27 Enero 2017
EN LA MESA. El anfitrión Luis Barrionuevo se sentó con Facundo Moyano, Sergio Palazo y Carlos Cisneros
El malestar de los trabajadores va en aumento y las críticas hacia la gestión de Mauricio Macri son cada vez más recurrentes. Esta es la síntesis del almuerzo anual que ofreció el secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra) Luis Barrionuevo, y que se celebró ayer en Mar del Plata. Si bien la consigna del gremialismo parece seguir siendo “apostar al diálogo”, los dirigentes que analizaron la realidad laboral del país entre bocados de asado y de achuras lanzaron una advertencia: la paciencia se está agotando.
La reunión contó con la presencia del triunvirato que conduce la CGT, integrado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña. En declaraciones a la prensa, Daer afirmó que hay “un incremento muy grande de la tensión social”. Además, lanzó un golpe contra el Presidente, al cuestionar al Gobierno por no tener “una actitud imperativa con los empresarios” ante los despidos.
Aún más explícito fue Schmid, que se refirió a las reuniones de la mesa de diálogo que comparten la Casa Rosada, los empresarios y la CGT, y aseguró: “el Gobierno, con su indiferencia, su apatía frente a la multiplicación de despidos y a este erróneo enfoque económico, lo que está haciendo junto al sector empresario es minar la confianza de que podríamos llegar a acuerdos de mayor alcance”.
Dos tucumanos estuvieron en el convite de Barrionuevo: el bancario Carlos Cisneros y el gastronómico Enrique Altier. Según este último dirigente, es la situación económica y los despidos lo que preocupa a los sindicalistas de todo el país. Para graficar la situación económica, Altier dijo que el problema es que “no arranca”. Con este comentario, el dirigente hizo referencia a las expectativas que tenían para con el gobierno de Macri.
Por otro lado, también habló de los despidos y denunció “la falta de compromiso de los empresarios al tener que asumir una responsabilidad con los trabajadores”.
Cisneros, en tanto, contrapuso los anuncios oficiales con la realidad de los trabajadores. “Hay muchas actividades que no están pasando un buen momento”, relató. “Lo que transmiten los compañeros es que la situación laboral se ha puesto más difícil, a pesar de los anuncios oficiales que dicen que se está mejorando”, comparó el bancario.
También se refirió a algunas cuestiones que afectan al sector que representa. Según Cisneros, el acuerdo que se firmó con las cámaras empresarias privadas el 23 de noviembre, no está siendo respetado. En este punto, critica al Ministerio de Trabajo que conduce Jorge Triaca, por el papel que desempeña. El sindicalista contó que el acuerdo fue concretado a través del Estado. “Como incumplen (las entidades bancarias) y hay cierta anuencia del Ministerio de Trabajo, nos tenemos que reunir periódicamente para que vaya saliendo de forma escalonada lo que ya se ha firmado”, se quejó.
Al panorama nacional se lo podrá apreciar con mayor claridad después del 2 de febrero, fecha en la que tendrá lugar una reunión del Consejo Directivo de la CGT. “Esta es una previa de esa reunión, porque todos los gremios no integran el consejo directivo”, explicó Acuña. La idea es que los planteos de ayer sean transmitidos al consejo.
Los tres líderes evitaron referirse a la posibilidad de tomar medidas de fuerza, aunque Schmid admitió que “muchas comisiones obreras han pedido un paro”. Por lo pronto, el gremialismo se mantendrá en alerta.
La reunión contó con la presencia del triunvirato que conduce la CGT, integrado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña. En declaraciones a la prensa, Daer afirmó que hay “un incremento muy grande de la tensión social”. Además, lanzó un golpe contra el Presidente, al cuestionar al Gobierno por no tener “una actitud imperativa con los empresarios” ante los despidos.
Aún más explícito fue Schmid, que se refirió a las reuniones de la mesa de diálogo que comparten la Casa Rosada, los empresarios y la CGT, y aseguró: “el Gobierno, con su indiferencia, su apatía frente a la multiplicación de despidos y a este erróneo enfoque económico, lo que está haciendo junto al sector empresario es minar la confianza de que podríamos llegar a acuerdos de mayor alcance”.
Dos tucumanos estuvieron en el convite de Barrionuevo: el bancario Carlos Cisneros y el gastronómico Enrique Altier. Según este último dirigente, es la situación económica y los despidos lo que preocupa a los sindicalistas de todo el país. Para graficar la situación económica, Altier dijo que el problema es que “no arranca”. Con este comentario, el dirigente hizo referencia a las expectativas que tenían para con el gobierno de Macri.
Por otro lado, también habló de los despidos y denunció “la falta de compromiso de los empresarios al tener que asumir una responsabilidad con los trabajadores”.
Cisneros, en tanto, contrapuso los anuncios oficiales con la realidad de los trabajadores. “Hay muchas actividades que no están pasando un buen momento”, relató. “Lo que transmiten los compañeros es que la situación laboral se ha puesto más difícil, a pesar de los anuncios oficiales que dicen que se está mejorando”, comparó el bancario.
También se refirió a algunas cuestiones que afectan al sector que representa. Según Cisneros, el acuerdo que se firmó con las cámaras empresarias privadas el 23 de noviembre, no está siendo respetado. En este punto, critica al Ministerio de Trabajo que conduce Jorge Triaca, por el papel que desempeña. El sindicalista contó que el acuerdo fue concretado a través del Estado. “Como incumplen (las entidades bancarias) y hay cierta anuencia del Ministerio de Trabajo, nos tenemos que reunir periódicamente para que vaya saliendo de forma escalonada lo que ya se ha firmado”, se quejó.
Al panorama nacional se lo podrá apreciar con mayor claridad después del 2 de febrero, fecha en la que tendrá lugar una reunión del Consejo Directivo de la CGT. “Esta es una previa de esa reunión, porque todos los gremios no integran el consejo directivo”, explicó Acuña. La idea es que los planteos de ayer sean transmitidos al consejo.
Los tres líderes evitaron referirse a la posibilidad de tomar medidas de fuerza, aunque Schmid admitió que “muchas comisiones obreras han pedido un paro”. Por lo pronto, el gremialismo se mantendrá en alerta.
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