03 Enero 2017
¡VUELA VUELA! La Toyota de qatarí Al Attiyah impuso condiciones en la muy particular primera etapa de la competencia. dakar.com
Barro. Agua estancada. Cruces por corrientes caudalosas. Calor. Humedad. Pisos blandos, “enjabonados”, traicioneros y bastante estrechos. Multitudes a la vera del camino. Ganadores conocidos de etapa, y otros no tanto. Alegrías y primera decepciones. Y un grandísimo interrogante sobre lo por venir, fundamentalmente por las condiciones climáticas.
Una etapa de rally Dakar distinta fue la que unió ayer a la localidad paraguaya de Atyra con la capital chaqueña, Resistencia. Por lo corta, por lo intensa, por la situación general que propuso la geografía.
Como muestra, un botón aportado por Nasser Al Attiyah, que ganó el parcial de 39 kilómetros de Autos ante más de 100.000 espectadores, pero llegó a la meta con su Toyota humeante. “A unos 12 kilómetros de llegar, empezamos a oler humo, y del lado del navegante llegamos a ver fuego. Reduje la velocidad para poder terminar, y cuando ello ocurrió, pudimos apagar las llamas. Ni idea lo que pasó” expresó el qatarí, para quien se abre un interrogante de cómo seguirá su carrera.
Al Attiyah fue remolcado por el sudafricano Giniel de Villiers hasta el vivac de Resistencia. Los informes preliminares indicaban una pérdida de aceite en el motor, al que se estaba analizando en su estado general.
Detrás del qatarí (tiempo de 25’41”), y pese a estar sufriendo de fiebre alta, llegó el sorprendente español Xavier Pons, navegado por el cordobés Rubén García, a bordo de un Ford, a 24” del líder. Y más atrás, otros dos ibéricos: Nani Roma (Toyota) y Carlos Sainz (Peugeot), a 29” y 33”
¿Qué hay de los argentinos? El mendocino Orlando Terranova (Mini) fue el mejor ubicado: está 11°, a 1’24” de la cima. La decepción del día la vivió Emiliano Spataro, que sufrió problemas eléctricos en su Renault Duster y perdió mucho tiempo. Con ello, chances.
Hoy, el aún indescifrable norte santiagueño les dará cobijo a los aventureros. Y, en un abrir y cerrar de ojos, desde el mediodía, los tucumanos los tendremos a la vista.
Una etapa de rally Dakar distinta fue la que unió ayer a la localidad paraguaya de Atyra con la capital chaqueña, Resistencia. Por lo corta, por lo intensa, por la situación general que propuso la geografía.
Como muestra, un botón aportado por Nasser Al Attiyah, que ganó el parcial de 39 kilómetros de Autos ante más de 100.000 espectadores, pero llegó a la meta con su Toyota humeante. “A unos 12 kilómetros de llegar, empezamos a oler humo, y del lado del navegante llegamos a ver fuego. Reduje la velocidad para poder terminar, y cuando ello ocurrió, pudimos apagar las llamas. Ni idea lo que pasó” expresó el qatarí, para quien se abre un interrogante de cómo seguirá su carrera.
Al Attiyah fue remolcado por el sudafricano Giniel de Villiers hasta el vivac de Resistencia. Los informes preliminares indicaban una pérdida de aceite en el motor, al que se estaba analizando en su estado general.
Detrás del qatarí (tiempo de 25’41”), y pese a estar sufriendo de fiebre alta, llegó el sorprendente español Xavier Pons, navegado por el cordobés Rubén García, a bordo de un Ford, a 24” del líder. Y más atrás, otros dos ibéricos: Nani Roma (Toyota) y Carlos Sainz (Peugeot), a 29” y 33”
¿Qué hay de los argentinos? El mendocino Orlando Terranova (Mini) fue el mejor ubicado: está 11°, a 1’24” de la cima. La decepción del día la vivió Emiliano Spataro, que sufrió problemas eléctricos en su Renault Duster y perdió mucho tiempo. Con ello, chances.
Hoy, el aún indescifrable norte santiagueño les dará cobijo a los aventureros. Y, en un abrir y cerrar de ojos, desde el mediodía, los tucumanos los tendremos a la vista.
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