13 Diciembre 2016
COMO EN LA PISTA. Zampedri baila para festejar sus goles. En total marcó seis y eso lo convierten en el máximo artillero “decano” del torneo de Primera. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Fernando Zampedri baila. Después de cada gol mueve su cintura en lo que ya llama como una especie de “cábala” por más extraño que parezca. “El baile me dio muchas alegrías. Lo hago desde el año pasado y ahora lo hago de nuevo”, confiesa. El amuleto o el ritual para que algo suceda debe hacerse antes del hecho. Y aunque él lo hace después, asegura que festejar así llama a los goles. Y no piensa cambiarlo.
El delantero, que lleva marcados seis tantos en el actual torneo (es el goleador absoluto del equipo), llegó luego del ascenso a Primera y arrancó el torneo siendo titular. Ese día anotó un gol ante Racing, a principio de año.
Una fecha después, le sacaron la tarjeta roja insólitamente ante Boca, cuando Atlético tenía controlado el partido. Allí, Cristian Menéndez, que había empezado en el banco le robó la titularidad y pese a algunos goles aislados nunca se movió de ahí.
En este torneo, sucedió algo similar. El entrerriano se fue expulsado en el debut de la temporada 2016/17 y tuvo que volver a remar desde atrás para conseguir otra vez un lugar en el equipo.
Su renacimiento empezó en la cancha de Independiente. Juan Manuel Azconzábal había hecho seis cambios ya que el equipo no respondía. Uno de los que ingresó fue Zampedri y no volvió a salir. Luego de un gran pase de Leandro González, el ex Juventud Unida (Gualeguaychú) la mató con el pecho y definió al segundo palo. “Este es uno de los mejores años de mi carrera pero no nos conformamos con esto. Queremos más”, declaró el goleador.
Su promedio de gol en el torneo es enciende las alarmas para las defensas rivales: marca cada 129 minutos. Cada vez que lo hizo Atlético no perdió: tres triunfos y dos empates. “Gracias a Dios (los goles) sirven a veces para ganar y ayudar al equipo. Además, esta vez pudimos despedirnos de nuestra gente con un triunfo”, explicó. Desde que llegó, se especializó en equipos grandes: convirtió ante Racing, Independiente y Boca. Además, convirtió ante Godoy Cruz, Quilmes y Unión. De sus goles y de su baile.
El delantero, que lleva marcados seis tantos en el actual torneo (es el goleador absoluto del equipo), llegó luego del ascenso a Primera y arrancó el torneo siendo titular. Ese día anotó un gol ante Racing, a principio de año.
Una fecha después, le sacaron la tarjeta roja insólitamente ante Boca, cuando Atlético tenía controlado el partido. Allí, Cristian Menéndez, que había empezado en el banco le robó la titularidad y pese a algunos goles aislados nunca se movió de ahí.
En este torneo, sucedió algo similar. El entrerriano se fue expulsado en el debut de la temporada 2016/17 y tuvo que volver a remar desde atrás para conseguir otra vez un lugar en el equipo.
Su renacimiento empezó en la cancha de Independiente. Juan Manuel Azconzábal había hecho seis cambios ya que el equipo no respondía. Uno de los que ingresó fue Zampedri y no volvió a salir. Luego de un gran pase de Leandro González, el ex Juventud Unida (Gualeguaychú) la mató con el pecho y definió al segundo palo. “Este es uno de los mejores años de mi carrera pero no nos conformamos con esto. Queremos más”, declaró el goleador.
Su promedio de gol en el torneo es enciende las alarmas para las defensas rivales: marca cada 129 minutos. Cada vez que lo hizo Atlético no perdió: tres triunfos y dos empates. “Gracias a Dios (los goles) sirven a veces para ganar y ayudar al equipo. Además, esta vez pudimos despedirnos de nuestra gente con un triunfo”, explicó. Desde que llegó, se especializó en equipos grandes: convirtió ante Racing, Independiente y Boca. Además, convirtió ante Godoy Cruz, Quilmes y Unión. De sus goles y de su baile.
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