04 Diciembre 2016
CONTRARIADO. Cagna no podía entender cómo San Martín volvió a regalar dos puntos en la última jugada del partido. la gaceta / foto de inés quinteros orio
El gesto adusto de Diego Cagna al ingresar en la sala de conferencias de La Ciudadela lo decía todo. Habían pasado algunos minutos pero el entrenador seguía enojado, molesto por otros dos puntos que San Martín dejó en el camino de manera tonta, infantil. “Da bronca; mucha bronca. Teníamos el partido ganado y regalamos dos puntos más”, fueron sus primeras palabras cuando le pidieron sus sensaciones para un 1-1 que dolió más de la cuenta.
Igual que contra Independiente Rivadavia, San Martín dejó vivo a su rival y terminó sufriendo esos manotazos de ahogado de su víctima.
Si bien el “Santo” no había hecho un buen partido, ganaba ante un Santamarina que había llegado a La Ciudadela a defenderse. Por eso el DT estaba contrariado. “La bronca es porque no supimos mantener la diferencia. Le dimos un tiro libre sobre el final y terminamos pagándolo muy caro”, explicó Cagna admitiendo que a su equipo le faltaron ideas para abrir el doble vallado defensivo que dispuso la visita. “Cuando están 11 tipos metidos atrás se hace difícil. Teníamos que abrir la cancha e intentar penetrar por afuera; pero fallamos. En el segundo tiempo mejoramos un poco, nos pusimos en ventaja pero no pudimos mantener la diferencia”, agregó.
El DT quiere que el mal gusto pase rápido. “Ahora debemos pensar en corregir esos errores e ir a Buenos Aires a ganar, el próximo viernes. Debemos sumar la mayor cantidad de puntos hasta el final. Al campeonato le queda mucho por delante, pero no podemos seguir perdiendo puntos”, sentenció.
Igual que contra Independiente Rivadavia, San Martín dejó vivo a su rival y terminó sufriendo esos manotazos de ahogado de su víctima.
Si bien el “Santo” no había hecho un buen partido, ganaba ante un Santamarina que había llegado a La Ciudadela a defenderse. Por eso el DT estaba contrariado. “La bronca es porque no supimos mantener la diferencia. Le dimos un tiro libre sobre el final y terminamos pagándolo muy caro”, explicó Cagna admitiendo que a su equipo le faltaron ideas para abrir el doble vallado defensivo que dispuso la visita. “Cuando están 11 tipos metidos atrás se hace difícil. Teníamos que abrir la cancha e intentar penetrar por afuera; pero fallamos. En el segundo tiempo mejoramos un poco, nos pusimos en ventaja pero no pudimos mantener la diferencia”, agregó.
El DT quiere que el mal gusto pase rápido. “Ahora debemos pensar en corregir esos errores e ir a Buenos Aires a ganar, el próximo viernes. Debemos sumar la mayor cantidad de puntos hasta el final. Al campeonato le queda mucho por delante, pero no podemos seguir perdiendo puntos”, sentenció.