02 Diciembre 2016
LUCHARON JUNTOS. Guillermo Cádiz, 82, despide a su compañero. Reuters
CIEGO DE ÁVILA, Cuba.- Miles de emocionados cubanos cantando el himno nacional inundaron ayer calles y carreteras de la región central del país para despedir al líder revolucionario Fidel Castro, cuyo cortejo fúnebre avanzaba hacia su última morada en Santiago de Cuba.
Las cenizas de Castro, que murió el viernes a los 90 años, partieron de La Habana el miércoles recorriendo, en sentido opuesto, la “caravana de la libertad” liderada por el fallecido líder desde Santiago hacia la capital en 1959, tras el triunfo de la revolución.
Personas con lágrimas en los ojos portaban fotos de Castro y otros agitaban banderas de Cuba al grito de “¡Yo soy Fidel!”, mientras muchos niños llevaban su nombre escrito en las mejillas. “No hay analfabetismo, la salud es gratis. Las cosas no tienen por qué cambiar”, dijo Maritza Romero, una ingeniera petrolera de 49 años ante la pregunta de si la muerte del comandante guerrillero abrirá el camino a cambios en la isla de gobierno comunista.
Los restos de Castro, adorado y respetado por muchos, pero considerado un dictador por disidentes que emigraron a Miami, reposaron durante la noche junto a los de su compañero revolucionario el argentino-cubano Ernesto “Che” Guevara, que desde 1997 se encuentran en la ciudad de Santa Clara, en el centro de la isla.
“Con la muerte de Fidel, la Revolución debe seguir su rumbo, atrás ni para tomar impulso”, dijo Pedro Sánchez, de 81 años, que dijo ser ex combatiente del Ejército Rebelde y haber estado en la cárcel detenido por orden del dictador Fulgencio Batista.
El gobierno cubano ha sido elogiado por organismos internacionales por lograr un sistema de salud igualitario y una cobertura amplia de educación, pero criticado por su sistema de partido único y su economía bajo control del Estado, así como por la falta de libertades políticas.
El cortejo fúnebre que lleva las cenizas de Castro en una urna sobre una camioneta militar rodeada de flores blancas, pasó ayer por las provincias de Sancti Spíritus y Ciego de Ávila para dirigirse en la tarde hacia Camagüey, frente de batalla de la revolución en 1958, donde rebeldes comandados por Guevara y Camilo Cienfuegos combatieron al Ejército de Batista. Una vez finalizado el recorrido de casi 1.000 km, los restos de Castro reposarán en el cementerio Santa Ifigenia, cerca de la tumba de uno de sus grandes inspiradores: el héroe de la independencia cubana, José Martí. (Reuters)
Las cenizas de Castro, que murió el viernes a los 90 años, partieron de La Habana el miércoles recorriendo, en sentido opuesto, la “caravana de la libertad” liderada por el fallecido líder desde Santiago hacia la capital en 1959, tras el triunfo de la revolución.
Personas con lágrimas en los ojos portaban fotos de Castro y otros agitaban banderas de Cuba al grito de “¡Yo soy Fidel!”, mientras muchos niños llevaban su nombre escrito en las mejillas. “No hay analfabetismo, la salud es gratis. Las cosas no tienen por qué cambiar”, dijo Maritza Romero, una ingeniera petrolera de 49 años ante la pregunta de si la muerte del comandante guerrillero abrirá el camino a cambios en la isla de gobierno comunista.
Los restos de Castro, adorado y respetado por muchos, pero considerado un dictador por disidentes que emigraron a Miami, reposaron durante la noche junto a los de su compañero revolucionario el argentino-cubano Ernesto “Che” Guevara, que desde 1997 se encuentran en la ciudad de Santa Clara, en el centro de la isla.
“Con la muerte de Fidel, la Revolución debe seguir su rumbo, atrás ni para tomar impulso”, dijo Pedro Sánchez, de 81 años, que dijo ser ex combatiente del Ejército Rebelde y haber estado en la cárcel detenido por orden del dictador Fulgencio Batista.
El gobierno cubano ha sido elogiado por organismos internacionales por lograr un sistema de salud igualitario y una cobertura amplia de educación, pero criticado por su sistema de partido único y su economía bajo control del Estado, así como por la falta de libertades políticas.
El cortejo fúnebre que lleva las cenizas de Castro en una urna sobre una camioneta militar rodeada de flores blancas, pasó ayer por las provincias de Sancti Spíritus y Ciego de Ávila para dirigirse en la tarde hacia Camagüey, frente de batalla de la revolución en 1958, donde rebeldes comandados por Guevara y Camilo Cienfuegos combatieron al Ejército de Batista. Una vez finalizado el recorrido de casi 1.000 km, los restos de Castro reposarán en el cementerio Santa Ifigenia, cerca de la tumba de uno de sus grandes inspiradores: el héroe de la independencia cubana, José Martí. (Reuters)
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