19 Noviembre 2016
24 horas después de que encontraran un armario forzado, cada uno de los empleados de la fiscalía V° se sentó a revisar el número de IMEI de decenas de celulares que estaban secuestrados y que fueron encontrados tirados en el piso. Si bien su titular Washington Navarro Dávila no quiso hacer declaraciones porque a la causa la tiene otro fiscal, una fuente judicial confió que será un “trabajo de hormiga revisar qué se robaron del lugar y qué dejaron”, pero se encuentran tranquilos porque en ese armario sólo había pruebas: “nadie podría salvarse con asaltar ese lugar”
Según se pudo saber, el sumario interno consiste en comparar los sobres que encontraron tirados con las retenciones que constan en el libro de secuestros y en los expedientes de las causas. En el armario había alrededor de $ 15.000 (que se los robaron), cientos de celulares, armas, DVDs y papeles. Al parecer, los ladrones se llevaron un poco de cada cosa, pero los investigadores confían en que esto no desbaratará las causas.
“En el único caso que el robo podría complicar una causa es si se hubieran llevado algo y fuera la única prueba. Pero en la mayoría de las investigaciones, los sospechosos ya declararon y allí se les mostraron las pruebas, por lo que no pueden desconocerlas. Además, cuando se trabaja con estos elementos, generalmente se le realizan pericias y esos informes constan en los expedientes”, aseguró la misma fuente.
El robo fue constatado por una empleada el jueves a las 6.30. Sin embargo, aún se desconoce cuándo ocurrió, ya que el día anterior no hubo actividades allí por el “Día del Empleado Judicial”.
Con todo, se estima que ingresaron al edificio por una tapia que da a una construcción. Allí se hallaron varios de los teléfonos secuestrados. Para tener una magnitud de la cantidad que habían en el armario, “en cada causa se secuestran tres, cuatro o cinco” se explicó. Las pericias quedaron a cargo de Arnoldo Suasnábar, y están siendo seguidas de cerca por el ministro fiscal Edmundo Jiménez.
Según se pudo saber, el sumario interno consiste en comparar los sobres que encontraron tirados con las retenciones que constan en el libro de secuestros y en los expedientes de las causas. En el armario había alrededor de $ 15.000 (que se los robaron), cientos de celulares, armas, DVDs y papeles. Al parecer, los ladrones se llevaron un poco de cada cosa, pero los investigadores confían en que esto no desbaratará las causas.
“En el único caso que el robo podría complicar una causa es si se hubieran llevado algo y fuera la única prueba. Pero en la mayoría de las investigaciones, los sospechosos ya declararon y allí se les mostraron las pruebas, por lo que no pueden desconocerlas. Además, cuando se trabaja con estos elementos, generalmente se le realizan pericias y esos informes constan en los expedientes”, aseguró la misma fuente.
El robo fue constatado por una empleada el jueves a las 6.30. Sin embargo, aún se desconoce cuándo ocurrió, ya que el día anterior no hubo actividades allí por el “Día del Empleado Judicial”.
Con todo, se estima que ingresaron al edificio por una tapia que da a una construcción. Allí se hallaron varios de los teléfonos secuestrados. Para tener una magnitud de la cantidad que habían en el armario, “en cada causa se secuestran tres, cuatro o cinco” se explicó. Las pericias quedaron a cargo de Arnoldo Suasnábar, y están siendo seguidas de cerca por el ministro fiscal Edmundo Jiménez.
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