21 Noviembre 2016
MÁS FONDOS. Soria cree que la UTN debería tener más presupuesto.
La Universidad Tecnológica Nacional (UTN) recibió un apoyo financiero extra de $100 millones para el ejercicio 2017. Fue una de las 21 universidades beneficiadas con este monto que figura en una planilla B, que surgió unos días antes de la sesión en la que se aprobó el Presupuesto 2017.
En Tucumán funciona una de las 29 sedes regionales que tiene en todo el país. El decano, Walter Fabián Soria, dijo que de ese monto extra calcula que le tocarán unos $5 millones, además del proporcional que recibirá cuando se divida el presupuesto general.
Reconoció que al igual que la UNT y muchas otras universidades, gran parte del presupuesto se va en pago de salarios. “Es cierto que se aumentó el presupuesto los últimos años, pero se crearon varias universidades y ese incremento se fue a las nuevas”, opinó. Según los datos que manejan, el 50% de los ingenieros del país egresan de la Tecnológica.
“La ingeniería es un pilar en este país y consideramos que deberíamos tener mejor presupuesto”, reconoció Soria. Actualmente, la facultad que funciona en Tucumán dicta cinco carreras de ingeniería y también están en el proceso de transición hacia el ingreso “libre e irrestricto”, que consagró la modificación de la Ley de Educación Superior el año pasado.
“Demanda un costo $ 70 millones (en total para todas las sedes) y ya elevamos a la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) para que lo consideren. El seminario no se cobra, solo $ 200 por el material para cada una de las materias: Física, Química e Introducción. Estamos viendo la manera de eliminarlo porque el costo ahora lo absorbemos nosotros, pero esperamos que el Estado se haga cargo para poder garantizar la gratuidad”, manifestó el decano.
“El perfil nuestro es el de la universidad obrera y ese ADN se sigue conservando”, reconoció. Las diferencias entre la facultad de Ciencias Exactas de la UNT y la Tecnológica es la parte práctica. El decano reconoce que su fuerte es que están orientados más a la práctica. “Además, al sofware y a red de comunicaciones y ellos al hardware”, aclaró.
Los dos primeros años de cursado, según Soria, la deserción es alta. Según dijo, esto se da por dos razones: la escasa preparación con la que los chicos llegan desde el secundario y porque se deciden por otras carreras. “Estamos trabajando para no tener un desgranamiento los dos primeros años. Pero lo del secundario no se va a resolver de un año para otro”, dijo. En la UTN tienen identificadas las escuelas y colegios que mejor preparan a los alumnos. “Sabemos de dónde vienen los que fracasan y los que no, en qué ejes temáticos tienen dificultad o de qué colegio del interior vienen muy bien preparados”, explicó. Hoy cuentan -según el decano- con una tasa de egresos del 36%, que supera la media nacional. “La salida laboral es un problema macro, la demanda de ingenieros es altísima en todo el mundo. Los salarios varían y muchas veces dependen del que se prepara mejor”, analizó.
“Nuestra universidad también está bajo la lupa por algunos convenios”, reconoció Soria, en referencia a las denuncias que pesan sobre la administración de la regional de La Plata. Incluso, él mismo llevó el reclamo al seno del Consejo Superior de la UTN por un convenio que La Plata firmó con el ex gobernador José Alperovich por un proyecto de un acueducto y una planta de tratamiento de residuos cloacales para el sur de la provincia. “Si se demuestra que no estuvo ajustado a los procedimientos administrativos -que es bastante creíble- entonces se utilizó mal al Estado mismo”, añadió Soria.
Esto sucedió en 2013 y generó polémica porque ese convenio excluyó a profesionales de la provincia. Además, también hubo sospechas por los montos y porque ingresaban a la facultad a través de una fundación. Pero, además, otras denuncias que se conocieron este año vinculan a la actual gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, en un supuesto desvío de $ 22 millones desde el Ministerio de Desarrollo de la Nación a la UTN-Regional La Plata, por una consultoría para el Plan Argentina Trabaja.
