17 Febrero 2017
WASHINGTON.- Durante una conferencia de prensa que inicialmente no estaba programada en su agenda y que fue transmitida en vivo desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump, hizo ayer un recorrido por su primer mes de gobierno en una rueda de prensa y concluyó que “nunca hubo un Presidente que haya hecho tanto en tan poco tiempo”.
El mandatario advirtió que “la prensa está fuera de control” por las últimas acusaciones periodísticas contra su gobierno y su presunta conexión con Rusia, y adelantó que “la semana próxima firmará un nuevo decreto para proteger al país” en referencia al veto migratorio que fue suspendido por la Justicia.
“Para ser honesto, heredé un desastre, es un desastre, en casa y en el extranjero”, sentenció Trump e incluyó “la expansión de ISIS ( (en inglés, Islamic State of Iraq and Syria) como un cáncer”, la firma de tratados comerciales “que matan puestos de trabajo” y “una Nación infectada con drogas”.
“Acá las drogas son más baratas que un caramelo”, sentenció.
Pese a esa pesada herencia, Trump sostuvo que su gobierno “está funcionando como una máquina bien aceitada” y responsabilizó de los traspiés que tuvo hasta ahora a la oposición demócrata -”que se niega a confirmar a nuestro Gabinete en el Senado”- y a la Justicia -“Estamos salvando vidas cada día, aunque las cortes no nos lo están haciendo fácil”-.
En el primer caso, Trump nominó al abogado Alexander Acosta, el primer hispano que entraría al Gabinete, para que encabece el Departamento de Trabajo y le pidió a los demócratas que no retrasen su designación para comenzar a “hacer grande a Estados Unidos de nuevo”.
Acosta es el actual rector de la Escuela de Derecho de la Universidad Internacional de Florida y uno de los pocos elegidos por el Presidente que tiene experiencia en la función pública.
En el segundo caso, Trump acusó a la Corte de Apelaciones Federal de San Francisco de haberse equivocado al mantener la suspensión de su veto inmigratorio, una medida que provocó repudios y protestas dentro y fuera del país, y prometió que “la próxima semana firmará un nuevo decreto para proteger integralmente al país”.
Trump no dio detalles sobre cómo será el nuevo decreto, pero aprovechó la oportunidad para ratificar sus medidas migratorias: la construcción de un muro en toda la frontera con México -“no será como la que tenemos ahora, una que no existe o es un chiste”- y la imposición de sanciones contra las ciudades y los estados que actúen como ‘santuarios para inmigrantes’ que viven ilegalmente en el país. (Télam)
El mandatario advirtió que “la prensa está fuera de control” por las últimas acusaciones periodísticas contra su gobierno y su presunta conexión con Rusia, y adelantó que “la semana próxima firmará un nuevo decreto para proteger al país” en referencia al veto migratorio que fue suspendido por la Justicia.
“Para ser honesto, heredé un desastre, es un desastre, en casa y en el extranjero”, sentenció Trump e incluyó “la expansión de ISIS ( (en inglés, Islamic State of Iraq and Syria) como un cáncer”, la firma de tratados comerciales “que matan puestos de trabajo” y “una Nación infectada con drogas”.
“Acá las drogas son más baratas que un caramelo”, sentenció.
Pese a esa pesada herencia, Trump sostuvo que su gobierno “está funcionando como una máquina bien aceitada” y responsabilizó de los traspiés que tuvo hasta ahora a la oposición demócrata -”que se niega a confirmar a nuestro Gabinete en el Senado”- y a la Justicia -“Estamos salvando vidas cada día, aunque las cortes no nos lo están haciendo fácil”-.
En el primer caso, Trump nominó al abogado Alexander Acosta, el primer hispano que entraría al Gabinete, para que encabece el Departamento de Trabajo y le pidió a los demócratas que no retrasen su designación para comenzar a “hacer grande a Estados Unidos de nuevo”.
Acosta es el actual rector de la Escuela de Derecho de la Universidad Internacional de Florida y uno de los pocos elegidos por el Presidente que tiene experiencia en la función pública.
En el segundo caso, Trump acusó a la Corte de Apelaciones Federal de San Francisco de haberse equivocado al mantener la suspensión de su veto inmigratorio, una medida que provocó repudios y protestas dentro y fuera del país, y prometió que “la próxima semana firmará un nuevo decreto para proteger integralmente al país”.
Trump no dio detalles sobre cómo será el nuevo decreto, pero aprovechó la oportunidad para ratificar sus medidas migratorias: la construcción de un muro en toda la frontera con México -“no será como la que tenemos ahora, una que no existe o es un chiste”- y la imposición de sanciones contra las ciudades y los estados que actúen como ‘santuarios para inmigrantes’ que viven ilegalmente en el país. (Télam)
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