11 Diciembre 2016
META. Diego Cagna está conforme, pero apuesta a que el equipo siga creciendo. foto de MATIAS NAPOLI ESCALERO (especial para la gaceta)
BUENOS AIRES, (Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva).- “De local hay que ganar. Pero también es importante ganar uno que otro partido de visitante, nos viene muy bien esto”. La frase de Diego Cagna refiere a los efectos benéficos del 2-0 sobre Flandria, una cosecha de a tres a domicilio que ya extrañaban y que sirve para paliar los puntos que se escaparon afuera y en su propia casa.
Después de la visita con triunfo a Atlético Paraná hace dos meses, se sucedieron la dura derrota ante el líder Guillermo Brown y los empates frente a Ferro, Central Córdoba e Independiente Rivadavia, este último cuando parecía ganado. Con la victoria del viernes, a San Martín los números le volvieron a sonreír: cerrará la fecha en la octava posición, con 25 puntos, y arriba en los promedios.
El “Santo” lleva nueve partidos invicto. Sin embargo, que el árbol no tape el bosque. Ante el “Canario”, un rival que venía cuesta abajo, en realidad le fue mejor en resultado que en rendimiento.
A los centrales le ganaron la espalda con facilidad -sobre todo por el lado de Rodrigo Moreira- y en pocos pasajes hubo fútbol asociado de tres cuartos para arriba. Para fortuna de San Martín, César Taborda clausuró su arco y Ramón Lentini tuvo la contundencia de su época en el Federal A.
Cagna reconoció los puntos débiles. Ante una consulta sobre los errores defensivos, señaló: “siempre te preocupan, siempre uno quiere que el equipo haga las cosas bien; esta vez por suerte cuando se dieron esos errores no nos convirtieron”. “Igual no hay que achacarle todo a la defensa, esto es un conjunto y todos tenemos que tratar de atacar y de defender. Así que no es un tema de la defensa en sí”, dijo.
Y acerca de las dificultades de San Martín para hacerse de la pelota frente a Flandria, afirmó: “nos costó, sobre todo en los primeros 20 minutos. Cuando empezamos a tocar la pelota más tranquilos empezamos a desequilibrar y complicar al rival. Los jugadores tienen que darse cuenta que cuando juegan lastiman”.
El DT, como es natural, prefiere ver el vaso medio lleno. Y a la hora de trazar un balance de lo que viene haciendo su equipo en el certamen, destacó cualidades grupales y de carácter, que se hicieron presente en cancha de Flandria aun en la escasez de juego. “El equipo ha ido creciendo partido a partido, ha sido eso, un equipo, en las buenas y en las malas está bien plantado y demuestra personalidad”, analizó.
Lo cierto es que San Martín empezó con el pie derecho la semana en la que cerrará la competencia de este año y permitirá avizorar para qué está en 2017. Ahora es el turno de pensar en Juventud Unida de Gualeguaychú, huésped el miércoles, a las 21.30, en La Ciudadela.
Después de la visita con triunfo a Atlético Paraná hace dos meses, se sucedieron la dura derrota ante el líder Guillermo Brown y los empates frente a Ferro, Central Córdoba e Independiente Rivadavia, este último cuando parecía ganado. Con la victoria del viernes, a San Martín los números le volvieron a sonreír: cerrará la fecha en la octava posición, con 25 puntos, y arriba en los promedios.
El “Santo” lleva nueve partidos invicto. Sin embargo, que el árbol no tape el bosque. Ante el “Canario”, un rival que venía cuesta abajo, en realidad le fue mejor en resultado que en rendimiento.
A los centrales le ganaron la espalda con facilidad -sobre todo por el lado de Rodrigo Moreira- y en pocos pasajes hubo fútbol asociado de tres cuartos para arriba. Para fortuna de San Martín, César Taborda clausuró su arco y Ramón Lentini tuvo la contundencia de su época en el Federal A.
Cagna reconoció los puntos débiles. Ante una consulta sobre los errores defensivos, señaló: “siempre te preocupan, siempre uno quiere que el equipo haga las cosas bien; esta vez por suerte cuando se dieron esos errores no nos convirtieron”. “Igual no hay que achacarle todo a la defensa, esto es un conjunto y todos tenemos que tratar de atacar y de defender. Así que no es un tema de la defensa en sí”, dijo.
Y acerca de las dificultades de San Martín para hacerse de la pelota frente a Flandria, afirmó: “nos costó, sobre todo en los primeros 20 minutos. Cuando empezamos a tocar la pelota más tranquilos empezamos a desequilibrar y complicar al rival. Los jugadores tienen que darse cuenta que cuando juegan lastiman”.
El DT, como es natural, prefiere ver el vaso medio lleno. Y a la hora de trazar un balance de lo que viene haciendo su equipo en el certamen, destacó cualidades grupales y de carácter, que se hicieron presente en cancha de Flandria aun en la escasez de juego. “El equipo ha ido creciendo partido a partido, ha sido eso, un equipo, en las buenas y en las malas está bien plantado y demuestra personalidad”, analizó.
Lo cierto es que San Martín empezó con el pie derecho la semana en la que cerrará la competencia de este año y permitirá avizorar para qué está en 2017. Ahora es el turno de pensar en Juventud Unida de Gualeguaychú, huésped el miércoles, a las 21.30, en La Ciudadela.
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