En los pasillos del fuero penal se multiplican los reproches

Bastan un par de horas de caminata por los pasillos de los tribunales penales de avenida Sarmiento y Laprida para concluir que, en el universo de los litigantes, las “vacaciones de privilegio” de los jueces, funcionarios y empleados generan demasiados contratiempos.

Ayer, LA GACETA requirió la opinión de abogados que trabajan en el fuero penal de la provincia, en plena feria judicial. Allí, la actividad se limita a aquellos casos calificados como “urgentes”, aunque los abogados afirman que este es un concepto demasiado abstracto que a menudo genera injusticias.

“Yo tengo escritos presentados la semana pasada por causas muy graves, y todavía no han sido decretados. Ya pasaron cuatro o cinco días, y mientras tanto mis clientes siguen detenidos. Además, no tenemos acceso a los expedientes”, explicó Gerardo Banegas. No obstante, aclaró que no está en contra del descanso de los magistrados. “Que tengan 45 días de vacaciones está bien por el desgaste que ellos tienen, pero deberían nombrar más personal para afrontar la feria”, opinó el letrado.

Quejas y sugerencias

Según los profesionales consultados, el problema es la falta de personal que se encuentra activo durante el mes de enero y el receso invernal de julio.

“No puede ser que (el fuero penal) se maneje con un sólo juez que hace las veces de juez de menores, de juez de instrucción y de juez correccional”, se quejó José Luis Chaván. De esta manera hizo referencia a la situación actual por el verano, en la que sólo se encuentran operando un juzgado y una fiscalía.

De acuerdo a los letrados que dialogaron con este diario, el principal problema del fuero penal en Tucumán es la gran cantidad de causas que saturan los tribunales, y que superan la capacidad de los empleados en actividad. “Que trabaje un sólo juzgado es absurdo en el año 2017. Quizás en el 1950 podría ser, pero la cantidad de problemas que hay hoy en día amerita que se de otro tipo de soluciones”, ironizó Chaván. En idéntico sentido se manifestó Banegas, quien sostuvo que “el sistema se tiene que adaptar a los nuevos tiempos”. “Si en Tucumán hay muchos delitos, debería haber más personal”, planteó.

De los abogados consultados, quien atacó directamente la duración del receso fue Ricardo Fanlo. “Personalmente, creo que 45 días de vacaciones es mucho”, opinó. “Todos tenemos derecho a un descanso, pero me parece muy prolongado. Hay que tener en cuenta los feriados y los días inhábiles. Al final nos quedan muy pocos días de trabajo en el año”, consideró. En efecto, de acuerdo a la ONG Fores, el Poder Judicial trabaja 190 días al año, una vez que se descuenta la totalidad de los días no laborales.

Por su parte, María Angélica Arraigada afirma que la situación de este enero es mejor que la de años anteriores. “Se está desarrollando bien, con muchas más exigencias que en ferias anteriores. Ahora hay mucho más cuidado que en otros veranos”, afirmó la abogada. Sin embargo, reconoció que a pesar del trabajo de quienes se encuentran de turno, los procesos son lentos. “Igual se ve mucha gente, el sistema debería ser más ágil para que no se formen amontonamientos”, señaló justo enfrente de un numeroso grupo de personas que esperaban su turno para ser atendidas.

En el la sede de la Justicia penal de la provincia también había familiares de personas que se encuentran detenidas. Aunque prefirieron no dar su nombre, hablaron sobre su malestar por el impacto de la feria judicial. “Mi hijo está en la comisaría desde el miércoles, y todavía no les mandan los antecedentes”, protestaba una mujer. Otra de las mujeres que pasilleaba por el edificio del fuero penal afirmó que las condiciones en que la policía fue a buscar a su hijo fueron irregulares, y que su planteo ante el juzgado de feria no aún no había sido atendido.