26 Febrero 2017
PURA FIESTA. La guerra de bombuchas es lo que más atrae a los chicos y adultos. la gaceta / fotos de Inés Quinteros Orio
Chicos de diferentes edades se ayudan para sacar de sus casas los pesados tachos llenos de bombuchas. Estuvieron toda la mañana preparándolas para el momento más esperado del día: las 3 de la tarde, hora de salir a la vereda a jugar al carnaval.
De una calle a la otra, vuelan los proyectiles de colores en el barrio Intervención Federal (avenida Ejército del Norte 1.450), hasta que los padres sorprenden a los chicos con nieve en aerosol. Y, obviamente, también terminan bañados de espuma.
Las imágenes son de un carnaval tradicional. No deberían sorprender a nadie. Y, sin embargo, emocionan a los vecinos, a los que transitan la zona. Porque desde desde hace tiempo se había dejado de jugar en con bombuchas en este barrio, al igual que en otros. Y ahora volvió para recrear vínculos entre las familias y para que los más chicos no pasen todas sus vacaciones detrás de las múltiples pantallas que tienen a mano.
Son 30 los chicos de la cuadra que participan de este entretenimiento. Los padres y abuelos no se lo quieren perder. De hecho, son ellos los que comenzaron con la iniciativa de comprar los elementos en cantidad para compartir con los que no pueden comprarlos.
“Me hace acordar a mi niñez, esta es una tradición que queremos dejarles a nuestros hijos. Además buscamos sacarlos de internet, esto permite que conozcan más la naturaleza, que tengan contacto visual y corporal. Son cosas sanas que hacen bien”, señala Andrea Bejareno, mamá de Valentina (15), Benjamín (11) y Máximo (6). Apenas se le puede ver la cara al más chico: está lleno de barro y nieve. Así y todo saca a relucir su enorme sonrisa y le pide a su madre más espuma.
María Helena García tiene tres nietos que siempre salen a jugar en la cuadra. “Esto se había perdido; es lindo que los chicos puedan compartir y divertirse sanamente. Yo juego porque todos tenemos un niño interior, o ¿por que no un adulto alegre?”, cuestiona entre risas, dejando en claro que divertirse es para todas las edades.
Leone Alurralde tiene 17 años y entre los chicos es uno de los más grandes. Es el receptor principal de las picardías de los más pequeños. “Uno de los vecinos organizó esto y nos mostró lo que es el verdadero carnaval. Es más divertido salir a jugar que estar en la casa sin saber qué hacer”, explica el adolescente. Valentina Saleme de 15 y Melissa Rojas de 17 confiesan que disfrutan mucho de esta actividad.
“Hacemos lo imposible para alejar a los chicos de las pantallas”, destaca Sandra Bortulozzy, madre de tres niños. El pensamiento de distraer y alejar a los chicos es generalizado en los adultos de la cuadra. Por otra parte, todos concuerdan que es son momentos para conocer a los vecinos. “Es como una amistad generalizada”, explica Andrea. También buscan unirse para poder salir a la calle. “Al miedo hay que pelearlo, no podemos estar guardados por la inseguridad”, manifiesta María Helena.
Comenzaron a jugar en noviembre. Ni la noche ni la lluvia pueden parar la fiesta que se extenderá hasta el fin del verano. Los vecinos anhelan que esta tradición se pueda mantener por muchos años más.
Juego saludable
Nadie se salva.- Si vas al barrio Intervención Federal estás obligado a jugar al carnaval. “Si venís acá te mojás” sentenció Melissa Rojas. NI siquiera los adultos pueden escapar al agua y a la nieve.
Diversión sana.- Los vecinos aseguran que hacer que los chicos jueguen al carnaval es mantenerlos alejados del sedentarismo y de los aparatos electrónicos. Además, los adolescentes escapan a otros vicios.
Solidaridad.- Algunos padres de la cuadra compran bombuchas y latas de nieve en cantidad para compartir con los vecinos que no están bien económicamente. No quieren que nadie se quede afuera de la fiesta.
Para todas las edades.- Carnavalear es una actividad para toda la familia, tanto niños como padres y abuelos salen a la calle a disfrutar. Los adultos dejan por un tiempo las obligaciones para fortalecer vínculos con sus familias y sus vecinos.
combatir la inseguridad.- Los que viven en el barrio Intervención Federal cuentan que habían dejado de salir a la calle por miedo a los problemas de seguridad a los que están expuestos. El carnaval, según los vecinos, es el motivo para volver a salir y enfrentar al miedo.
Nadie se salva.- Si vas al barrio Intervención Federal estás obligado a jugar al carnaval. “Si venís acá te mojás” sentenció Melissa Rojas. NI siquiera los adultos pueden escapar al agua y a la nieve.Diversión sana.- Los vecinos aseguran que hacer que los chicos jueguen al carnaval es mantenerlos alejados del sedentarismo y de los aparatos electrónicos. Además, los adolescentes escapan a otros vicios.
Solidaridad.- Algunos padres de la cuadra compran bombuchas y latas de nieve en cantidad para compartir con los vecinos que no están bien económicamente. No quieren que nadie se quede afuera de la fiesta.
Para todas las edades.- Carnavalear es una actividad para toda la familia, tanto niños como padres y abuelos salen a la calle a disfrutar. Los adultos dejan por un tiempo las obligaciones para fortalecer vínculos con sus familias y sus vecinos.
Combatir la inseguridad.- Los que viven en el barrio Intervención Federal cuentan que habían dejado de salir a la calle por miedo a los problemas de seguridad a los que están expuestos. El carnaval, según los vecinos, es el motivo para volver a salir y enfrentar al miedo.
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