13 Noviembre 2016
Nicholas Kristof / The New York Times
NUEVA YORK.- Está muy bien, si usted forma parte de la mayoría de casi el 52% de los votantes que apoyó a alguien diferente a Donald Trump; vaya y laméntese. Cuando un ex líder del Ku Klux Klan como David Duke está celebrando frívolamente un triunfo político de sus valores, ¿cómo podemos no condolernos por los nuestros? Sin embargo, nos guste o no, los estadounidenses tenemos un nuevo presidente electo, y es hora de levantar el ánimo. He visto elecciones pasadas que fueron consideradas el fin del mundo -incluso, en muchos círculos demócratas, el triunfo de Reagan de 1980- y la república sobrevivió. Esta vez, también, nuestras instituciones son más fuertes que ningún hombre. No somos la Alemania de Weimar.
Fue una desgracia que muchos republicanos hace ocho años trataran de hacer fracasar al presidente Barack Obama. Ese no es un camino a imitar. Hoy, tras perder, le debemos a nuestra nación apretar la mandíbula y darle una oportunidad al presidente electo Trump.
Tras decir eso, Trump ha hablado sobre revocar el Obamacare, deportar a millones de nuestros vecinos, instituir exámenes religiosos, anular las acciones de Obama sobre cambio climático e inclinar a la Suprema Corte hacia la derecha. ¿Cómo pueden responder los progresistas con algo diferente a la resistencia o la emigración? Conforme se volvía claro que Trump sería elegido, el sitio web de inmigración de Canadá colapsó por el tráfico excesivo. Es complicado, pero déjeme ofrecerle algunas razones para postergar su solicitud de visa:
• Trump es inexperto y hace declaraciones extremas, pero no es ideológico. Era partidario de la propia elección, luego sugirió que las mujeres deberían ser castigadas por someterse a un aborto, pero ninguna de ellas es una opinión esencial en él. Es un oportunista. Fanfarroneó sobre construir un muro y prohibir el ingreso de musulmanes, pero no hará ninguna de las dos cosas, porque son inviables. (El muro costaría U$S 25.000 millones.)
• El área en la cual Trump sería más peligroso es asuntos exteriores, porque ahí puede actuar en gran medida a voluntad, sin restricciones de ley. Sin embargo, es perfectamente posible que Trump designe como secretario de Estado a un republicano experimentado como Richard Haass, con Stephen Hadley como secretario de Defensa, indicando así que los adultos están a cargo de la política exterior.
• El pensar en Trump con los códigos nucleares es aterrador; pero si Trump diera una orden alocada, nadie sabe si sus colaboradores la eludirían. En 1974, cuando el presidente Richard Nixon estaba bebiendo mucho durante la crisis del Watergate, su secretario de Defensa, James Schlesinger, ordenó a los militares no obedecer ninguna instrucción presidencial para un ataque nuclear sin verificar más.
• Los demócratas se apresuran a caricaturizar a los simpatizantes de Trump como seres deplorables. Cierto, algunos son racistas o misóginos, pero muchos son personas buenas que habían votado por Obama en el pasado. Mi ciudad natal rural, Yamhill, Oregón, es favorable a Trump, y yo puedo decirle: los votantes ahí no son todos monstruos intolerantes, sino personas bien intencionadas afectadas por los cambios económicos como la desaparición de los empleos manufactureros. Se sienten traicionados por los círculos demócrata y republicano, y finalmente un candidato se dirigió a ellos.
• Los liberales condenan que se estereotipe a los latinos o musulmanes, pero se han apresurado a estereotipar a los votantes de Trump. Mire, los estadounidenses comunes no se han inclinado de algún modo hacia la intolerancia, aun cuando hayan respaldado a un hombre al que yo considero un intolerante. Un sondeo de Bloomberg encontró que si a Obama se le hubiera permitido buscar un tercer mandato, habría derrotado Trump de manera aplastante, 53% a 41%. Y hace solo cuatro años, la elección fue entre el hijo afroamericano de una madre soltera y un mormón.
• Trump tuvo absolutamente razón de que el sistema económico estaba roto para los estadounidenses comunes, especialmente los varones de clase obrera. Desde 1979, los salarios por hora reales para los hombres han permanecido esencialmente sin cambio para la mitad inferior de los estadounidenses en el aspecto salarial.
Hoy, somos un país dividido no solo por la ideología, sino también por la identidad. Los blancos votaron por Trump por 21 puntos porcentuales; los afroamericanos por Clinton por 80 puntos porcentuales. Si hubieran votado solo las mujeres, Clinton habría ganado de manera aplastante. (¡Gracias a Dios por las mujeres y las personas de color!)
Desafortunadamente, las políticas propuestas de Trump agravarían la desigualdad en la que basó su campaña. Y los pesos y contrapesos normales no aplicarán, ya que estará trabajando con un Senado republicano, una Cámara de Representantes republicana y una Suprema Corte de mayoría republicana.
