27 Noviembre 2016
SESIONES ESPECIALES. El 6 de diciembre, el Congreso Nacional debatirá los proyectos para reformar Ganancias. DYN
Existe un consenso entre los expertos en tributos sobre la necesidad de actualizar las condiciones del Impuesto a las Ganancias, que el Gobierno nacional pretende modificar, mediante el debate parlamentario que se desarrollará en las sesiones extraordinarias del Congreso, previstas para el 6 de diciembre. Uno de los puntos más controvertidos es el valor del mínimo no imponible del impuesto que, en la actualidad, está en $ 42.318 anuales.
Según el especialista tucumano, Carlos Ernesto Yatzkaier, para que Ganancias vuelva a ser un tributo progresivo es clave determinar el umbral de gravabilidad, es decir a partir de qué nivel de renta un contribuyente tiene la obligación de aportar en el mantenimiento de los gastos del Estado.
El especialista afirmó que, tal como funciona ahora, Ganancias alcanza una porción del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), que en septiembre aumentó a $ 7.560, aunque también alcanza los valores de la línea de la pobreza, estimada por el Indec en $ 12.500, y de la línea de la indigencia, que el órgano estadístico fijó en $ 5.176.
Yatzkaier explicó a LA GACETA que, partiendo de un mínimo no imponible mensual de $ 3.526 (que resulta de dividir el piso anual de $ 42.318 en los 12 meses del año), Ganancias absorbe $ 2.384 del salario mínimo. En tanto, recalcó que si se hace el mismo cálculo con el monto que determina la línea de pobreza ($ 12.500), la proporción que se lleva Ganancias es de $ 4.929. De igual modo, el especialista advirtió que si se toma el valor de la línea de indigencia ($ 5.176), la porción que alcanza Ganancias es de $ 1.649.
“Si al mínimo no imponible vigente en 2000 se lo actualizara por el aumento del salario mínimo, el resultado sería de $ 162.000 anuales, o la suma de $ 13.500 mensuales. Estos montos están alejados de la propuesta de $ 48.666 que figura en el proyecto que envió el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional”, insistió el experto.
Las dos iniciativas para reformar Ganancias, la del oficialismo y la del Frente Renovador, que conduce el diputado nacional, Sergio Massa, se centran en los importes del mínimo no imponible y/o en la corrección de las escalas del tributo. “La actualización de estas pautas son un avance, pero no resultan suficientes”, analizó Yatzkaier.
En el proyecto oficial, según observó el experto, “hay un significativo retroceso en materia de deducciones”, al eliminar las cargas de familia (cónyuge, padres, etc.) y al limitar hasta los 18 años la deducción por hijo. “Esta medida desfinancia la educación universitaria, ya que un adolescente comienza sus estudios a esa edad y egresa, en promedio, entre los 25 y 26 años”, advirtió.
Por otro lado, el tributarista recalcó que “Ganancias reviste fuertes desigualdades, ya que sólo los trabajadores en relación de dependencia tienen un margen de no gravabilidad (el mínimo no imponible y la deducción especial), que es significativo, aunque no suficiente”. “El resto de la población (los autónomos, los monotributistas, etc.) sufre una presión muy superior e injustificada, que soslaya principios constitucionales de la tributación”, apuntó.
En relación a este punto, Yatzkaier se refirió al principio de razonabilidad que figura en el artículo 28 de la Constitución Nacional, según el cual “los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio”.
“Entre los principales cuestionamientos que deben ser tenidos en cuenta al momento de diseñar y reglamentar un impuesto sobre la renta, es cuidar expresamente los umbrales de gravabilidad para las personas físicas. Para las corporaciones el monto del impuesto deber ser justo y razonable, para evitar que su exceso repercuta en la reinversión y que no interfiera en el emprendimiento de nuevas actividades”, recomendó.
