“Antes de cualquier ayuda financiera, primero se tienen que ver los cambios”

“Antes de cualquier ayuda financiera, primero se tienen que ver los cambios”

Una delegación de técnicos de la Nación indaga sobre las cuentas del Rectorado. Harán un plan de contingencia Gimelli, jefe de Gabinete del área de Políticas Universitarias, consideró que la UNT debe replantear el gasto

COMPROMISO. Gimelli encabezó ayer la comitiva de funcionarios nacionales que analizará las cuentas de la UNT. la gaceta / Foto de José Nuno COMPROMISO. Gimelli encabezó ayer la comitiva de funcionarios nacionales que analizará las cuentas de la UNT. la gaceta / Foto de José Nuno
16 Noviembre 2016
“Un esfuerzo grande”. Así definió Mario Gimelli, jefe de Gabinete de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) de la Nación, lo que de aquí en adelante deberá hacer la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) para salir del déficit de arrastre. “Estamos buscando con los distintos actores que asuman el rol y la responsabilidad de una situación compleja, y les pedimos que pongan todo lo que tienen que poner, que es mucho, pasar salir de este problema coyuntural”, manifestó el funcionario.

Ayer, las autoridades universitarias recibieron a parte de la comitiva de técnicos de la SPU que hasta mañana analizarán de cerca las cuentas. Gimelli encabezó las reuniones con el Rectorado, los decanos, personal del gabinete rectoral y los especialistas del área Económica. La meta es ordenar los números para achicar el gasto.

“Vinimos a manifestarles el compromiso que tiene la SPU para que la UNT salga adelante, pero con el firme convencimiento de que el apoyo nuestro va a estar condicionado al apoyo que las propias autoridades hagan. Es un esfuerzo muy grande que no va a tener frutos si todo el mundo no se compromete de la misma manera”, mencionó el funcionario nacional, que ayer por la noche tenía previsto su regreso a Buenos Aires. Quedarán hasta mañana sólo técnicos.

Gimelli relativizó los números del déficit y aseguró que no tienen uno definitivo, pero que “indudablemente es el déficit más importante”.

- ¿Qué cifras manejan?

- Estamos en $ 200 millones de déficit y se espera que se replique igual en 2017. La foto completa puede darte $ 300 millones.

Eso sí, reconoció que no tienen todavía toda la información y la están solicitando a la UNT. Además, aclaró que antes de cualquier ayuda financiera, primero se tienen que ver los cambios. “Queremos un compromiso y que se empiecen a cambiar algunas costumbres y hábitos administrativos porque hay que dar cuenta de la inversión de los fondos, que es un principio republicano. Queremos saber cuál es la situación y poder decir: ‘listo, vamos a poner en este marco’”, argumentó. Gimelli remarcó que la misma exigencia se les hizo a todas universidades del país.

- ¿Cuáles son las tres acciones más urgentes?

- Los tres ejes fundamentales son la racionalización administrativa, el compromiso solidario de toda la comunidad universitaria y la importancia de que tiene que haber un proceso de autoevaluación y de evaluación externa, para posibilitar trazar una línea para los próximos años.

- ¿Es posible una universidad sin déficit?

- Hay tantas cosas que puede hacer el sistema universitario que probablemente siempre tenga que ser deficitaria y estaría bien. El problema son las causas del déficit: si las causas son porque hiciste un montón de cosas que han redundado en beneficio de la sociedad o porque no se han administrado bien los fondos. Es distinto. Con esto no digo que las universidades tienen que promover el déficit.

- ¿Cómo considera que se manejaron los fondos YMAD?

- No abro juicio de si hubo o no mal manejo de fondos; supongamos que no haya habido malversación, me parece que la principal falencia en el manejo de los fondos fue que se hicieron inversiones en gastos corrientes. Que se repiten año a año; por ejemplo, más personal. Con una fuente de financiamiento que se sabía que en algún momento iba a terminar, no podés hacer inversiones en gastos corrientes porque si no te va a pasar lo que te pasa ahora. Es como en la economía familiar: si yo tengo un trabajo menos, entonces hay una doble alternativa: o me busco otro trabajo o achico los gastos.

- ¿Cuál fue el pedido concreto?

- Hoy tenemos reclamos de decanos que están en una situación de ahogo no solo en lo económico, sino por falta de personal. Y por ahí tenemos sobredimensionamiento de áreas. Reacomodar eso permitirá desempeñar mejor las funciones también en las áreas que están saturadas, porque no es una buena práctica y lleva a replicar eso.

- En este contexto, ¿qué pasa con las actividades culturales?

- La UNT hace un montón de cosas y muchas muy buenas. Antes tenía una fuente de financiamiento para hacer muchas de estas cosas y hoy no la tiene más. Tenemos que buscar una salida. Si tengo que cortar no voy a cortar una carrera. Si me preguntás si estoy de acuerdo que deje de hacer actividades culturales, voy a decir que no estoy de acuerdo. Tenemos que tratar de reordenar para tratar de cumplir las mismas funciones con un presupuesto que es el que tenemos. Hay que administrar bien. Hace unos meses hicimos un programa para coordinar actividades culturales en el ámbito universitario.

- ¿Por qué la UNT no recibió el apoyo extra con el que se benefició a 21 universidades nacionales?

- Tendrías que preguntarles a los autores de la planilla B, que no es para nada compartida con nosotros, con la gestión (de la SPU). Y sólo ver la planilla te das cuenta de que no tiene razonabilidad. Si me preguntás, me hubiese gustado que esté (la UNT) porque sabemos que el año que viene vamos a tener que darles fondos adicionales y entonces ya lo tendríamos cubierto.

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