Un peso crucial serían los medios noticiosos; si estamos a la altura. Yo he sido muy crítico este años del papel que los medios, especialmente la televisión por cable, desempeñamos en el ascenso de Trump. Necesitábamos ser perros vigilantes, no perros falderos.
El momento de vociferar ha terminado, es hora de aceptar lo inevitable. Trump nos ha sorprendido en muchas formas este año, y esperemos y oremos por que nos asombre una vez más reparando las rasgaduras que hizo en nuestro tejido social. Démosle una oportunidad; porque esos son nuestros valores democráticos.
Y, si no cumple, responsabilicémoslo; por el bien de esos mismos valores.
No cesan las marchas
Miles de personas se congregaron de nuevo el sábado en varias ciudades de Estados Unidos para manifestarse contra el presidente electo, Donald Trump, que creen que amenazará los derechos civiles y humanos de la población. Coreando eslóganes como “¡No es mi presidente!”, miles de personas marcharon por la Quinta Avenida de Nueva York hasta la Torre Trump, el lujoso rascacielos en el que vive el mandatario electo. (Reuters)
Axl Rose hizo una canción contra el presidente electo
Axl Rose, el vocalista de Guns N’ Roses, modificó la letra de una canción para hablar del miedo que le genera el presidente electo Donald Trump, durante un concierto ofrecido el viernes en Sao Paulo. En la canción “Civil War” (guerra civil), Axl modificó la estrofa que dice “Look at the fear we’re fedding” (mira el miedo que estamos alimentando) por “Look at the fear Trump’s feeding” (mira el miedo que Trump está alimentando).
Berlusconi y sus analogías con Trump
El empresario y ex mandatario italiano Silvio Berlusconi admitió en una entrevista publicada ayer en el diario Corriere della Sera que con Donald Trump, presidente electo de EEUU, “algunas analogías son evidentes”. A las continuas comparaciones sobre la trayectoria y estilo de vida de Trump y el tres veces presidente del gobierno en Italia, Berlusconi agregó que su historia de empresario es, sin embargo, “muy diferente”.
Lousteau dejará la embajada
Martín Lousteau prepara nuevos rumbos luego de que Donald Trump asuma como presidente de EEUU. El embajador argentino en ese país había apoyado la candidatura de la demócrata Hillary Clinton, pese a que él lo negó. El recambio (suena Martín Redrado y Emilio Cárdenas, entre otros) sería una prueba de acercamiento por parte de la gestión del presidente Mauricio Macri hacia Trump. Lousteau se dedicaría de lleno a las elecciones de 2017.
NUEVA YORK.- Está muy bien, si usted forma parte de la mayoría de casi el 52% de los votantes que apoyó a alguien diferente a Donald Trump; vaya y laméntese. Cuando un ex líder del Ku Klux Klan como David Duke está celebrando frívolamente un triunfo político de sus valores, ¿cómo podemos no condolernos por los nuestros? Sin embargo, nos guste o no, los estadounidenses tenemos un nuevo presidente electo, y es hora de levantar el ánimo. He visto elecciones pasadas que fueron consideradas el fin del mundo -incluso, en muchos círculos demócratas, el triunfo de Reagan de 1980- y la república sobrevivió. Esta vez, también, nuestras instituciones son más fuertes que ningún hombre. No somos la Alemania de Weimar.
Fue una desgracia que muchos republicanos hace ocho años trataran de hacer fracasar al presidente Barack Obama. Ese no es un camino a imitar. Hoy, tras perder, le debemos a nuestra nación apretar la mandíbula y darle una oportunidad al presidente electo Trump.
Tras decir eso, Trump ha hablado sobre revocar el Obamacare, deportar a millones de nuestros vecinos, instituir exámenes religiosos, anular las acciones de Obama sobre cambio climático e inclinar a la Suprema Corte hacia la derecha. ¿Cómo pueden responder los progresistas con algo diferente a la resistencia o la emigración? Conforme se volvía claro que Trump sería elegido, el sitio web de inmigración de Canadá colapsó por el tráfico excesivo. Es complicado, pero déjeme ofrecerle algunas razones para postergar su solicitud de visa:
• Trump es inexperto y hace declaraciones extremas, pero no es ideológico. Era partidario de la propia elección, luego sugirió que las mujeres deberían ser castigadas por someterse a un aborto, pero ninguna de ellas es una opinión esencial en él. Es un oportunista. Fanfarroneó sobre construir un muro y prohibir el ingreso de musulmanes, pero no hará ninguna de las dos cosas, porque son inviables. (El muro costaría U$S 25.000 millones.)
• El área en la cual Trump sería más peligroso es asuntos exteriores, porque ahí puede actuar en gran medida a voluntad, sin restricciones de ley. Sin embargo, es perfectamente posible que Trump designe como secretario de Estado a un republicano experimentado como Richard Haass, con Stephen Hadley como secretario de Defensa, indicando así que los adultos están a cargo de la política exterior.
