"Lo que hemos hecho no basta", admiten en la Municipalidad luego de la tormenta

"Me hago cargo de lo que digo: lo que hemos hecho no basta. Evidentemente es insuficiente la señalización que hay en la zona del puente Central Córdoba. Vamos a tener que poner una cartelería luminaria que avise a la gente que no avance en caso de tormentas, o tal vez una garita y una barrera".

Las palabras pertenecen a Enrique Romero, subdirector de Tránsito y Transporte del municipio capitalino, quien se refirió a lo ocurrido ayer a la noche en 24 de Septiembre al 1.000. En ese lugar, una familia de turistas casi muere ahogada cuando intentó resguardarse de la tormenta que azotó durante al menos dos horas a toda la provincia. Afortunadamente un policía logró rescatar a las personas, oriundas de Buenos Aires.

En una charla que mantuvo con LA GACETA, el funcionario aclaró que sí es necesario más controles en la zona, pero también dijo que la gente, a veces, no lee las señalizaciones que están puestas tanto en Marco Avellaneda y San Martín como en San Luis y 24 de Septiembre. "Se han puesto cartelería en todas las arterias que llegan hacia el lugar, incluso está la Policía, con quien trabajamos conjuntamente en el momento en el que vemos tormenta de gran intensidad, pero a veces uno, por alguna razón, no lee ", indicó Romero.

Sobre lo ocurrido con la familia de turistas rescatada a nado por un agente de la Policía de las aguas acumuladas bajo el puente Central Córdoba, Romero dijo que "no conocían la zona. Testigos afirmaron que un agente les había dicho que no avancen, sin embargo siguieron. No sabemos si este vehículo tenía vidrios polarizados, por lo que quizás no vieron el cartel", sostuvo. 

Romero, por último, aclaró que ayer por la noche las oficinas de la Dirección de Tránsito y Transporte (en avenida Avellaneda al 600) estuvieron sin teléfonos ni internet por que un rayo que cayó en la zona. "Sabemos que los vecinos denunciaron que al momento de la tormenta no había nadie de la Municipalidad  cortando en el lugar, pero siempre hay Policías que sí lo hacen", cerró. 

El mismo pensamiento

Al igual que Romero, el subsecretario de Obras Püblicas de la Municipalidad, Atilio Belloni, afirmó que en lo inmediato hay que reforzar la señalización del área con estrategias que incluyan algún tipo de señalética luminosa, ya que la lluvia reduce significativamente la visibilidad.

"No sirven los semáforos en rojo, porque en caso de tormenta la gente no los respeta", dijo.  También consignó que sería pertinente un  dispositivo de automatización, cuya factibilidad está en estudio. Por ejemplo, graficó, una opción podría ser una suerte de sensor que, al llegar a los 30 cms de agua, gatille un sistema de balizamiento y señales para interrumpir el paso.

"Pero a esas opciones las tienen que evaluar los expertos en electrónica", afirmó.

Qué pasó

El auto en el que viajaba la familia avanzó por la calle 24 de septiembre y quedó atascado debajo del puente Central Córdoba. "Mientras el agua la arrastraba, el agente Ángel Medina se arrojó al agua y rescató a todos los ocupantes del vehículo", aseguró un funcionario del área de Seguridad de la Provincia.

Enterado de la situación, Paul Hofer, secretario de Seguridad de la Provincia, se comunicó con el uniformado para felicitarlo. "Acabo de comunicarme con él para felicitarlo y extensivo a todos los que en silencio y en anonimato son Héroes todos los días", escribió a través de su cuenta de Twitter.

A un año

Hace un año, Hipólito Antonio Brozoski, turista santacruceño, murió dentro de su camioneta luego de ser arrastrado por la corriente, en el mismo lugar. 

El hombre de 57 años manejaba su camioneta Honda CRV desde el oeste hacia el centro cuando fue sorprendido por la fuerte lluvia. Creyó encontrar resguardo bajo el techo que brinda el paso sobrenivel de las líneas ferroviarias, ignorando por completo la pileta mortal en la que se convierte la intersección de calles 24 de septiembre y Bernabé Aráoz cada vez que llueve. 

Hipólito había viajado a Tucumán para asistir al matrimonio de su hijo, programado para la mañana siguiente de la noche en que perdió la vida.