30 Diciembre 2016
INVESTIGACIÓN. Milagro y su pequeño continúan desaparecidos.
Finalmente habló. El joven de 21 años que se encontraba detenido por haber dicho que tenía información de Milagros Avellaneda y su hijo (quienes desaparecieron el 26 de agosto) fue presentado en la fiscalía III° y aseguró que alguien -no supo decir quién- usó su teléfono para ponerse en contacto con la familia del principal sospechoso y exigir el dinero de la recompensa.
Según explicó su abogada, Gloria Hansen, el detenido es adicto a la cocaína y cuando lo detuvieron no estaba en condiciones de declarar. Cuando se le pasó el efecto de las drogas, pidió a los efectivos de la ex Brigada -donde se encuentra alojado- que le dijeran a la Justicia que quería hablar.
Una vez en la fiscalía, el detenido admitió su adicción a las drogas y al alcohol. Según dijo, a veces se juntaba con amigos, se dejaba llevar por el efecto de los estupefacientes o la cerveza, y recién al otro día alguien se acercaba a su casa para devolverle su teléfono celular. Se trata del aparato del cual alguien se comunicó con la familia de Roberto Rejas, quien se encuentra detenido con prisión preventiva por el caso.
“Yo prestaba mi teléfono y después no sabía quien lo tenía. No sé quién dijo desde ese celular que tenía información sobre la chica, pero yo no fui”, señaló el joven.
Pese a su versión, desde la Justicia se ordenó que siga detenido. Si bien las primeras sospechas de los investigadores eran que el joven -o el presunto usuario del celular- sólo era un oportunista que quería el dinero, al ahondar en el caso se dieron cuenta de que en el mensaje se había dado información que no había trascendido en la prensa, como el nombre de la mejor amiga de Milagros y el del pequeño bebé desaparecido con su madre. Ante estos indicios, lo mandaron de nuevo a su celda y declararon esta investigación como asunto de feria, por lo que quedará en manos del fiscal Claudio Bonari durante la primera quincena de enero.
No aparecen
Milagros y su bebé desaparecieron el 26 de octubre y aún no se sabe nada de ellos. Durante noviembre y diciembre se realizaron rastrillajes en Alderetes, todo el Río Salí y Famaillá. Los primeros dos lugares aparecían como buscados en el celular de Rejas. El último trascendió en su declaración: dijo que la noche en que desapareció la joven, luego de dejarla cerca de su casa, manejó por la autopista para encontrarse con una amiga en Monteros. Sin embargo, al llegar a Famaillá, según su relato, dio media vuelta y se fue a dormir.
Luego de los 10 días de detención, la fiscalía decidió solicitar la prisión preventiva para Rejas, que es guardiacárcel y tiene 30 años. Está acusado de doble homicidio agravado por violencia de género (por Milagros) y por alevosía (por el niño). Los investigadores sospechan que asesinó a la joven madre porque esta le atribuía la paternidad del niño, y esto perjudicaba la relación con su novia.
Según explicó su abogada, Gloria Hansen, el detenido es adicto a la cocaína y cuando lo detuvieron no estaba en condiciones de declarar. Cuando se le pasó el efecto de las drogas, pidió a los efectivos de la ex Brigada -donde se encuentra alojado- que le dijeran a la Justicia que quería hablar.
Una vez en la fiscalía, el detenido admitió su adicción a las drogas y al alcohol. Según dijo, a veces se juntaba con amigos, se dejaba llevar por el efecto de los estupefacientes o la cerveza, y recién al otro día alguien se acercaba a su casa para devolverle su teléfono celular. Se trata del aparato del cual alguien se comunicó con la familia de Roberto Rejas, quien se encuentra detenido con prisión preventiva por el caso.
“Yo prestaba mi teléfono y después no sabía quien lo tenía. No sé quién dijo desde ese celular que tenía información sobre la chica, pero yo no fui”, señaló el joven.
Pese a su versión, desde la Justicia se ordenó que siga detenido. Si bien las primeras sospechas de los investigadores eran que el joven -o el presunto usuario del celular- sólo era un oportunista que quería el dinero, al ahondar en el caso se dieron cuenta de que en el mensaje se había dado información que no había trascendido en la prensa, como el nombre de la mejor amiga de Milagros y el del pequeño bebé desaparecido con su madre. Ante estos indicios, lo mandaron de nuevo a su celda y declararon esta investigación como asunto de feria, por lo que quedará en manos del fiscal Claudio Bonari durante la primera quincena de enero.
No aparecen
Milagros y su bebé desaparecieron el 26 de octubre y aún no se sabe nada de ellos. Durante noviembre y diciembre se realizaron rastrillajes en Alderetes, todo el Río Salí y Famaillá. Los primeros dos lugares aparecían como buscados en el celular de Rejas. El último trascendió en su declaración: dijo que la noche en que desapareció la joven, luego de dejarla cerca de su casa, manejó por la autopista para encontrarse con una amiga en Monteros. Sin embargo, al llegar a Famaillá, según su relato, dio media vuelta y se fue a dormir.
Luego de los 10 días de detención, la fiscalía decidió solicitar la prisión preventiva para Rejas, que es guardiacárcel y tiene 30 años. Está acusado de doble homicidio agravado por violencia de género (por Milagros) y por alevosía (por el niño). Los investigadores sospechan que asesinó a la joven madre porque esta le atribuía la paternidad del niño, y esto perjudicaba la relación con su novia.
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