Trump, el perro faldero de Rusia

Trump, el perro faldero de Rusia

24 Diciembre 2016

Por Nicholas Kristoff, de The New York Times

En 1972, Richard Nixon envió a unos rateros a poner micrófonos en las oficinas del Partido Demócrata. El allanamiento de Watergate y los “trucos sucios” relacionados -como soltar ratones en una conferencia demócrata y pagarle a una mujer para que se desnudara en público y gritara su amor por un candidato demócrata- repugnaron a los estadounidenses.

En 2016 tenemos un escándalo político que es aún más alarmante. Al parecer, agentes rusos robaron correos electrónicos demócratas y los hicieron públicos. En el caso de Watergate, la acción de los rateros no afectó el resultado de la elección. En 2016, aún no lo sabemos. La CIA dice que es “muy confiable” que Rusia trató de hacer que Trump ganara. Y según The Washington Post, el FBI coincide con esa conclusión.

Tanto Nixon como Trump reaccionaron mal. Nixon ordenó que se encubrieran esas operaciones ilícitas y Trump dio por criticar a la CIA e, increíblemente, por defender a Rusia. Nunca pensé que vería una disputa entre la inteligencia de EEUU y un dictador asesino en la que el líder estadounidense tomara partido por el dictador.

Seamos claros: esto fue un ataque contra EEUU, menos fatal que un misil pero de todos modos con efectos nocivos. No quiere decir que Trump y Putin fueran socios para robarse la elección. Pero si la CIA tiene razón, Rusia trató de hacer elegir a un presidente que, sin un títere, sería algo así como un perro faldero.

Es desconcertante que Trump siga defendiendo a Rusia y a Putin, al mismo tiempo que critica acremente a todos los demás, desde los funcionarios de la CIA hasta un líder sindical local de Indiana.

Ahora llegamos al paso más imprudente de todos: este perro faldero ruso está otorgando importantes puestos en el gobierno a amigos de Moscú. Lo que equivale a recompensar a Putin por sus ataques contra EEUU.

Por ejemplo, Rex Tillerson, designado por Trump como secretario de Estado, es un administrador inteligente y capaz. Pero también es allegado a Putin, quien lo condecoró con la “Orden de la Amistad” de Rusia.

El próximo asesor nacional de seguridad, Michael Flynn, aceptó dinero ruso para asistir a una cena en Moscú y sentarse cerca de Putin. Hay registros que muestran pagos secretos por 12.7 millones de dólares de un partido pro-ruso de Ucrania al ex jefe de campaña de Trump, Paul Manafort. Y la misma familia Trump tiene negocios con Rusia.

Sorprende esta relación si consideramos que en la Rusia de Putin se mata a periodistas, se cometieron crímenes de guerra en Ucrania y en Siria y se ha amenazado el orden pacífico de Europa. La cuestión es si vamos a estar gobernados por un presidente o por un perro faldero.

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