21 Noviembre 2016
EN LA CIMA. Enzo Servili, navegado por Fernando Tosi, logró su tercer podio consecutivo en tres carreras con el Mitsubishi. la gaceta / foto deosvaldo ripoll
Más allá del triunfo en la general para Enzo Servili, hubo otros ganadores en el Rally de Monteros. Uno de ello fue el local Samir Assaf (foto), que volvió a correr, esta vez con un VW Gol de la N-1. En su caso, fue segundo en la general, con lo que fuel piloto más veloz de los que manejaron autos de tracción simple. En esta división, el yerbabuenense Ernesto Lord, ya consagrado virtual campeón, dio rienda suelta a su alegría en la zona del podio, junto con su navegante Esteban Quinteros.
Bernardo Ortega (h) ganó en la A-6 y puso al rojo vivo la definición del título de la clase. A su vez, el local Andrés Luna se dio el gusto de vencer en casa, en la A-7.
Párrafo aparte para los hermanos Kamel y Karin Drube, ganadores de las divisiones A-5 y A-5s. Con su victoria, este último se coronó virtual campeón.
“Me siento bien, satisfecho. El auto no tuvo fallas y yo me sentí cómodo al manejarlo. Pero aunque gané, no me podía sentir feliz en el podio. Lo que les pasó a Miguel Reginato y a Diego Ruiz Elías fue tremendo. Me asusté mucho, y a toda la gente del rally también”.
Con la copa en la mano como vencedor de la clasificación general de la prueba de Monteros por el Campeonato Provincial, el concepcionense Enzo Servili trataba de mantener la calma luego de lo que le había tocado vivir. Es que, junto con su navegante Fernando Tosi, fueron los primeros en llegar al sitio donde sus colegas habían protagonizado un violento fuera de ruta con el Mitsubishi Lancer lanzado a 130 kilómetros por hora. En su loca carrera, el auto le pegó a un poste del tendido eléctrico y a otros de una cerca perimetral de una finca, hasta detener su marcha. No había público en el lugar. La máquina, bien preparada, con una jaula que cumplió su función y el Hans que llevaba el binomio, evitó una tragedia.
No obstante, la peor parte del golpe se la llevó Ruiz Elías, que sufrió triple fractura de codo y de muñeca, según se constató más tarde cuando fue trasladado al hospital Padilla (hoy lo operan en un sanatorio). El accidente motivó la inmediata acción de los servicios de seguridad y sanidad, advertidos por el propio Servili, que siguió camino para avisar del hecho en la mesa de control. Es que además de la urgencia médica, se abrió otra situación delicada: el coche, con la colisión, había tirado abajo el tendido eléctrico. Resolver ese asunto llevó, primero a los bomberos y a a la policía a hacer un cordón de resguardo, y luego a cuadrillas de la empresa EDET a trabajar con premura. La carrera se paró. Luego se reanudó, aunque con variantes según el organigrama.
El accidente ocurrió en el tramo 2, Puente Negro-Orán (en una zona de campos de arándanos). “El impacto fue terrible. Toqué una interna y el auto se puso de costado. Ya no pude recuperarlo. Valoro el haber invertido en hacer construir una jaula como corresponde. Eso nos salvó, porque podría haber sido peor. El Mitsubishi puede arreglarse. Aquí lo importante es que Diego se recupere. También destaco que todos los estamentos de la carrera funcionaron a la perfección“, contó Miguel que, en medio del duro momento que pasó, igual se consagró virtual campeón de la RC2N.
Tramos populares
Los tres tramos en los que se corrió la prueba de ayer contaron con el apoyo del público. Tanto en la Quebrada, como en Puente Negro-Oránb y El Cercado-Monteros, se pudo ver la pasión con la que se vive el rally en esa parte de la provincia.
Otro susto, por Morán
Como si lo de la dupla Reginato-Ruiz Elías no alcanzaba, también asustó a todos el golpe que se pegó Mauricio Morán con Karamatich, su navegante, al comando de un VW Gol, también dio que hablar. Fue en el tramo El Cercado-Monteros: un golpe seco contra una alcantarilla dejó al coche cruzado en el camino. La tripulación no tuvo secuelas graves.
