07 Diciembre 2016
FUNCIONAL. Claudio Vega se autodefinió como un delantero con buen manejo, capaz de llegar al área contraria por afuera. la gaceta / foto de franco vera
Aunque desde junio pasado era jugador de San Martín, Claudio Vega tuvo ayer su bautismo en el complejo “Natalio Mirkin”. El delantero de 27 años, nacido en Frías (Santiago del Estero), se sumó al plantel que dirige Diego Cagna, tras jugar a préstamo en el Federal B para Almirante Brown.
Vega se inició futbolísticamente en Fénix (de Pilar, un equipo de la Primera C metropolitana), donde hizo las inferiores. Luego jugó en Mitre, de Santiago del Estero; en San Lorenzo de Alem, de Catamarca, y en Concepción FC.
El atacante disfrutó un buen recibimiento por parte de sus nuevos compañeros. “Lo bueno es que no me costó demasiado entrar en el grupo. Tener la posibilidad de empezar a hacer fútbol con ellos allanó todos los caminos para sentirme uno más del plantel. Es normal que cuando uno se suma a un plantel ya conformado tiene el recelo de no saber cómo será recibido, pero a este trance lo superé rápidamente porque acá se nota que hay buenas personas”, indicó.
Vega, que tiene a su hermano Adrián jugando en Almirante Brown, se define como un futbolista al que le gusta tener mucho contacto con la pelota. “Puedo desempeñarme jugando por afuera y también lo puedo hacer como delantero de área. Trataré de hacerlo donde el técnico considere que puedo serle más útil al equipo. Ahora tengo que hacer méritos para que me tenga en cuenta”, sostuvo.
El atacante reconoce que llegar a San Martín lo llena de satisfacción. “Desde que empecé a jugar en Fénix me cautivó la idea de estar en una entidad del prestigio que tiene este club. Cuando en junio pasado, luego de firmar mi contrato por dos temporadas, acepté pasar a préstamo a Brown, lo hice con el convencimiento de que iba a poder mostrar mis condiciones y recargar las pilas para encarar con todo el 2017. Espero empezar a ganarme pronto el reconocimiento del cuerpo técnico”, sostuvo el delantero, que figura en la lista de buena fe de los “Santos” y en consecuencia no ocupará ninguno de los dos cupos que tienen los clubes de la B Nacional para reforzar sus planteles después del receso.
Vega se inició futbolísticamente en Fénix (de Pilar, un equipo de la Primera C metropolitana), donde hizo las inferiores. Luego jugó en Mitre, de Santiago del Estero; en San Lorenzo de Alem, de Catamarca, y en Concepción FC.
El atacante disfrutó un buen recibimiento por parte de sus nuevos compañeros. “Lo bueno es que no me costó demasiado entrar en el grupo. Tener la posibilidad de empezar a hacer fútbol con ellos allanó todos los caminos para sentirme uno más del plantel. Es normal que cuando uno se suma a un plantel ya conformado tiene el recelo de no saber cómo será recibido, pero a este trance lo superé rápidamente porque acá se nota que hay buenas personas”, indicó.
Vega, que tiene a su hermano Adrián jugando en Almirante Brown, se define como un futbolista al que le gusta tener mucho contacto con la pelota. “Puedo desempeñarme jugando por afuera y también lo puedo hacer como delantero de área. Trataré de hacerlo donde el técnico considere que puedo serle más útil al equipo. Ahora tengo que hacer méritos para que me tenga en cuenta”, sostuvo.
El atacante reconoce que llegar a San Martín lo llena de satisfacción. “Desde que empecé a jugar en Fénix me cautivó la idea de estar en una entidad del prestigio que tiene este club. Cuando en junio pasado, luego de firmar mi contrato por dos temporadas, acepté pasar a préstamo a Brown, lo hice con el convencimiento de que iba a poder mostrar mis condiciones y recargar las pilas para encarar con todo el 2017. Espero empezar a ganarme pronto el reconocimiento del cuerpo técnico”, sostuvo el delantero, que figura en la lista de buena fe de los “Santos” y en consecuencia no ocupará ninguno de los dos cupos que tienen los clubes de la B Nacional para reforzar sus planteles después del receso.
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