Por otro lado, Yatzkaier afirmó que “no es cierto” que la baja de la incidencia de Ganancias tenga uncosto fiscal de $ 27.000 millones que sostiene el Gobierno. “Oviamente puede ocurrir en las primeras etapas de la rebaja, pero la realidad indica que en tres o seis meses, el mayor poder adquisitivo de los contribuyentes se volcará al consumo y, con ello, se recuperará la recaudación mediante el IVA, Ingresos Brutos y Ganancias de las empresas que comercializan bienes de consumo”, concluyó el experto.
Según el especialista tucumano, Carlos Ernesto Yatzkaier, para que Ganancias vuelva a ser un tributo progresivo es clave determinar el umbral de gravabilidad, es decir a partir de qué nivel de renta un contribuyente tiene la obligación de aportar en el mantenimiento de los gastos del Estado.
El especialista afirmó que, tal como funciona ahora, Ganancias alcanza una porción del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), que en septiembre aumentó a $ 7.560, aunque también alcanza los valores de la línea de la pobreza, estimada por el Indec en $ 12.500, y de la línea de la indigencia, que el órgano estadístico fijó en $ 5.176.
Yatzkaier explicó a LA GACETA que, partiendo de un mínimo no imponible mensual de $ 3.526 (que resulta de dividir el piso anual de $ 42.318 en los 12 meses del año), Ganancias absorbe $ 2.384 del salario mínimo. En tanto, recalcó que si se hace el mismo cálculo con el monto que determina la línea de pobreza ($ 12.500), la proporción que se lleva Ganancias es de $ 4.929. De igual modo, el especialista advirtió que si se toma el valor de la línea de indigencia ($ 5.176), la porción que alcanza Ganancias es de $ 1.649.
“Si al mínimo no imponible vigente en 2000 se lo actualizara por el aumento del salario mínimo, el resultado sería de $ 162.000 anuales, o la suma de $ 13.500 mensuales. Estos montos están alejados de la propuesta de $ 48.666 que figura en el proyecto que envió el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional”, insistió el experto.
Las dos iniciativas para reformar Ganancias, la del oficialismo y la del Frente Renovador, que conduce el diputado nacional, Sergio Massa, se centran en los importes del mínimo no imponible y/o en la corrección de las escalas del tributo. “La actualización de estas pautas son un avance, pero no resultan suficientes”, analizó Yatzkaier.
En el proyecto oficial, según observó el experto, “hay un significativo retroceso en materia de deducciones”, al eliminar las cargas de familia (cónyuge, padres, etc.) y al limitar hasta los 18 años la deducción por hijo. “Esta medida desfinancia la educación universitaria, ya que un adolescente comienza sus estudios a esa edad y egresa, en promedio, entre los 25 y 26 años”, advirtió.
Por otro lado, el tributarista recalcó que “Ganancias reviste fuertes desigualdades, ya que sólo los trabajadores en relación de dependencia tienen un margen de no gravabilidad (el mínimo no imponible y la deducción especial), que es significativo, aunque no suficiente”. “El resto de la población (los autónomos, los monotributistas, etc.) sufre una presión muy superior e injustificada, que soslaya principios constitucionales de la tributación”, apuntó.
En relación a este punto, Yatzkaier se refirió al principio de razonabilidad que figura en el artículo 28 de la Constitución Nacional, según el cual “los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio”.
“Entre los principales cuestionamientos que deben ser tenidos en cuenta al momento de diseñar y reglamentar un impuesto sobre la renta, es cuidar expresamente los umbrales de gravabilidad para las personas físicas. Para las corporaciones el monto del impuesto deber ser justo y razonable, para evitar que su exceso repercuta en la reinversión y que no interfiera en el emprendimiento de nuevas actividades”, recomendó.
Por otro lado, Yatzkaier afirmó que “no es cierto” que la baja de la incidencia de Ganancias tenga uncosto fiscal de $ 27.000 millones que sostiene el Gobierno. “Oviamente puede ocurrir en las primeras etapas de la rebaja, pero la realidad indica que en tres o seis meses, el mayor poder adquisitivo de los contribuyentes se volcará al consumo y, con ello, se recuperará la recaudación mediante el IVA, Ingresos Brutos y Ganancias de las empresas que comercializan bienes de consumo”, concluyó el experto.
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