Juicio contra el "Clan Ale": los otros imputados

González, la mano derecha de “La Chancha”
Considerado la mano derecha de Rubén “La Chancha” Ale, Fabián González está acusado de integrar la asociación ilícita y de lavado de activos. Según consta en el expediente, podría haber tenido participación en el delito de trata de personas cuando trabajaba en la empresa Cinco Estrellas. Se sospecha que él era el propietario de un vehículo en el que se trasladaba a las víctimas de la red de explotación sexual. María Jesús Rivero, en una de las cartas que le envió a su Rubén Ale, dijo que él prestaba el dinero de “La Chancha”. Junto a su esposa, María Esther Picone (también imputada), González creó la empresa Transportadora Leonel, que según se cree, sería de Ale. Fue tesorero de San Martín cuando Ale era presidente de la entidad. La Unidad de Información Financiera estimó que su patrimonio asciende a $ 6,49 millones.

Cuño, la “dueña” de la remisería 
María Florencia Cuño, la última pareja de “La Chancha” Ale, se encuentra en libertad, pero está imputada por lavado de dinero. Ella fue inscripta en 2010 como titular de la remisería Cinco Estrellas en sociedad con el hijo de Rubén Ale y de María Jesús Rivero. Sin embargo, cuando se presentó a declarar en Tribunales Ángel Adolfo Ale sostuvo que no tuvo ningún tipo de participación en la firma a la hora de tomar decisiones y de aportar dinero, como aparece en los balances en los organismos de control. La Justicia cree que ella le prestó el nombre a Ale para que usara a la empresa como pantalla. Los “sabuesos” de la UIF sospechan que por idéntico motivo aparece como titular de inmuebles y vehículos que fueron transferidos durante los últimos años. Estiman que su patrimonio trepa a más de $1,52 millón

Bestán, la propietaria de la boutique
Según la Justicia, María Florencia Bestán, otra ex pareja de “La Chancha”, también prestó su nombre para que el sospechado de dirigir la organización pusiera varios bienes de su patrimonio a su nombre. Acusada de lavado de activos, tampoco se encuentra detenida. Su nombre se hizo conocido cuando -por haber firmado un contrato con la Gerenciadora del NOA primero y con el mismísimo Ale después- se quedó con La Boutique del Santo, comercio que se encontraba en La Ciudadela y que vendía de manera exclusiva la ropa oficial del club. Los contratos, según el expediente, no tenían contraprestación alguna, aunque ella y su ex pareja aseguraron que estaba obligada a vestir a las divisiones inferiores del club, hacerse cargo de los vestuarios y alimentar a las promesas del semillero. La UIF valuó su patrimonio en $ 595.750.

Los otros siete acusados 
En esta causa están imputados otros siete hombres. De esa lista, deberán afrontar cargos por haber pertenecido a una sociedad ilícita, haber presionado, amenazado y despojados de bienes por deudas contraídas -con Rubén o Ángel Ale-: Ernesto Santos Catulo, Carlos Rolando Campos y César Marcelo Manca. Enrique Lorenzo Chanampa, Sergio Francisco Parrado y José Augusto Lucero, en cambio, están acusados de integrar el mismo grupo, pero su misión habría sido la tenencia y comercialización de estupefacientes. Por último, Hernán Horacio Lazarte también está sospechado de ser miembro de la banda. Su misión era la de brindar información aprovechando su condición de policía.