29 Enero 2017
CUENTAS CLARAS. El Gobierno apuesta a una baja real de precios y, por eso, hará controles en los comercios. LA GACETA/FOTO DE HÉCTOR PERALTA
BUENOS AIRES.- La Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (FECIBA) respaldó el plan “Precios Transparentes” que comenzará a regir el primero de febrero y advirtió que, en realidad, “jamás existieron las cuotas sin interés”.
El presidente de la entidad y referente de las pequeñas y medianas empresas (PyME), Raúl Zylbersztein expresó su apoyo a la medida en una reunión que mantuvo con el secretario de Comercio Interior, Javier Tizado, tras evaluar que el mecanismo de “transparencia” hará que el valor real de los productos se distinga “claramente del de las cargas financieras”.
Mediante una resolución, que comenzará a regir el miércoles próximo, el Gobierno ordenó diferenciar el precio al contado de los productos de su costo de financiamiento, al considerar la modalidad actual de pagos con tarjetas promocionados como “sin interés” como de “falsas cuotas”.
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, advirtió que la Casa Rosada abrirá más las importaciones para “fomentar la competencia” en caso de que los comercios incrementen los precios de los productos que venden como consecuencia del plan oficial anunciado.
En un comunicado, FECIBA estimó que “jamás existieron las cuotas sin interés” porque “nunca hay nada gratis y menos viniendo de los bancos”. “La diferencia es que ahora cada comprador pagará por lo que consuma”, resaltó.
El referente de las PyME aseguró que lo importante es que la gente ahora va a saber qué es lo que paga. “Algo que hasta hoy no está para nada claro”, agregó.
A partir de la puesta en marcha de la resolución oficial, los comercios de todo el país deberán mostrar el precio contado y el financiado de cada producto, y cuál es el costo financiero total que deberá pagar el comprador a la hora de elegir las cuotas, separando el precio de los productos del costo de financiamiento.
El valor real
Zylbersztein expresó que desde febrero la gente empezará a pagar por lo que consuma. “Quienes consuman sólo el producto, pagarán sólo el valor real del mismo, y el costo financiero lo pagará quien utilice la financiación”, aclaró.
El dirigente advirtió que hasta ahora, quienes compraban de contado subsidiaban a los que compraban en cuotas, alterando de esta manera los precios del bien. “Los que tienen el cupo de tarjeta colmado, los que cobran en negro y los turistas pagaban un 25% más para compensar las cuotas y promociones”, afirmó.
“Es importante saber cuánto valen las cosas, porque sino se tiene la ilusión de que los productos son caros, cuando, en realidad, lo caro es lo que cobra el sistema financiero, siendo la financiación al consumo solo una parte de este importante costo”, puntualizó.
“Ahora será el consumidor quien decida lo que compra y cuánto lo paga; así los comercios competirán con sus productos y precios y los bancos con sus tasas, siendo eso muy sano”, insistió.
El directivo consideró que las tarjetas y los bancos competirán dentro del comercio, el comerciante cobrará lo que le corresponde por su producto y el consumidor abonará lo que deba ser según la forma de pago que elija.
Zylbersztein alertó que “las promociones de las tarjetas bancarias, con días específicos y demás inventos complejos que se promocionan, encarecen artificialmente los productos ya que el 100% del mismo va al precio”.
“Esa es una actividad prohibida en los capitalismos sanos, porque consiste en la utilización de una posición dominante para meterse en el negocio del otro. El comerciante debe vender, desarrollando su política comercial para competir mejor, y los bancos deben financiar las actividades y los consumos”, concluyó. (DyN)
El presidente de la entidad y referente de las pequeñas y medianas empresas (PyME), Raúl Zylbersztein expresó su apoyo a la medida en una reunión que mantuvo con el secretario de Comercio Interior, Javier Tizado, tras evaluar que el mecanismo de “transparencia” hará que el valor real de los productos se distinga “claramente del de las cargas financieras”.
Mediante una resolución, que comenzará a regir el miércoles próximo, el Gobierno ordenó diferenciar el precio al contado de los productos de su costo de financiamiento, al considerar la modalidad actual de pagos con tarjetas promocionados como “sin interés” como de “falsas cuotas”.
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, advirtió que la Casa Rosada abrirá más las importaciones para “fomentar la competencia” en caso de que los comercios incrementen los precios de los productos que venden como consecuencia del plan oficial anunciado.
En un comunicado, FECIBA estimó que “jamás existieron las cuotas sin interés” porque “nunca hay nada gratis y menos viniendo de los bancos”. “La diferencia es que ahora cada comprador pagará por lo que consuma”, resaltó.
El referente de las PyME aseguró que lo importante es que la gente ahora va a saber qué es lo que paga. “Algo que hasta hoy no está para nada claro”, agregó.
A partir de la puesta en marcha de la resolución oficial, los comercios de todo el país deberán mostrar el precio contado y el financiado de cada producto, y cuál es el costo financiero total que deberá pagar el comprador a la hora de elegir las cuotas, separando el precio de los productos del costo de financiamiento.
El valor real
Zylbersztein expresó que desde febrero la gente empezará a pagar por lo que consuma. “Quienes consuman sólo el producto, pagarán sólo el valor real del mismo, y el costo financiero lo pagará quien utilice la financiación”, aclaró.
El dirigente advirtió que hasta ahora, quienes compraban de contado subsidiaban a los que compraban en cuotas, alterando de esta manera los precios del bien. “Los que tienen el cupo de tarjeta colmado, los que cobran en negro y los turistas pagaban un 25% más para compensar las cuotas y promociones”, afirmó.
“Es importante saber cuánto valen las cosas, porque sino se tiene la ilusión de que los productos son caros, cuando, en realidad, lo caro es lo que cobra el sistema financiero, siendo la financiación al consumo solo una parte de este importante costo”, puntualizó.
“Ahora será el consumidor quien decida lo que compra y cuánto lo paga; así los comercios competirán con sus productos y precios y los bancos con sus tasas, siendo eso muy sano”, insistió.
El directivo consideró que las tarjetas y los bancos competirán dentro del comercio, el comerciante cobrará lo que le corresponde por su producto y el consumidor abonará lo que deba ser según la forma de pago que elija.
Zylbersztein alertó que “las promociones de las tarjetas bancarias, con días específicos y demás inventos complejos que se promocionan, encarecen artificialmente los productos ya que el 100% del mismo va al precio”.
“Esa es una actividad prohibida en los capitalismos sanos, porque consiste en la utilización de una posición dominante para meterse en el negocio del otro. El comerciante debe vender, desarrollando su política comercial para competir mejor, y los bancos deben financiar las actividades y los consumos”, concluyó. (DyN)