18 Febrero 2017
No hay ningún jugador de Atlético ni integrante de su cuerpo técnico que esté pensando en la Copa Sudamericana 2017. ¿Por qué hacerlo? Luego de superar la fase 2, el equipo atraviesa la número 3 de la Copa Libertadores con la esperanza de llegar, finalmente, a la instancia de grupos del torneo continental más importante a nivel clubes.
Quizás, la razón por la que podrían estar pensando en ello, es que participar de esa competiciónserá algo más que un premio consuelo. Se sabía que los dos mejores eliminados de la fase 3 (únicamente se tendrá en cuenta esta instancia) avanzarían a los 16vos. de final de la Sudamericana que comenzará el 28 de febrero.
Lo que recién se supo la noche del jueves, una vez que todos los partidos de ida de la fase 3 culminaron, es que Atlético asegurará su participación en la Sudamericana (es decir, será uno de los dos mejores eliminados) con sólo ganar el jueves, en el partido de vuelta ante Junior, sin importar el marcador. Los goles y la diferencia importarán si es que quiere seguir en la Libertadores.
Luego de los empates entre Atlético Paranaense y Capiatá (3-3) y The Strongest y Unión Española (1-1) (ambos agónicos), puede asegurarse que dos de estos cuatro equipos terminarán, a lo sumo, con dos puntos o menos. Y eso significa que, con una victoria de Atlético, sí o sí, los tendría por debajo en la tabla imaginaria que se formará una vez concluidos los partidos.
Con dos equipos abajo, el “Decano” se asegura estar entre los seis “primeros” de la fase. Es decir, si el equipo de Pablo Lavallén gana 1-0, fuerza los penales y cae ante los colombianos, entrará automáticamente a la Sudamericana. La misma consecuencia tendrá si gana por cualquier diferencia, aunque no le sirva para la Libertadores: 2-1, 3-2, 4-3 o 5-4. Así lo estipula el apartado 3, en su artículo tercero (inciso sexto) del reglamento de la Libertadores 2017.
Nada de esto hace pensar en la Sudamericana a los integrantes del plantel “Decano”, pero saber que existiría una especie de premio especial en caso de quedar eliminados podría ser reconfortante.
Lo extraño podría producirse durante el partido. Si, por ejemplo, Atlético va ganando 2 a 1 en los minutos finales, deberá debatir puertas adentro si debe arriesgarse a conseguir el tercer gol que los dejaría en la Libertadores o cuidar el triunfo que les garantiza la participación en la Sudamericana. Primero habrá que ganar. Después de todo, elegir en qué copa jugar, suena a un lindo problema.
Incluso empatando, el conjunto de 25 de Mayo y Chile podría clasificarse a la Sudamericana con una combinación de resultados en el resto de las llaves: que Olimpia, el otro perdedor de los partidos de ida, no gane (sería mejor si pierde) y que en los partidos de vuelta de los cruces que terminaron en empate, no se repita ese resultado.
Allí, con un punto podría pelear la clasificación aunque será mejor que esa unidad no la consiga en cero porque los goles a favor contarán como criterio de desempate. Si pierde ante Junior, quedará afuera de todo, pero si gana por dos goles o más de diferencia, avanzará a la zona 5 de la Libertadores donde esperan Palmeiras (Brasil), Peñarol (Uruguay) y Jorge Wilstermann (Bolivia).
Quizás, la razón por la que podrían estar pensando en ello, es que participar de esa competiciónserá algo más que un premio consuelo. Se sabía que los dos mejores eliminados de la fase 3 (únicamente se tendrá en cuenta esta instancia) avanzarían a los 16vos. de final de la Sudamericana que comenzará el 28 de febrero.
Lo que recién se supo la noche del jueves, una vez que todos los partidos de ida de la fase 3 culminaron, es que Atlético asegurará su participación en la Sudamericana (es decir, será uno de los dos mejores eliminados) con sólo ganar el jueves, en el partido de vuelta ante Junior, sin importar el marcador. Los goles y la diferencia importarán si es que quiere seguir en la Libertadores.
Luego de los empates entre Atlético Paranaense y Capiatá (3-3) y The Strongest y Unión Española (1-1) (ambos agónicos), puede asegurarse que dos de estos cuatro equipos terminarán, a lo sumo, con dos puntos o menos. Y eso significa que, con una victoria de Atlético, sí o sí, los tendría por debajo en la tabla imaginaria que se formará una vez concluidos los partidos.
Con dos equipos abajo, el “Decano” se asegura estar entre los seis “primeros” de la fase. Es decir, si el equipo de Pablo Lavallén gana 1-0, fuerza los penales y cae ante los colombianos, entrará automáticamente a la Sudamericana. La misma consecuencia tendrá si gana por cualquier diferencia, aunque no le sirva para la Libertadores: 2-1, 3-2, 4-3 o 5-4. Así lo estipula el apartado 3, en su artículo tercero (inciso sexto) del reglamento de la Libertadores 2017.
Nada de esto hace pensar en la Sudamericana a los integrantes del plantel “Decano”, pero saber que existiría una especie de premio especial en caso de quedar eliminados podría ser reconfortante.
Lo extraño podría producirse durante el partido. Si, por ejemplo, Atlético va ganando 2 a 1 en los minutos finales, deberá debatir puertas adentro si debe arriesgarse a conseguir el tercer gol que los dejaría en la Libertadores o cuidar el triunfo que les garantiza la participación en la Sudamericana. Primero habrá que ganar. Después de todo, elegir en qué copa jugar, suena a un lindo problema.
Incluso empatando, el conjunto de 25 de Mayo y Chile podría clasificarse a la Sudamericana con una combinación de resultados en el resto de las llaves: que Olimpia, el otro perdedor de los partidos de ida, no gane (sería mejor si pierde) y que en los partidos de vuelta de los cruces que terminaron en empate, no se repita ese resultado.
Allí, con un punto podría pelear la clasificación aunque será mejor que esa unidad no la consiga en cero porque los goles a favor contarán como criterio de desempate. Si pierde ante Junior, quedará afuera de todo, pero si gana por dos goles o más de diferencia, avanzará a la zona 5 de la Libertadores donde esperan Palmeiras (Brasil), Peñarol (Uruguay) y Jorge Wilstermann (Bolivia).
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