27 Diciembre 2016
EN LA PATAGONIA. El presidente Mauricio Macri recibió a Alfonso Prat-Gay ayer en Villa La Angostura, donde pasa sus vacaciones junto a su familia. telam
BUENOS AIRES.- En medio de la tan aclamada calma política para los festejos de Navidad y en vísperas de los de Año Nuevo, el presidente Mauricio Macri sorprendió ayer con el pedido de renuncia al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, con la que busca “terminar” el primer “ciclo” económico de un año de gestión caracterizado por la gradualidad, y avanzar hacia un plan de ajuste fiscal, que el Gobierno prefiere llamar de mayor “racionalidad”.
El jefe de Gabinete Marcos Peña, fue el encargado durante una reunión de Coordinación de Gobierno realizada en la mañana de ayer en la Casa Rosada, de “darle personalmente la noticia a Prat Gay” de la decisión tomada el fin de semana por Macri, mientras descansaba junto a su familia en el sur del país.
Los rumores de alejamiento del todavía ministro de Hacienda y Finanzas -cuya cartera de dividirá en dos con el objetivo de descentralizar el poder de los funcionarios a manos del propio Presidente- sonaban desde el último mes enmarcados en la demora de la reactivación económica prometida por Macri para fin de año, pero se profundizaron en las dos últimas semanas tras la derrota del proyecto de impuesto a las ganancias que había elaborado Prat-Gay y que fue volteado por la oposición en el Congreso.
“¿Qué debemos esperar con estos cambios, se termina el gradualismo para avanzar en un ajuste fiscal para atraer inversiones y reactivación?”, fue la pregunta a un funcionario cercano al Presidente que se limitó a responder: “No ajuste, sí racionalidad”, aunque la diferencia entre ambos conceptos -admitió la fuente- podría ser una cuestión “semántica y comunicacional”.
Otras fuentes gubernamentales apuntaron a bajar el tono a las disputas internas entre Prat-Gay y la línea que responde al jefe de Gabinete, aunque admiten que se trató de un gesto de “autoridad del Presidente” que pretende seguir de cerca la política económica fragmentando el poder de lo que consideraba era un súper ministerio en dos funcionarios de llegada directa al mandatario.
En esa línea, oficialmente aseguraron en el Gobierno que “no hubo un detonante” puntual del pedido de renuncia, sino que se trata de “terminar un ciclo” y “mejorar la gestión interna”, como aseguró ayer el propio jefe de Gabinete en conferencia de prensa.
Según se supo, Macri le pidió el domingo a Marcos Peña que se lo comunique ayer, lo que el jefe de Gabinete hizo en una “reunión de coordinación ministerial” sin el Presidente. “Prat Gay se sorprendió y viajó a Villa La Angostura para almorzar con el Presidente”, dijeron fuentes de la Casa Rosada, que admitieron que el ministro de Economía terminó pagando el costo político del duro revés que sufrió el Gobierno por el tratamiento del impuesto a las ganancias.
Señal positiva
Otras fuentes del Gobierno revelaron que la designación de Luis Caputo en el futuro Ministerio de Finanzas, es “un premio” al desempeño del funcionario en la renegociación de la deuda externa con los holdouts y “una señal positiva hacia los mercados e inversores” con el objetivo de recomponer el equilibrio fiscal y atraer inversiones para la demorada reactivación económica prometida por el Gobierno.
“Lo de Nicolás Dujovne es un guiño hacia el radicalismo de cara a la campaña. Es un hombre valorado por Mauricio Macri”, explicaron desde el Gobierno. (DyN)
El jefe de Gabinete Marcos Peña, fue el encargado durante una reunión de Coordinación de Gobierno realizada en la mañana de ayer en la Casa Rosada, de “darle personalmente la noticia a Prat Gay” de la decisión tomada el fin de semana por Macri, mientras descansaba junto a su familia en el sur del país.
Los rumores de alejamiento del todavía ministro de Hacienda y Finanzas -cuya cartera de dividirá en dos con el objetivo de descentralizar el poder de los funcionarios a manos del propio Presidente- sonaban desde el último mes enmarcados en la demora de la reactivación económica prometida por Macri para fin de año, pero se profundizaron en las dos últimas semanas tras la derrota del proyecto de impuesto a las ganancias que había elaborado Prat-Gay y que fue volteado por la oposición en el Congreso.
“¿Qué debemos esperar con estos cambios, se termina el gradualismo para avanzar en un ajuste fiscal para atraer inversiones y reactivación?”, fue la pregunta a un funcionario cercano al Presidente que se limitó a responder: “No ajuste, sí racionalidad”, aunque la diferencia entre ambos conceptos -admitió la fuente- podría ser una cuestión “semántica y comunicacional”.
Otras fuentes gubernamentales apuntaron a bajar el tono a las disputas internas entre Prat-Gay y la línea que responde al jefe de Gabinete, aunque admiten que se trató de un gesto de “autoridad del Presidente” que pretende seguir de cerca la política económica fragmentando el poder de lo que consideraba era un súper ministerio en dos funcionarios de llegada directa al mandatario.
En esa línea, oficialmente aseguraron en el Gobierno que “no hubo un detonante” puntual del pedido de renuncia, sino que se trata de “terminar un ciclo” y “mejorar la gestión interna”, como aseguró ayer el propio jefe de Gabinete en conferencia de prensa.
Según se supo, Macri le pidió el domingo a Marcos Peña que se lo comunique ayer, lo que el jefe de Gabinete hizo en una “reunión de coordinación ministerial” sin el Presidente. “Prat Gay se sorprendió y viajó a Villa La Angostura para almorzar con el Presidente”, dijeron fuentes de la Casa Rosada, que admitieron que el ministro de Economía terminó pagando el costo político del duro revés que sufrió el Gobierno por el tratamiento del impuesto a las ganancias.
Señal positiva
Otras fuentes del Gobierno revelaron que la designación de Luis Caputo en el futuro Ministerio de Finanzas, es “un premio” al desempeño del funcionario en la renegociación de la deuda externa con los holdouts y “una señal positiva hacia los mercados e inversores” con el objetivo de recomponer el equilibrio fiscal y atraer inversiones para la demorada reactivación económica prometida por el Gobierno.
“Lo de Nicolás Dujovne es un guiño hacia el radicalismo de cara a la campaña. Es un hombre valorado por Mauricio Macri”, explicaron desde el Gobierno. (DyN)
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