11 Diciembre 2016
REUTERS
ESTAMBUL.- La explosión de dos bombas fuera de un estadio de fútbol, en el centro de la capital turca, dejó al menos 15 muertos y 69 heridos. Muchas de las víctimas fueron oficiales de la Policía que estaban custodiando los alrededores del estadio de Besiktas. Una hora antes de que se produjeran las detonaciones, el dueño de casa había enfrentado allí a Bursaspor. Se trata de dos de los equipos más populares del país.
Testigos declararon que habían escuchado dos explosiones fuera del Vodafone Arena, estadio ubicado en un extremo del Bósforo, en el centro de Estambul. Un fotógrafo de Reuters apuntó que numerosos oficiales de la Policía estaban gravemente heridos.
“Fue como un infierno. Las llamas se alzaban hacia el cielo. Estaba tomando té en un bar al lado de la mezquita cuando todo ocurrió”, sostuvo Omer Yilmaz, un empleado de la mezquita Dolmabahce.
Bien pertrechada, la Policía acordonó las calles que rodean el estadio. Un vehículo de la fuerza utilizó cañones de agua para limpiar los restos de autos quemados. Reducidos a hierros retorcidos, los coches habían quedado en la calle frente al edificio.
Turquía ha sido golpeada por una serie de atentados con bomba durante los últimos años. Algunos fueron atribuidos al Estado Islámico (EI) y otros a grupos militantes kurdos o extremistas de izquierda. Todo indica que de las explosiones registradas ayer participaron atacantes suicidas, pero hasta anoche ningún grupo se había adjudicado el golpe.
Los primeros datos oficiales fueron brindados por el ministro del Interior, Suleyman Soylu. Luego fue el propio presidente, Recep Tayyip Erdogan, el que enfrentó la cámara de CNN Türk para pasar en limpio la cantidad de víctimas. Mientras tanto, los directivos del club Besiktas condenaban enérgicamente los atentados.
“Hemos contactado a nuestros grupos de fans. Aparentemente no hay heridos entre ellos. Deseamos a todos los afectados una pronta recuperación”, publicó en Twitter la directiva de Bursaspor, donde actúa al mediocampista argentino Pablo Batalla (ver aparte).
En el momento de la explosión quedaban periodistas y deportistas dentro del estadio, pero prácticamente todos los hinchas se habían marchado. Se trata de un área con mucho tráfico, ubicada a pocas cuadras de la plaza de Taksim, centro de la vida nocturna durante los fines de semana.
Se sospecha que el objetivo del ataque eran los policías. El viernes se había realizado en toda Turquía un megaoperativo contra el crimen organizado, con la participación de 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad. (Reuters-DPA-Especial)
Testigos declararon que habían escuchado dos explosiones fuera del Vodafone Arena, estadio ubicado en un extremo del Bósforo, en el centro de Estambul. Un fotógrafo de Reuters apuntó que numerosos oficiales de la Policía estaban gravemente heridos.
“Fue como un infierno. Las llamas se alzaban hacia el cielo. Estaba tomando té en un bar al lado de la mezquita cuando todo ocurrió”, sostuvo Omer Yilmaz, un empleado de la mezquita Dolmabahce.
Bien pertrechada, la Policía acordonó las calles que rodean el estadio. Un vehículo de la fuerza utilizó cañones de agua para limpiar los restos de autos quemados. Reducidos a hierros retorcidos, los coches habían quedado en la calle frente al edificio.
Turquía ha sido golpeada por una serie de atentados con bomba durante los últimos años. Algunos fueron atribuidos al Estado Islámico (EI) y otros a grupos militantes kurdos o extremistas de izquierda. Todo indica que de las explosiones registradas ayer participaron atacantes suicidas, pero hasta anoche ningún grupo se había adjudicado el golpe.
Los primeros datos oficiales fueron brindados por el ministro del Interior, Suleyman Soylu. Luego fue el propio presidente, Recep Tayyip Erdogan, el que enfrentó la cámara de CNN Türk para pasar en limpio la cantidad de víctimas. Mientras tanto, los directivos del club Besiktas condenaban enérgicamente los atentados.
“Hemos contactado a nuestros grupos de fans. Aparentemente no hay heridos entre ellos. Deseamos a todos los afectados una pronta recuperación”, publicó en Twitter la directiva de Bursaspor, donde actúa al mediocampista argentino Pablo Batalla (ver aparte).
En el momento de la explosión quedaban periodistas y deportistas dentro del estadio, pero prácticamente todos los hinchas se habían marchado. Se trata de un área con mucho tráfico, ubicada a pocas cuadras de la plaza de Taksim, centro de la vida nocturna durante los fines de semana.
Se sospecha que el objetivo del ataque eran los policías. El viernes se había realizado en toda Turquía un megaoperativo contra el crimen organizado, con la participación de 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad. (Reuters-DPA-Especial)
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