08 Diciembre 2016
Tenso final de una reunión entre los fiscales y Gandur por la seguridad en tribunales penales
El titular de la corte abandonó un encuentro con los investigadores cuando Navarro Dávila expresaba su punto de vista del problema. “No hay una custodia ni una vigilancia suficiente”, manifestó el ministro fiscal, quien habló de un “problema de vieja data”.
Estaba previsto que la reunión sea extensa porque se trataría un tema sensible como la seguridad de los tribunales penales. Sin embargo, no había pasado ni media hora cuando el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Gandur, se levantó de su silla y dio por finalizado el encuentro, después de que el fiscal Washington Navarro Dávila intentara dar a conocer su punto de vista de la situación. Los ocho fiscales que habían asistido a su despacho y el ministro fiscal, Edmundo Jiménez, salieron sorprendidos por esa reacción. Trascendió que Navarro Dávila podría recibir algún tipo de apercibimiento por esta situación.
Los fiscales, previa a la audiencia con el presidente de la Corte, mantuvieron una reunión y de allí partieron al encuentro. Llegaron y fueron recibidos por el vocal de la Corte Antonio Estofán. Luego ingresó a la sala Gandur, que apenas si saludó a los presentes, según confirmaron varias fuentes. Fue una seña de que el encuentro sería tenso.
Según se explicó después, Gandur se molestó con Navarro Dávila, quien había sufrido un robo en su fiscalía hace un mes. “Sentí un clima de hostilidad hacia mi persona en cuanto empecé a hablar”, dijo al abandonar el despacho del presidente de la Corte.
El propio Jiménez trató de resumir lo que había ocurrido puertas adentro durante los casi 25 minutos que duró el encuentro. “Le expresamos nuestras preocupaciones al presidente de la Corte respecto de las condiciones de seguridad del edificio, que está custodiado por una guardia policial bajo la órbita de la Corte y que requiere de una atención más segura”, repasó.
En ese sentido, remarcó que no sólo están expuestos expedientes y secuestros, sino el personal que trabaja en Tribunales. “Observamos que no hay una custodia ni una vigilancia suficiente. Por eso venimos a tratar de resolver un problema de vieja data”, agregó.
“La Corte nos expuso algunas de las medidas que tomó y le sugerimos algunas otras. Después el doctor Navarro Dávila hizo un planteo”, relató Jiménez, sin hacer mención al cruce entre ese fiscal y Gandur. “Allí quedó la audiencia; vamos a continuar para que los fiscales expongan sus observaciones. En definitiva lo que queremos es tener seguridad y que la misma sea más eficaz”, concluyó.
Ambiente tenso
Pero Navarro Dávila no fue tan diplomático a la hora de transmitir lo que sucedió durante la reunión. “Primero nos hicieron conocer las medias adoptadas a partir de este hecho en la fiscalía; algunas que ya están concretadas y otras que no. Después el señor ministro fiscal hizo una exposición sobre la situación de inseguridad que viven a diario los magistrados y el presidente nos concedió la palabra para escucharnos a los fiscales, lo cual me parecía un comportamiento aplaudible desde el punto de vista de que hasta ahora no había tenido conocimiento de lo que había hecho la Corte y tampoco se habían comunicado conmigo (después del robo)”, relató el fiscal.
Pero el ambiente cobró tensión cuando este tomó la palabra. “Intenté iniciar mi exposición, haciendo un panorama general y explicando que consideramos que había situaciones en las que no evidenciamos un acompañamiento por parte de la Corte o algunos pronunciamientos que creo que como magistrados nos merecemos. Eso le molestó mucho al señor presidente, que se enojó, me dijo que no me iba a permitir que me dirigiera en esos términos, se levantó y se fue”, aseguró.
“Me parece que es una falta de respeto a mi independencia interna y a mi posibilidad de expresarme. Por más que él sea el presidente de la Corte de Justicia, soy un fiscal y no voy a ser censurado por ninguna autoridad porque, como yo lo escuché a él, tengo el derecho de que se me escuche”, agregó Navarro Dávila, molesto por la reacción de la máxima autoridad del Poder Judicial.
“Acá a veces se malinterpreta y se personaliza agregó-, pero estamos en estado de derecho y en pleno ejercicio de la democracia, por lo tanto un fiscal puede expresarse libremente; él no me puede condicionar sobre lo que yo tengo que opinar o pensar. (Gandur) se levantó y dio por terminada la reunión de forma abrupta, lo cual nos generó sorpresa porque el encuentro no estaba planteado en esos términos”, cuestionó.
Navarro Dávila mencionó que también estaba presente Estofán y remarcó que este no adoptó la misma postura que Gandur. “Espero que recapacite el presidente y hubiese sido lindo que estén los demás miembros de la Corte y se labrara un acta que dé cuenta de lo que ocurrió, porque nunca hubo una expresión de falta de respeto que pudiera generar semejante reacción desmedida por parte del presidente”, expresó el fiscal. “Entiendo que él puede ejercer la autoridad pero no con esas imposiciones a censurar la opinión de un magistrado”, añadió.
