11 Diciembre 2016
La acusación es falsa desde su origen. Esta causa empieza con una denuncia de Susana Trimarco ante la Unidad de Investigación Financiera, pasa a la Procelac, después al juez Fernando Poviña, y por último al fiscal Carlos Brito. Nunca hubo un control real de la investigación por parte del fiscal. Además, la UIF violó el procedimiento, puesto que no pueden no avisar que iniciarán una investigación para que el acusado pueda defenderse.
Esta causa está armada. Tiene un neto contenido político. Lo había anticipado Trimarco después del fallo del juicio por la desaparición de su hija, dijo: “se salvaron aquí, pero de la Federal no se van a salvar”.
El fiscal Brito, después de haber recibido la causa, no ejerció un verdadero control. Dicen que se le remite la causa completa y en realidad sólo recibe el cuerpo 8 con pedidos de allanamientos sin verificar la veracidad de la denuncia.
A mi defendido se lo acusa de lavado de activos y asociación ilícita. Para que esto sea así, debe haber un delito precedente. Se intentó acusándolo por trata de personas, pero nunca se pudo comprobar, ni siquiera en la causa Íñigo.
La Cámara de Apelaciones nos dio la razón en un planteo que hicimos. Sostuvimos que nadie puede ser perseguido dos veces por el mismo delito. Ambos se absorben por el principio de la especificidad. ¿Entonces qué hace la banda? ¿Lava activos o comete delitos en banda? Ese fallo fue confirmado por la Cámara de Casación de la Nación.
No tiene asidero la acusación de asociación ilícita. No se pudo probar la comisión de otros delitos en general. Eso se pretendió sostener por el juez Poviña con la mención de causas por usurpación, amenazas de muerte, estafas, que están archivadas. Entonces me pregunto: ¿dónde están los otros delitos que cometió?
Con Rubén Ale se violaron todas las normas constitucionales y procesales. Pese a sus problemas de salud, lo llevaron al penal de Ezeiza y después lo trasladaron al hospital Avellaneda que tampoco tenía los medios necesarios para recibir una buena atención. Ahora, sigue estando mal de salud, pero se encuentra mejor.
Esta causa está armada. Tiene un neto contenido político. Lo había anticipado Trimarco después del fallo del juicio por la desaparición de su hija, dijo: “se salvaron aquí, pero de la Federal no se van a salvar”.
El fiscal Brito, después de haber recibido la causa, no ejerció un verdadero control. Dicen que se le remite la causa completa y en realidad sólo recibe el cuerpo 8 con pedidos de allanamientos sin verificar la veracidad de la denuncia.
A mi defendido se lo acusa de lavado de activos y asociación ilícita. Para que esto sea así, debe haber un delito precedente. Se intentó acusándolo por trata de personas, pero nunca se pudo comprobar, ni siquiera en la causa Íñigo.
La Cámara de Apelaciones nos dio la razón en un planteo que hicimos. Sostuvimos que nadie puede ser perseguido dos veces por el mismo delito. Ambos se absorben por el principio de la especificidad. ¿Entonces qué hace la banda? ¿Lava activos o comete delitos en banda? Ese fallo fue confirmado por la Cámara de Casación de la Nación.
No tiene asidero la acusación de asociación ilícita. No se pudo probar la comisión de otros delitos en general. Eso se pretendió sostener por el juez Poviña con la mención de causas por usurpación, amenazas de muerte, estafas, que están archivadas. Entonces me pregunto: ¿dónde están los otros delitos que cometió?
Con Rubén Ale se violaron todas las normas constitucionales y procesales. Pese a sus problemas de salud, lo llevaron al penal de Ezeiza y después lo trasladaron al hospital Avellaneda que tampoco tenía los medios necesarios para recibir una buena atención. Ahora, sigue estando mal de salud, pero se encuentra mejor.
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