Retiro en masa
Una vez ocurrido el accidente de Miguel Reginato, sus hijos Miguel (h) y Andrés, que estaban en carrera, decidieron retirarse. La situación pudo más que lo deportivo.
La próxima
El cierre de campeonato se producirá en Tafí del Valle, en diciembre. La plaza volverá a ser visitada, ya que allí se corrió esta temporada en abril.
Bernardo Ortega (h) ganó en la A-6 y puso al rojo vivo la definición del título de la clase. A su vez, el local Andrés Luna se dio el gusto de vencer en casa, en la A-7.
Párrafo aparte para los hermanos Kamel y Karin Drube, ganadores de las divisiones A-5 y A-5s. Con su victoria, este último se coronó virtual campeón.
“Me siento bien, satisfecho. El auto no tuvo fallas y yo me sentí cómodo al manejarlo. Pero aunque gané, no me podía sentir feliz en el podio. Lo que les pasó a Miguel Reginato y a Diego Ruiz Elías fue tremendo. Me asusté mucho, y a toda la gente del rally también”.
Con la copa en la mano como vencedor de la clasificación general de la prueba de Monteros por el Campeonato Provincial, el concepcionense Enzo Servili trataba de mantener la calma luego de lo que le había tocado vivir. Es que, junto con su navegante Fernando Tosi, fueron los primeros en llegar al sitio donde sus colegas habían protagonizado un violento fuera de ruta con el Mitsubishi Lancer lanzado a 130 kilómetros por hora. En su loca carrera, el auto le pegó a un poste del tendido eléctrico y a otros de una cerca perimetral de una finca, hasta detener su marcha. No había público en el lugar. La máquina, bien preparada, con una jaula que cumplió su función y el Hans que llevaba el binomio, evitó una tragedia.
No obstante, la peor parte del golpe se la llevó Ruiz Elías, que sufrió triple fractura de codo y de muñeca, según se constató más tarde cuando fue trasladado al hospital Padilla (hoy lo operan en un sanatorio). El accidente motivó la inmediata acción de los servicios de seguridad y sanidad, advertidos por el propio Servili, que siguió camino para avisar del hecho en la mesa de control. Es que además de la urgencia médica, se abrió otra situación delicada: el coche, con la colisión, había tirado abajo el tendido eléctrico. Resolver ese asunto llevó, primero a los bomberos y a a la policía a hacer un cordón de resguardo, y luego a cuadrillas de la empresa EDET a trabajar con premura. La carrera se paró. Luego se reanudó, aunque con variantes según el organigrama.
El accidente ocurrió en el tramo 2, Puente Negro-Orán (en una zona de campos de arándanos). “El impacto fue terrible. Toqué una interna y el auto se puso de costado. Ya no pude recuperarlo. Valoro el haber invertido en hacer construir una jaula como corresponde. Eso nos salvó, porque podría haber sido peor. El Mitsubishi puede arreglarse. Aquí lo importante es que Diego se recupere. También destaco que todos los estamentos de la carrera funcionaron a la perfección“, contó Miguel que, en medio del duro momento que pasó, igual se consagró virtual campeón de la RC2N.
Tramos populares
Los tres tramos en los que se corrió la prueba de ayer contaron con el apoyo del público. Tanto en la Quebrada, como en Puente Negro-Oránb y El Cercado-Monteros, se pudo ver la pasión con la que se vive el rally en esa parte de la provincia.
Otro susto, por Morán
Como si lo de la dupla Reginato-Ruiz Elías no alcanzaba, también asustó a todos el golpe que se pegó Mauricio Morán con Karamatich, su navegante, al comando de un VW Gol, también dio que hablar. Fue en el tramo El Cercado-Monteros: un golpe seco contra una alcantarilla dejó al coche cruzado en el camino. La tripulación no tuvo secuelas graves.
Retiro en masa
Una vez ocurrido el accidente de Miguel Reginato, sus hijos Miguel (h) y Andrés, que estaban en carrera, decidieron retirarse. La situación pudo más que lo deportivo.
La próxima
El cierre de campeonato se producirá en Tafí del Valle, en diciembre. La plaza volverá a ser visitada, ya que allí se corrió esta temporada en abril.