24 Noviembre 2016
LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
Según dijo José del Río, su defensor, estaba dispuesto a entregarse y que no sabía que había una orden de detención en su contra. “Cuando observó al personal, salió corriendo”, relató el comisario Marcelo Sallas, jefe de la división de Delitos contra las Personas, que detuvo al joven que está acusado de amenazar a la mujer que dormía en los hospitales por temor a que la atacara.
J. denunció en LA GACETA que desde hace varios meses su ex pareja la venía amenazando y lesionándola. Por temor a que cumpliera su promesa de matarla, decidió refugiarse junto al hijo de ambos de dos años en las salas de espera de diferentes centros de salud de la provincia durante los fines de semana. Luego de que se hiciera público su caso, y por orden de la Justicia, le designaron una custodia policial durante las 24 horas y pudo regresar a su hogar.
“El miedo no se fue. Siento que no voy a poder estar tranquila hasta que vea a mi ex tras las rejas por todo lo malo que nos hizo. Espero que pronto lo atrapen y no lo tengan sólo 10 días en un calabozo, sino que le den la prisión preventiva”, dijo la mujer cuando le confirmó a LA GACETA que volvería a su hogar cuando se le confirmó que le podrían custodia policial en su vivienda.
El detenido, según explicaron fuentes judiciales, acumula siete denuncias por amenazas y lesiones en contra de J. “La primera fue en 2012 y en esa oportunidad, la chica reconoció que había mentido para perjudicarlo porque él había decido decidido mantener una relación sentimental con otra mujer y más aún cuando se enteró que la chica está embarazada de tres meses”, comentó Del Río en una charla con LA GACETA.
La fiscala Adriana Reinoso Cuello ordenó su detención porque el sospechoso había violado la restricción de acercamiento que le habían dictado en su contra por las tres denuncias que realizó la víctima en este año y al menos otras tres de 2015. El subcomisario Cristian Peralta, los sargentos Luis Caro y Julio Figueroa, y el cabo Javier González esperaron horas en la zona para poder atraparlo.
Del Río dijo, además, que no cree que la víctima haya dormido en los hospitales, como afirmó: “Ella iba por los problemas de salud que tenía. Me gustaría aclarar esto porque puede complicar la situación de mi defendido. Solicitaremos informes a los hospitales donde dijo haber dormido para confirmarlo”.
El abogado insistió con que el joven casi no tenía contacto con la denunciante. “Él está en pareja con otra mujer y, en realidad, es permanentemente hostigado por la joven porque puso final a la relación afectiva. Por ese motivo, pediremos que se le realice una pericia psicológica para determinar si tiene tendencias a confabular”, informó.
El acusado declarará hoy ante la fiscala. Reinoso Cuello definirá si le solicita o no la detención y, si es así, tendrá 10 días hábiles para determinar si pide que se le dicte la prisión preventiva. “No conozco a fondo el expediente, pero si es que está acusado de amenazas y lesiones, no correspondería, ya que se tratan de delitos excarcelables”, concluyó el profesional.
J. denunció en LA GACETA que desde hace varios meses su ex pareja la venía amenazando y lesionándola. Por temor a que cumpliera su promesa de matarla, decidió refugiarse junto al hijo de ambos de dos años en las salas de espera de diferentes centros de salud de la provincia durante los fines de semana. Luego de que se hiciera público su caso, y por orden de la Justicia, le designaron una custodia policial durante las 24 horas y pudo regresar a su hogar.
“El miedo no se fue. Siento que no voy a poder estar tranquila hasta que vea a mi ex tras las rejas por todo lo malo que nos hizo. Espero que pronto lo atrapen y no lo tengan sólo 10 días en un calabozo, sino que le den la prisión preventiva”, dijo la mujer cuando le confirmó a LA GACETA que volvería a su hogar cuando se le confirmó que le podrían custodia policial en su vivienda.
El detenido, según explicaron fuentes judiciales, acumula siete denuncias por amenazas y lesiones en contra de J. “La primera fue en 2012 y en esa oportunidad, la chica reconoció que había mentido para perjudicarlo porque él había decido decidido mantener una relación sentimental con otra mujer y más aún cuando se enteró que la chica está embarazada de tres meses”, comentó Del Río en una charla con LA GACETA.
La fiscala Adriana Reinoso Cuello ordenó su detención porque el sospechoso había violado la restricción de acercamiento que le habían dictado en su contra por las tres denuncias que realizó la víctima en este año y al menos otras tres de 2015. El subcomisario Cristian Peralta, los sargentos Luis Caro y Julio Figueroa, y el cabo Javier González esperaron horas en la zona para poder atraparlo.
Del Río dijo, además, que no cree que la víctima haya dormido en los hospitales, como afirmó: “Ella iba por los problemas de salud que tenía. Me gustaría aclarar esto porque puede complicar la situación de mi defendido. Solicitaremos informes a los hospitales donde dijo haber dormido para confirmarlo”.
El abogado insistió con que el joven casi no tenía contacto con la denunciante. “Él está en pareja con otra mujer y, en realidad, es permanentemente hostigado por la joven porque puso final a la relación afectiva. Por ese motivo, pediremos que se le realice una pericia psicológica para determinar si tiene tendencias a confabular”, informó.
El acusado declarará hoy ante la fiscala. Reinoso Cuello definirá si le solicita o no la detención y, si es así, tendrá 10 días hábiles para determinar si pide que se le dicte la prisión preventiva. “No conozco a fondo el expediente, pero si es que está acusado de amenazas y lesiones, no correspondería, ya que se tratan de delitos excarcelables”, concluyó el profesional.
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Violencia de género