En silencio
LA GACETA intentó conocer la opinión de Gandur sobre el tema. Reconoció que hubo un agravio y que todo lo sucedido habría quedadoregistrado en un acta que no fue difundida hasta el cierre de esta edición.
El presidente de la Corte tampoco pudo confirmar o descartar que haya iniciado un sumario para apercibir al fiscal Navarro Dávila, como trascendió ayer después del mediodía.
Los fiscales, previa a la audiencia con el presidente de la Corte, mantuvieron una reunión y de allí partieron al encuentro. Llegaron y fueron recibidos por el vocal de la Corte Antonio Estofán. Luego ingresó a la sala Gandur, que apenas si saludó a los presentes, según confirmaron varias fuentes. Fue una seña de que el encuentro sería tenso.
Según se explicó después, Gandur se molestó con Navarro Dávila, quien había sufrido un robo en su fiscalía hace un mes. “Sentí un clima de hostilidad hacia mi persona en cuanto empecé a hablar”, dijo al abandonar el despacho del presidente de la Corte.
El propio Jiménez trató de resumir lo que había ocurrido puertas adentro durante los casi 25 minutos que duró el encuentro. “Le expresamos nuestras preocupaciones al presidente de la Corte respecto de las condiciones de seguridad del edificio, que está custodiado por una guardia policial bajo la órbita de la Corte y que requiere de una atención más segura”, repasó.
En ese sentido, remarcó que no sólo están expuestos expedientes y secuestros, sino el personal que trabaja en Tribunales. “Observamos que no hay una custodia ni una vigilancia suficiente. Por eso venimos a tratar de resolver un problema de vieja data”, agregó.
“La Corte nos expuso algunas de las medidas que tomó y le sugerimos algunas otras. Después el doctor Navarro Dávila hizo un planteo”, relató Jiménez, sin hacer mención al cruce entre ese fiscal y Gandur. “Allí quedó la audiencia; vamos a continuar para que los fiscales expongan sus observaciones. En definitiva lo que queremos es tener seguridad y que la misma sea más eficaz”, concluyó.
Ambiente tenso
Pero Navarro Dávila no fue tan diplomático a la hora de transmitir lo que sucedió durante la reunión. “Primero nos hicieron conocer las medias adoptadas a partir de este hecho en la fiscalía; algunas que ya están concretadas y otras que no. Después el señor ministro fiscal hizo una exposición sobre la situación de inseguridad que viven a diario los magistrados y el presidente nos concedió la palabra para escucharnos a los fiscales, lo cual me parecía un comportamiento aplaudible desde el punto de vista de que hasta ahora no había tenido conocimiento de lo que había hecho la Corte y tampoco se habían comunicado conmigo (después del robo)”, relató el fiscal.
Pero el ambiente cobró tensión cuando este tomó la palabra. “Intenté iniciar mi exposición, haciendo un panorama general y explicando que consideramos que había situaciones en las que no evidenciamos un acompañamiento por parte de la Corte o algunos pronunciamientos que creo que como magistrados nos merecemos. Eso le molestó mucho al señor presidente, que se enojó, me dijo que no me iba a permitir que me dirigiera en esos términos, se levantó y se fue”, aseguró.
“Me parece que es una falta de respeto a mi independencia interna y a mi posibilidad de expresarme. Por más que él sea el presidente de la Corte de Justicia, soy un fiscal y no voy a ser censurado por ninguna autoridad porque, como yo lo escuché a él, tengo el derecho de que se me escuche”, agregó Navarro Dávila, molesto por la reacción de la máxima autoridad del Poder Judicial.
“Acá a veces se malinterpreta y se personaliza agregó-, pero estamos en estado de derecho y en pleno ejercicio de la democracia, por lo tanto un fiscal puede expresarse libremente; él no me puede condicionar sobre lo que yo tengo que opinar o pensar. (Gandur) se levantó y dio por terminada la reunión de forma abrupta, lo cual nos generó sorpresa porque el encuentro no estaba planteado en esos términos”, cuestionó.
Navarro Dávila mencionó que también estaba presente Estofán y remarcó que este no adoptó la misma postura que Gandur. “Espero que recapacite el presidente y hubiese sido lindo que estén los demás miembros de la Corte y se labrara un acta que dé cuenta de lo que ocurrió, porque nunca hubo una expresión de falta de respeto que pudiera generar semejante reacción desmedida por parte del presidente”, expresó el fiscal. “Entiendo que él puede ejercer la autoridad pero no con esas imposiciones a censurar la opinión de un magistrado”, añadió.
En silencio
LA GACETA intentó conocer la opinión de Gandur sobre el tema. Reconoció que hubo un agravio y que todo lo sucedido habría quedadoregistrado en un acta que no fue difundida hasta el cierre de esta edición.
El presidente de la Corte tampoco pudo confirmar o descartar que haya iniciado un sumario para apercibir al fiscal Navarro Dávila, como trascendió ayer después del mediodía.
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