“No está mal que haya convenios entre el Gobierno y las universidades porque parte de su rol es el de la transferencia en proyectos de tecnología. Somos consultores de privilegio del Estado. El tema es cuando a través de estos convenios ingresa dinero y no se ejecutan o entra por una fundación”, explicó Soria, quien aseguró que por estos casos de falta de transparencia todo el resto “queda bajo la lupa”.
En Tucumán funciona una de las 29 sedes regionales que tiene en todo el país. El decano, Walter Fabián Soria, dijo que de ese monto extra calcula que le tocarán unos $5 millones, además del proporcional que recibirá cuando se divida el presupuesto general.
Reconoció que al igual que la UNT y muchas otras universidades, gran parte del presupuesto se va en pago de salarios. “Es cierto que se aumentó el presupuesto los últimos años, pero se crearon varias universidades y ese incremento se fue a las nuevas”, opinó. Según los datos que manejan, el 50% de los ingenieros del país egresan de la Tecnológica.
“La ingeniería es un pilar en este país y consideramos que deberíamos tener mejor presupuesto”, reconoció Soria. Actualmente, la facultad que funciona en Tucumán dicta cinco carreras de ingeniería y también están en el proceso de transición hacia el ingreso “libre e irrestricto”, que consagró la modificación de la Ley de Educación Superior el año pasado.
“Demanda un costo $ 70 millones (en total para todas las sedes) y ya elevamos a la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) para que lo consideren. El seminario no se cobra, solo $ 200 por el material para cada una de las materias: Física, Química e Introducción. Estamos viendo la manera de eliminarlo porque el costo ahora lo absorbemos nosotros, pero esperamos que el Estado se haga cargo para poder garantizar la gratuidad”, manifestó el decano.
“El perfil nuestro es el de la universidad obrera y ese ADN se sigue conservando”, reconoció. Las diferencias entre la facultad de Ciencias Exactas de la UNT y la Tecnológica es la parte práctica. El decano reconoce que su fuerte es que están orientados más a la práctica. “Además, al sofware y a red de comunicaciones y ellos al hardware”, aclaró.
Los dos primeros años de cursado, según Soria, la deserción es alta. Según dijo, esto se da por dos razones: la escasa preparación con la que los chicos llegan desde el secundario y porque se deciden por otras carreras. “Estamos trabajando para no tener un desgranamiento los dos primeros años. Pero lo del secundario no se va a resolver de un año para otro”, dijo. En la UTN tienen identificadas las escuelas y colegios que mejor preparan a los alumnos. “Sabemos de dónde vienen los que fracasan y los que no, en qué ejes temáticos tienen dificultad o de qué colegio del interior vienen muy bien preparados”, explicó. Hoy cuentan -según el decano- con una tasa de egresos del 36%, que supera la media nacional. “La salida laboral es un problema macro, la demanda de ingenieros es altísima en todo el mundo. Los salarios varían y muchas veces dependen del que se prepara mejor”, analizó.
“Nuestra universidad también está bajo la lupa por algunos convenios”, reconoció Soria, en referencia a las denuncias que pesan sobre la administración de la regional de La Plata. Incluso, él mismo llevó el reclamo al seno del Consejo Superior de la UTN por un convenio que La Plata firmó con el ex gobernador José Alperovich por un proyecto de un acueducto y una planta de tratamiento de residuos cloacales para el sur de la provincia. “Si se demuestra que no estuvo ajustado a los procedimientos administrativos -que es bastante creíble- entonces se utilizó mal al Estado mismo”, añadió Soria.
Esto sucedió en 2013 y generó polémica porque ese convenio excluyó a profesionales de la provincia. Además, también hubo sospechas por los montos y porque ingresaban a la facultad a través de una fundación. Pero, además, otras denuncias que se conocieron este año vinculan a la actual gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, en un supuesto desvío de $ 22 millones desde el Ministerio de Desarrollo de la Nación a la UTN-Regional La Plata, por una consultoría para el Plan Argentina Trabaja.
“No está mal que haya convenios entre el Gobierno y las universidades porque parte de su rol es el de la transferencia en proyectos de tecnología. Somos consultores de privilegio del Estado. El tema es cuando a través de estos convenios ingresa dinero y no se ejecutan o entra por una fundación”, explicó Soria, quien aseguró que por estos casos de falta de transparencia todo el resto “queda bajo la lupa”.
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