione si es que la sociedad no entiende que debe vivir en la cultura de la legalidad, del respeto y de la convivencia.
- ¿Qué pasa con aquellos que se los descubre que adquirieron cosas robadas?
- Ese es todo un tema. Las personas que se las detiene con una moto o celular robado, no siempre es aprehendida. Además de no haber un mismo criterio en la Justicia, los que transitan con esos elementos, en la mayoría de los casos, no tienen consecuencia, no reciben un mensaje claro. Hasta LA GACETA publicó el caso de un jardinero que reconoció que en seis meses compró tres motos robadas.
- Hay gente que dice que la estafaron…
- Nadie puede comprar una moto robada de buena fe. Es un bien registrable y por ende, si el vendedor no cuenta con la documentación que respalde su origen, no tendría que adquirirla. Y circular en rodado de estas características sin papeles es un delito.
- El proyecto generó mucha polémica entre los legisladores.
- Los legisladores deben entender que necesitamos de más herramientas para tratar de frenar esta situación. No somos los dueños de la verdad, simplemente consideramos que son normas que ahora nos pueden dar buenos resultados. Quizás, en un futuro, si se consiguen buenos resultados, se la vuelva a modificar.
- ¿Tendrá algún cambio?
- Vamos a insistir con la prohibición de dos hombres mayores en una misma moto, en el uso de los chalecos reflectivos y en pedir la colaboración de las estaciones de servicio para que no carguen combustibles a las motos que transiten y que los vendedores no les entreguen rodados a los que tengan antecedentes de robos. Todos esos elementos nos servirán para hacer más controles, que se intensificarán durante todo el día y en toda la provincia.
- Pero esas medidas ya fueron muy cuestionadas…
- Esta es nuestra iniciativa, lo que no quiere decir que pueda ser mejorada. Lo importante es que se analice, se debata y se decida. La sociedad está pidiendo respuestas. Estamos en un momento clave para avanzar como sociedad y en la instancia para definir qué tipo de provincia queremos. Para ello debemos enfocarnos en el problema, no en cuestiones de superficiales porque es tema que afecta al bien común.
- ¿Está dispuesto a soportar el costo político de pedir estas normas?
- En situaciones de emergencia, se debe tomar medidas extremas. Entiendo que los controles molestan, que hay muchas situaciones que pueden generar problemas, pero el bien común de todos los tucumanos está primero.
- ¿Por qué ahora?
- Porque la moto, como medio de movilidad, se ha transformado en un facilitador del delito. Antes, la mayoría de los ilícitos se cometían en zonas rojas, pero eso cambió. Ahora los que delinquen se suben a una moto y recorren la ciudad en busca de oportunidades. Van estudiando los pasos que darán.
- ¿A qué se refiere?
- Siempre el que delinque hace una relación costo-beneficio. Es decir, analizan la situación antes de cometer un ilícito. En estos momentos, el robo de moto y de celulares es una buena alternativa.
- ¿Por qué?
- Porque desgraciadamente hay un mercado negro con mucha demanda. Es decir, hay gente que está comprando las motos y celulares que se roban. Entonces, el ladrón sale a la calle a buscar esos elementos porque sabe que los venderá rápidamente. Hay que terminar con la cultura de la ilegalidad.
- ¿Cómo se hace eso?
- Se debe atacar a toda la cadena de la ilegalidad, es decir, no sólo a la que la sustrae, sino al que la roba, al que la esconde, al que la venda, y al que la compra. Hay muchos que creen inocentemente que por comprar una moto robada se está beneficiando, pero en realidad está perjudicando a toda la sociedad. Ni siquiera se da cuenta que está encubriendo este tipo de hechos, por lo que también está quebrando la ley. No hay sistema de seguridad ni plan de prevención que funcione si es que la sociedad no entiende que debe vivir en la cultura de la legalidad, del respeto y de la convivencia.
- ¿Qué pasa con aquellos que se los descubre que adquirieron cosas robadas?
- Ese es todo un tema. Las personas que se las detiene con una moto o celular robado, no siempre es aprehendida. Además de no haber un mismo criterio en la Justicia, los que transitan con esos elementos, en la mayoría de los casos, no tienen consecuencia, no reciben un mensaje claro. Hasta LA GACETA publicó el caso de un jardinero que reconoció que en seis meses compró tres motos robadas.
- Hay gente que dice que la estafaron…
- Nadie puede comprar una moto robada de buena fe. Es un bien registrable y por ende, si el vendedor no cuenta con la documentación que respalde su origen, no tendría que adquirirla. Y circular en rodado de estas características sin papeles es un delito.
- El proyecto generó mucha polémica entre los legisladores.
- Los legisladores deben entender que necesitamos de más herramientas para tratar de frenar esta situación. No somos los dueños de la verdad, simplemente consideramos que son normas que ahora nos pueden dar buenos resultados. Quizás, en un futuro, si se consiguen buenos resultados, se la vuelva a modificar.
- ¿Tendrá algún cambio?
- Vamos a insistir con la prohibición de dos hombres mayores en una misma moto, en el uso de los chalecos reflectivos y en pedir la colaboración de las estaciones de servicio para que no carguen combustibles a las motos que transiten y que los vendedores no les entreguen rodados a los que tengan antecedentes de robos. Todos esos elementos nos servirán para hacer más controles, que se intensificarán durante todo el día y en toda la provincia.
- Pero esas medidas ya fueron muy cuestionadas…
- Esta es nuestra iniciativa, lo que no quiere decir que pueda ser mejorada. Lo importante es que se analice, se debata y se decida. La sociedad está pidiendo respuestas. Estamos en un momento clave para avanzar como sociedad y en la instancia para definir qué tipo de provincia queremos. Para ello debemos enfocarnos en el problema, no en cuestiones de superficiales porque es tema que afecta al bien común.
- ¿Está dispuesto a soportar el costo político de pedir estas normas?
- En situaciones de emergencia, se debe tomar medidas extremas. Entiendo que los controles molestan, que hay muchas situaciones que pueden generar problemas, pero el bien común de todos los tucumanos está primero.
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