11 Noviembre 2016
DUELO DE CATEGORÍA. James Rodríguez maniobra ante la férrea marca de Charles Aránguiz en un pasaje del chato juego. reuters
BARRANQUILLA.- Antes de comenzar a jugar el gran duelo en el “Mineirao” de Belo Horizonte, Edgardo Bauza y sus pupilos recibieron una buena noticia.
Colombia y Chile, los dos equipos a los que Argentina tenía más cerca en la tabla de posiciones, no se sacaron ventajas en el duelo jugado en el “Metropolitano” de Barranquilla. Fue un 0 a 0 aburrido, chato, sin brillo ni emociones.
La selección “cafetera”, dirigida por José Pekerman y que visitará a la Selección, en San Juan, el martes, fue levemente superior a su rival a lo largo de los 90 minutos. Sin embargo, sus delanteros se mostraron muy erráticos en los metros finales y no pudieron reflejar en la red contraria su supremacía en el campo. Además, chocaron una y otra vez con un Claudio Bravo que, antes de retirarse lesionado, fue una muralla donde se estrellaron todos los sueños locales.
Por su parte, los trasandinos estuvieron “agazapados” en su campo durante la primera mitad, apostando a una contra salvadora. Y, por esa vía tuvieron la chance más clara: Eduardo Vargas le sirvió el gol en bandeja a José Fuenzalida, quien remató ancho cuando el 1-0 parecía una fija.
Fue un empate que solamente se festejó en el “búnker albiceleste”. (Especial)
Colombia y Chile, los dos equipos a los que Argentina tenía más cerca en la tabla de posiciones, no se sacaron ventajas en el duelo jugado en el “Metropolitano” de Barranquilla. Fue un 0 a 0 aburrido, chato, sin brillo ni emociones.
La selección “cafetera”, dirigida por José Pekerman y que visitará a la Selección, en San Juan, el martes, fue levemente superior a su rival a lo largo de los 90 minutos. Sin embargo, sus delanteros se mostraron muy erráticos en los metros finales y no pudieron reflejar en la red contraria su supremacía en el campo. Además, chocaron una y otra vez con un Claudio Bravo que, antes de retirarse lesionado, fue una muralla donde se estrellaron todos los sueños locales.
Por su parte, los trasandinos estuvieron “agazapados” en su campo durante la primera mitad, apostando a una contra salvadora. Y, por esa vía tuvieron la chance más clara: Eduardo Vargas le sirvió el gol en bandeja a José Fuenzalida, quien remató ancho cuando el 1-0 parecía una fija.
Fue un empate que solamente se festejó en el “búnker albiceleste”. (Especial)
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