• El pensar en Trump con los códigos nucleares es aterrador; pero si Trump diera una orden alocada, nadie sabe si sus colaboradores la eludirían. En 1974, cuando el presidente Richard Nixon estaba bebiendo mucho durante la crisis del Watergate, su secretario de Defensa, James Schlesinger, ordenó a los militares no obedecer ninguna instrucción presidencial para un ataque nuclear sin verificar más.
• Los demócratas se apresuran a caricaturizar a los simpatizantes de Trump como seres deplorables. Cierto, algunos son racistas o misóginos, pero muchos son personas buenas que habían votado por Obama en el pasado. Mi ciudad natal rural, Yamhill, Oregón, es favorable a Trump, y yo puedo decirle: los votantes ahí no son todos monstruos intolerantes, sino personas bien intencionadas afectadas por los cambios económicos como la desaparición de los empleos manufactureros. Se sienten traicionados por los círculos demócrata y republicano, y finalmente un candidato se dirigió a ellos.
• Los liberales condenan que se estereotipe a los latinos o musulmanes, pero se han apresurado a estereotipar a los votantes de Trump. Mire, los estadounidenses comunes no se han inclinado de algún modo hacia la intolerancia, aun cuando hayan respaldado a un hombre al que yo considero un intolerante. Un sondeo de Bloomberg encontró que si a Obama se le hubiera permitido buscar un tercer mandato, habría derrotado Trump de manera aplastante, 53% a 41%. Y hace solo cuatro años, la elección fue entre el hijo afroamericano de una madre soltera y un mormón.
• Trump tuvo absolutamente razón de que el sistema económico estaba roto para los estadounidenses comunes, especialmente los varones de clase obrera. Desde 1979, los salarios por hora reales para los hombres han permanecido esencialmente sin cambio para la mitad inferior de los estadounidenses en el aspecto salarial.
Hoy, somos un país dividido no solo por la ideología, sino también por la identidad. Los blancos votaron por Trump por 21 puntos porcentuales; los afroamericanos por Clinton por 80 puntos porcentuales. Si hubieran votado solo las mujeres, Clinton habría ganado de manera aplastante. (¡Gracias a Dios por las mujeres y las personas de color!)
Desafortunadamente, las políticas propuestas de Trump agravarían la desigualdad en la que basó su campaña. Y los pesos y contrapesos normales no aplicarán, ya que estará trabajando con un Senado republicano, una Cámara de Representantes republicana y una Suprema Corte de mayoría republicana.
Un peso crucial serían los medios noticiosos; si estamos a la altura. Yo he sido muy crítico este años del papel que los medios, especialmente la televisión por cable, desempeñamos en el ascenso de Trump. Necesitábamos ser perros vigilantes, no perros falderos.
El momento de vociferar ha terminado, es hora de aceptar lo inevitable. Trump nos ha sorprendido en muchas formas este año, y esperemos y oremos por que nos asombre una vez más reparando las rasgaduras que hizo en nuestro tejido social. Démosle una oportunidad; porque esos son nuestros valores democráticos.
Y, si no cumple, responsabilicémoslo; por el bien de esos mismos valores.
No cesan las marchas
Miles de personas se congregaron de nuevo el sábado en varias ciudades de Estados Unidos para manifestarse contra el presidente electo, Donald Trump, que creen que amenazará los derechos civiles y humanos de la población. Coreando eslóganes como “¡No es mi presidente!”, miles de personas marcharon por la Quinta Avenida de Nueva York hasta la Torre Trump, el lujoso rascacielos en el que vive el mandatario electo. (Reuters)
Axl Rose hizo una canción contra el presidente electo
Axl Rose, el vocalista de Guns N’ Roses, modificó la letra de una canción para hablar del miedo que le genera el presidente electo Donald Trump, durante un concierto ofrecido el viernes en Sao Paulo. En la canción “Civil War” (guerra civil), Axl modificó la estrofa que dice “Look at the fear we’re fedding” (mira el miedo que estamos alimentando) por “Look at the fear Trump’s feeding” (mira el miedo que Trump está alimentando).
Berlusconi y sus analogías con Trump
El empresario y ex mandatario italiano Silvio Berlusconi admitió en una entrevista publicada ayer en el diario Corriere della Sera que con Donald Trump, presidente electo de EEUU, “algunas analogías son evidentes”. A las continuas comparaciones sobre la trayectoria y estilo de vida de Trump y el tres veces presidente del gobierno en Italia, Berlusconi agregó que su historia de empresario es, sin embargo, “muy diferente”.
Lousteau dejará la embajada
Martín Lousteau prepara nuevos rumbos luego de que Donald Trump asuma como presidente de EEUU. El embajador argentino en ese país había apoyado la candidatura de la demócrata Hillary Clinton, pese a que él lo negó. El recambio (suena Martín Redrado y Emilio Cárdenas, entre otros) sería una prueba de acercamiento por parte de la gestión del presidente Mauricio Macri hacia Trump. Lousteau se dedicaría de lleno a las elecciones de 2017.