07 Diciembre 2016
ÉXITOS. Lavallén. FOTO LA GACETA.
Mientras los pequeños detalles contractuales iban afinándose al punto de desaparecer de la sección “puntos en conflicto”, en Tucumán comenzaban a preguntar dónde se realizará la conferencia de prensa de presentación de Pablo Lavallén, el nuevo técnico que tendrá Atlético desde hoy.
El ex defensor de River pisará suelo tucumano antes del mediodía. Con ticket aéreo en mano y reserva de hotel garantizada, el también ex entrenador de San Martín de San Juan llegará acompañado por su equipo de colaboradores: Javier Claut es su ayudante de campo; Javier Sodero, ex River entre 1992 y 1995, es el entrenador de arqueros; y Hernán Puerta, el preparador físico.
El plantel entrará en contacto con el técnico a partir de las 16.30, cuando se reúna en el complejo de Ojo de Agua, si el clima lo permite. Si ocurre lo contrario, con seguridad la cita entre DT y jugadores se hará a puertas cerradas en una cancha de fútbol 5. La conferencia de prensa pasará para el Monumental. Si no, será en Ojo de Agua. Pero todo está por verse.
En tanto, Atlético no puede desviarse de lo que será el encuentro del domingo, a las 21.15, con Quilmes, en el “José Fierro”. Allí el “Decano” buscará el segundo triunfo en fila, algo que no concreta desde las fechas 1 y 2 del campeonato, además de que en casa tampoco triunfa desde, precisamente, el 1-0 sobre Rafaela. Aquella fue la presentación en el torneo de 30 equipos.
Luciano Precone, de gran tarea como interino, le entregará el mando a Lavallén y este comenzará a diagramar (un poco a las apuradas) su debut oficial. Los objetivos del técnico y de la institución son más que conocidos.
Atlético encarará en 2017 uno de los momentos más importantes de su historia, con la participación en la fase clasificatoria de la Copa Libertadores. También jugará en paralelo la segunda parte del certamen de Primera, en el que deberá al menos ubicarse por encima de los 15 mejores equipos para no sufrir en el futuro: un nuevo torneo de transición de pocas fechas y al menos cinco descensos a la B Nacional, según los comentarios.
Lavallén sabe que tiene mucho trabajo por delante, con un plantel que supo ser protagonista y quiere volver a serlo.
El ex defensor de River pisará suelo tucumano antes del mediodía. Con ticket aéreo en mano y reserva de hotel garantizada, el también ex entrenador de San Martín de San Juan llegará acompañado por su equipo de colaboradores: Javier Claut es su ayudante de campo; Javier Sodero, ex River entre 1992 y 1995, es el entrenador de arqueros; y Hernán Puerta, el preparador físico.
El plantel entrará en contacto con el técnico a partir de las 16.30, cuando se reúna en el complejo de Ojo de Agua, si el clima lo permite. Si ocurre lo contrario, con seguridad la cita entre DT y jugadores se hará a puertas cerradas en una cancha de fútbol 5. La conferencia de prensa pasará para el Monumental. Si no, será en Ojo de Agua. Pero todo está por verse.
En tanto, Atlético no puede desviarse de lo que será el encuentro del domingo, a las 21.15, con Quilmes, en el “José Fierro”. Allí el “Decano” buscará el segundo triunfo en fila, algo que no concreta desde las fechas 1 y 2 del campeonato, además de que en casa tampoco triunfa desde, precisamente, el 1-0 sobre Rafaela. Aquella fue la presentación en el torneo de 30 equipos.
Luciano Precone, de gran tarea como interino, le entregará el mando a Lavallén y este comenzará a diagramar (un poco a las apuradas) su debut oficial. Los objetivos del técnico y de la institución son más que conocidos.
Atlético encarará en 2017 uno de los momentos más importantes de su historia, con la participación en la fase clasificatoria de la Copa Libertadores. También jugará en paralelo la segunda parte del certamen de Primera, en el que deberá al menos ubicarse por encima de los 15 mejores equipos para no sufrir en el futuro: un nuevo torneo de transición de pocas fechas y al menos cinco descensos a la B Nacional, según los comentarios.
Lavallén sabe que tiene mucho trabajo por delante, con un plantel que supo ser protagonista y quiere volver a serlo.