En la búsqueda de Milagros y su pequeño hijo sobrevuelan similitudes con casos anteriores
Pese a que aún existen esperanzas de hallarlos con vida, los investigadores encontraron puntos de contacto con otras desapariciones Los sospechosos, el vínculo de madres inseparables, los mensajes de celular y las búsquedas en internet son denominadores comunes
La sensación que sobrevuela los pasillos de Tribunales y los costados del Río Salí es la misma. Los funcionarios judiciales y los más de 100 policías que buscan a Milagros de los Ángeles Avellaneda y a su pequeño hijo de casi dos años, tienen miedo. Es que ya son casi 40 los días en que no se tienen ninguna novedad sobre ellos. Y si bien no pierden las esperanzas, saben que los indicios no son alentadores, y no pueden evitar que el recuerdo de algunas causas sobrevuelen la búsqueda.
El vínculo sentimental
El caso más cercano en el tiempo- es el de Gabriela Moreno, una mujer de 27 años que desapareció en enero de 2015. Según denunciaron sus padres, ella salió a encontrarse con Juan Héctor Barrionuevo, su ex pareja. Llevaba en una bolsa ropa de los dos hijos de ambos, que estaban de vacaciones en ese momento con él. Nunca volvió. Entre los numerosos allanamientos que realizaron para buscarla, los Policías incluso ingresaron a la casa del hombre, rompieron un piso de cemento y comenzaron a cavar. Pese a que aún no se sabe nada de ella, la fiscala Adriana Giannoni ordenó la detención de su ex.
Milagros, por su parte, salió el 28 de octubre a encontrarse con Roberto Carlos Rejas, de 30 años, algo que él admitió. Amigas cercanas a la muchacha deslizaron la posibilidad de que hubieran tenido una relación y de que él fuera el padre del niño que desapareció. Si bien Rejas juró que no le hizo daño, la fiscala María del Carmen Reuter siguió el mismo camino de Giannoni y pidió la detención de la última persona que la había visto. En los dos casos, los sospechosos son hombres a los que vincularon sentimentalmente a las mujeres desaparecidas.
En el auto de Rejas la prueba del luminol -un estudio que busca restos de sangre- dio positivo. Además, allí encontraron pelo largo. Otro de los hechos que llevaron a sospechar de él es que Milagros le envió un audio a una amiga esa misma noche, donde decía que Rejas le estaba pegando. Está acusado de privación ilegítima de la libertad, doble homicidio agravado por alevosía y por violencia de género.
Mensajes y búsquedas
Marcela Chiaro desapareció el 13 de febrero de 2012. Su pareja, el veterinario Luis Corral, corrió a los brazos de su amante, Paola Castro, que estaba dando a luz al hijo de ambos en Salta. Cuando los flamantes padres volvieron a la provincia, quedaron tras las rejas por orden del fiscal Guillermo Herrera, quien luego solicitó para ellos la prisión preventiva, pese a que no se había encontrado aún el cuerpo. Como en el caso de Milagros, el hallazgo de rastros de sangre en la veterinaria y en la casa de Castro fue fundamental, aún sin saber nada de las ella. Además, a todos llamó la atención la situación de hija de Chiaro, de dos años. Todos los allegados sabían que eran inseparables, como lo era Milagros con sus dos hijos. Sin embargo, en noviembre, el más grande cumplió siete años y ella no fue.
Como en el caso de Milagros, también hay un mensaje de texto que incrimina al sospechoso. “Me mandé una macana”, habría escrito Caro a su amante el día en que desapareció Chiaro. Por otro lado, se sabe que Corral buscó en internet sobre componentes que aceleran la descomposición de un cuerpo. Las fuentes indicaron que las búsquedas en Google que realizó el sospechoso en el caso Milagros también lo incriminan.
Acusaciones
Betty Argañaraz desapareció la mañana del 31 de julio de 2006, cuando se dirigía al colegio en el que trabajaba. Jamás llegó. Cuatro días después fueron detenidas Susana Acosta y Nélida Fernández, dos ex monjas que trabajaban en el mismo establecimiento porque en el departamento de ambas encontraron sangre de Betty. Tres años después, las mujeres fueron condenadas a 20 años de prisión, lugar en el que luego se casaron. El caso fue paradigmático, ya que no sólo se detuvo a las sospechosas (como en el caso Milagros), sino que también se las condenó sin que se supiera adónde estaba Betty, algo que aún hoy, sigue siendo un misterio.
La buscaron hasta debajo del piso de la casa de su ex
Gabriela Moreno lleva casi dos años desaparecida. La Justicia tiene en la mira a la última persona que la vio, su ex pareja, como en el caso de Milagros Avellaneda. La familia de ella dijo que el acusado, Juan Héctor Barrionuevo, la agredía. La Policía llegó a romper el piso de la casa de él y cavar allí para encontrarla. También se realizaron otros allanamientos y se rastrilló la zona del Pozo de Vargas.
Luego de cuatro meses de búsqueda hallaron su cuerpo
El 13 de febrero de 2012 desapareció Marcela Chiaro. Cuatro meses después encontraron su cuerpo en un cañaveral. Su esposo, Luis Corral, tras denunciar que su esposa había abandonado el hogar, corrió a encontrarse con su amante que esperaba un hijo suyo. Como en el caso de Milagros, un mensaje de celular y una búsqueda en Google fueron tomadas por los investigadores para acusar a los sospechosos.
Una década después, todavía no saben dónde está
Beatriz “Betty” Argañaraz desapareció en julio de 2006 y jamás se la volvió a ver. En este caso, como en el de Milagros, la fiscalía acusó sin saber nada de la víctima. Incluso, se llegó más allá y las dos sospechosas fueron condenadas a 20 años de prisión, pese a que aún hoy no se sabe qué hicieron con el cuerpo de la víctima. En ambos casos la prueba del luminol, que busca sangre, dio positiva y resultó fundamental.