28 Noviembre 2016
Una joven gitana de 15 años -quien se encuentra embarazada de su segundo hijo- se escapó el sábado del campamento en el que vivía para denunciar que su esposo y la familia de éste la agredían a golpes y la amenazaban.
Ante esta denuncia, la fiscala Adriana Giannoni -quien se encuentra de turno- la llamó inmediatamente para que declarara. En su despacho, la adolescente contó que es oriunda de Córdoba y que había llegado a Tucumán porque su padre había arreglado un casamiento. Si bien señaló que toda su familia política la agredía, explicó que la mayoría de los golpes y de las amenazas provenían de su marido, que es padre de sus dos hijos. “Es una esclavitud”, llegó a calificar, con lágrimas en los ojos, ante la mirada de la funcionaria.
Ante esta situación la fiscala, que es la única que lleva un registro de casos de violencia de género, les ordenó a los policías que la acompañaran a buscar sus cosas y luego la llevaran a un hogar para que se alojara temporalmente allí.
A la fuerza
Parecía que el infierno había terminado para la adolescente. Sin embargo, desde el hogar ayer secomunicaron con la fiscalía para informarle que habían tenido que llamar varias veces al 911 porque la familia de la víctima se había enterado de que ella estaba ahí, e intentaban llevársela a la fuerza al campamento.
Giannoni ordenó, entonces, a la Policía que protegiera a la joven madre. Por otro lado, se comunicó con sus padres para que vinieran desde Córdoba a buscarla y se la llevaran con ellos.
Ante esta denuncia, la fiscala Adriana Giannoni -quien se encuentra de turno- la llamó inmediatamente para que declarara. En su despacho, la adolescente contó que es oriunda de Córdoba y que había llegado a Tucumán porque su padre había arreglado un casamiento. Si bien señaló que toda su familia política la agredía, explicó que la mayoría de los golpes y de las amenazas provenían de su marido, que es padre de sus dos hijos. “Es una esclavitud”, llegó a calificar, con lágrimas en los ojos, ante la mirada de la funcionaria.
Ante esta situación la fiscala, que es la única que lleva un registro de casos de violencia de género, les ordenó a los policías que la acompañaran a buscar sus cosas y luego la llevaran a un hogar para que se alojara temporalmente allí.
A la fuerza
Parecía que el infierno había terminado para la adolescente. Sin embargo, desde el hogar ayer secomunicaron con la fiscalía para informarle que habían tenido que llamar varias veces al 911 porque la familia de la víctima se había enterado de que ella estaba ahí, e intentaban llevársela a la fuerza al campamento.
Giannoni ordenó, entonces, a la Policía que protegiera a la joven madre. Por otro lado, se comunicó con sus padres para que vinieran desde Córdoba a buscarla y se la llevaran con ellos.
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