27 Noviembre 2016
QUEJAS. Los vecinos se quejaron por la falta de presencia policial. LA GACETA/FOTO DE ANTONIO FERRONI
“Los vecinos a le pegaron una paliza brutal a esos dos. Especialmente al más chico. Es que la gente no aguanta más”, dijo María Laura Rodríguez, vecina del barrio Victoria al referirse al hecho que conmocionó la zona. Un niño de 12 años y otro mayor de 16 fueron aprehendidos luego de haber ingresado a robar a una vivienda.
El sol comenzaba a salir en avenida Alem al 1.600. Los vecinos habían denunciado al servicio 911 que en un domicilio de esa cuadra se estaba produciendo un robo. Cuando los uniformados llegaron al lugar se encontraron con un chico al que detuvieron cuando intentaba huir. Otro muchacho les informó que en el interior de la casa había otra persona que, con un cuchillo, estaba amenazando a su abuela de 60 años.
Los efectivos ingresaron a la vivienda y descubrieron que el sospechoso estaba intentando escapar por el fondo. Cuando observó a los policías, el adolescente, según los uniformados, amagó con extraer un arma de fuego, pero fue reducido.
Cuando los agentes esperaban la llegada de un móvil para trasladar a los detenidos a la seccional 13, familiares y vecinos de la víctima decidieron hacer justicia por mano propia. El mayor de los chicos se llevó la peor parte, ya que fue duramente golpeado por los más exaltados. El menor también recibió un castigo, pero los policías lograron protegerlo antes de que fuera seriamente lesionado.
“Los bestias estos la estaban amenazando a la señora con un cuchillo. El ‘changuito’, por lo que interpretamos, estaba vigilando que nadie viera lo que estaba haciendo. Parece mentira que siendo tan chico haga una cosa así. La gente no podía creer y por eso lo golpearon. Los policías le salvaron la vida a los dos”, dijo Marcos Martínez, otro de los vecinos que habló con LA GACETA sobre el robo.
La víctima fue atendida por personal de Emergencias, ya que sufrió una descompostura por la experiencia que había sufrido. El mayor de los detenidos también recibió atención médica por las lesiones.
Pese a haber terminado lastimado, el adolescente, acusado de robo agravado, fue encerrado en un calabozo. El menor, según confirmaron fuentes policiales y judiciales, al ser inimputable, fue entregado al cuidado de sus padres. El martes deberá presentarse ante un juez de Menores para que se le dicte las medidas tutelares que deberá cumplir.
Los vecinos no ocultaron su fastidio por lo que sucedió. “Estamos hartos de que nos roben. La Policía sólo aparece para defender a los ladrones”, se quejó María del Carmen Cruz.
Fernando Tolaba agregó: “acá hay todo tipo de robos. Desde arrebatos, pasando por asaltos y terminando por escruches. Encima, la mayoría de los delitos son cometidos por menores que salen a las horas de haber sido detenidos. Cómo no quieren que la gente los castigue y quiere matar a golpes”.
“Es una vergüenza lo que está ocurriendo en esta zona. Tenemos que reunirnos todos los vecinos y protestar una vez más por lo que sucede. El principal problema es que se sigue vendiendo drogas como caramelo y, mientras eso no se detenga, todo seguirá igual”, destacó Eduardo Mirabelles.
El sol comenzaba a salir en avenida Alem al 1.600. Los vecinos habían denunciado al servicio 911 que en un domicilio de esa cuadra se estaba produciendo un robo. Cuando los uniformados llegaron al lugar se encontraron con un chico al que detuvieron cuando intentaba huir. Otro muchacho les informó que en el interior de la casa había otra persona que, con un cuchillo, estaba amenazando a su abuela de 60 años.
Los efectivos ingresaron a la vivienda y descubrieron que el sospechoso estaba intentando escapar por el fondo. Cuando observó a los policías, el adolescente, según los uniformados, amagó con extraer un arma de fuego, pero fue reducido.
Cuando los agentes esperaban la llegada de un móvil para trasladar a los detenidos a la seccional 13, familiares y vecinos de la víctima decidieron hacer justicia por mano propia. El mayor de los chicos se llevó la peor parte, ya que fue duramente golpeado por los más exaltados. El menor también recibió un castigo, pero los policías lograron protegerlo antes de que fuera seriamente lesionado.
“Los bestias estos la estaban amenazando a la señora con un cuchillo. El ‘changuito’, por lo que interpretamos, estaba vigilando que nadie viera lo que estaba haciendo. Parece mentira que siendo tan chico haga una cosa así. La gente no podía creer y por eso lo golpearon. Los policías le salvaron la vida a los dos”, dijo Marcos Martínez, otro de los vecinos que habló con LA GACETA sobre el robo.
La víctima fue atendida por personal de Emergencias, ya que sufrió una descompostura por la experiencia que había sufrido. El mayor de los detenidos también recibió atención médica por las lesiones.
Pese a haber terminado lastimado, el adolescente, acusado de robo agravado, fue encerrado en un calabozo. El menor, según confirmaron fuentes policiales y judiciales, al ser inimputable, fue entregado al cuidado de sus padres. El martes deberá presentarse ante un juez de Menores para que se le dicte las medidas tutelares que deberá cumplir.
Los vecinos no ocultaron su fastidio por lo que sucedió. “Estamos hartos de que nos roben. La Policía sólo aparece para defender a los ladrones”, se quejó María del Carmen Cruz.
Fernando Tolaba agregó: “acá hay todo tipo de robos. Desde arrebatos, pasando por asaltos y terminando por escruches. Encima, la mayoría de los delitos son cometidos por menores que salen a las horas de haber sido detenidos. Cómo no quieren que la gente los castigue y quiere matar a golpes”.
“Es una vergüenza lo que está ocurriendo en esta zona. Tenemos que reunirnos todos los vecinos y protestar una vez más por lo que sucede. El principal problema es que se sigue vendiendo drogas como caramelo y, mientras eso no se detenga, todo seguirá igual”, destacó Eduardo Mirabelles.
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