Durante el fin de semana, la violencia se vivió puertas adentro
Hubo numerosos casos de violencia de género y agresiones intrafamiliares.
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Durante el sábado y el domingo fueron numerosos los llamados que se realizaron al 911 para denunciar agresiones intrafamiliares, que tuvieron como víctimas a mujeres, pero también a niños y a jóvenes. Estas situaciones siguen apareciendo pese a las campañas como "Ni una menos" o la preocupación que mostraron algunos de los fiscales de Instrucción como Adriana Giannoni, Washington Navarro Dávila, Diego López Ávila y Adriana Reinoso Cuello sobre el nivel de violencia de la sociedad tucumana.
Violencia de género
El sábado, cerca de las 19, una joven de 23 llamó desesperadamente a la Policía para que fueran hasta su casa, en el barrio la Esperanza de Yerba Buena. Cuando la Motorizada llegó, ella salió y les mostró el corte que tenía en uno de sus labios. Luego les dijo que esa herida se la había provocado su pareja, un hombre cinco años mayor. El presunto agresor, quien estaba adentro de la casa, fue aprehendido y quedó tras las rejas por decisión de la fiscalía de turno, a cargo de Reinoso Cuello.
Ese mismo día, dos horas después, motoristas de Banda del Río Salí tuvieron que trasladarse hasta el barrio La Milagrosa porque habían recibido una denuncia teléfonica que aseguraba que había un caso de violencia de género. Al llegar a la casa indicada, vieron a una joven de 19 años que comenzó a pedir auxilio mientras se refregaba distintas partes del cuerpo por dolor. Estaba acompañada por su madre, una mujer de 45 años, quien les pidió a los efectivos que entraran a la vivienda y se llevaran a su esposo porque había agredido física y verbalmente a la hija de ambos. Cuando los policías ingresaron, el hombre no opuso resistencia y quedó tras las rejas.
Sin embargo, no sólo se contaron casos de mujeres agredidas por sus parejas o sus padres, sino también por sus hijos. En relación a esto, un joven de 22 años del barrio Néstor Kirchner quedó aprehendido luego de que su madre lo denunciara por haberle pegado. La misma suerte corrieron dos jóvenes de 19 y 17 años del sur de la ciudad, quienes fueron trasladados a la comisaría 11° luego de que la madre de ambos dijera que la habían agredido. El más grande quedó alojado en una celda de esa misma comisaría. El menor fue llevado hasta el Instituto Roca.
Violencia intrafamiliar
Durante la madrugada del domingo, hubieron dos casos más de agresiones, en los que jugó un papel protagónico el alcohol. Por un lado, un hombre de 48 años de la calle Jujuy quedó aprehendido por amenazar de muerte a su esposa y a sus cuatro hijos mientras estaba en estado de ebriedad. Cuando su mujer se presentó en la comisaría 2° para realizar la denuncia, el hombre llegó poco después con la intención de llevarse a sus hijos y quedó alojado en una celda. El segundo caso es el de un muchacho de 17 años que ingresó a las 6.30 al Centro de Salud herido de una puñalada en el estómago. Según explicó a los policías, había estado tomando alcohol con su hermano de 15 hasta que comenzaron a discutir y el más chico lo atacó con un cuchillo.
Durante el sábado y el domingo fueron numerosos los llamados que se realizaron al 911 para denunciar agresiones intrafamiliares, que tuvieron como víctimas a mujeres, pero también a niños y a jóvenes. Estas situaciones siguen apareciendo pese a las campañas como "Ni una menos" o la preocupación que mostraron algunos de los fiscales de Instrucción como Adriana Giannoni, Washington Navarro Dávila, Diego López Ávila y Adriana Reinoso Cuello sobre el nivel de violencia de la sociedad tucumana.
Contra las mujeres
El sábado, cerca de las 19, una joven de 23 llamó desesperadamente a la Policía para que fueran hasta su casa, en el barrio la Esperanza de Yerba Buena. Cuando la Motorizada llegó, ella salió y les mostró el corte que tenía en uno de sus labios. Luego les dijo que esa herida se la había provocado su pareja, un hombre cinco años mayor. El presunto agresor, quien estaba adentro de la casa, fue aprehendido y quedó tras las rejas por decisión de la fiscalía de turno, a cargo de Reinoso Cuello.
Ese mismo día, dos horas después, motoristas de Banda del Río Salí tuvieron que trasladarse hasta el barrio La Milagrosa porque habían recibido una denuncia teléfonica que aseguraba que había un caso de violencia de género. Al llegar a la casa indicada, vieron a una joven de 19 años que comenzó a pedir auxilio mientras se refregaba distintas partes del cuerpo por dolor. Estaba acompañada por su madre, una mujer de 45 años, quien les pidió a los efectivos que entraran a la vivienda y se llevaran a su esposo porque había agredido física y verbalmente a la hija de ambos. Cuando los policías ingresaron, el hombre no opuso resistencia y quedó tras las rejas.
Sin embargo, no sólo se contaron casos de mujeres agredidas por sus parejas o sus padres, sino también por sus hijos. En relación a esto, un joven de 22 años del barrio Néstor Kirchner quedó aprehendido luego de que su madre lo denunciara por haberle pegado. La misma suerte corrieron dos jóvenes de 19 y 17 años del sur de la ciudad, quienes fueron trasladados a la comisaría 11° luego de que la madre de ambos dijera que la habían agredido. El más grande quedó alojado en una celda de esa misma comisaría. El menor fue llevado hasta el Instituto Roca.
Violencia intrafamiliar
Durante la madrugada del domingo, hubieron dos casos más de agresiones, en los que jugó un papel protagónico el alcohol. Por un lado, un hombre de 48 años de la calle Jujuy quedó aprehendido por amenazar de muerte a su esposa y a sus cuatro hijos mientras estaba en estado de ebriedad. Cuando su mujer se presentó en la comisaría 2° para realizar la denuncia, el hombre llegó poco después con la intención de llevarse a sus hijos y quedó alojado en una celda. El segundo caso es el de un muchacho de 17 años que ingresó a las 6.30 al Centro de Salud herido de una puñalada en el estómago. Según explicó a los policías, había estado tomando alcohol con su hermano de 15 hasta que comenzaron a discutir y el más chico lo atacó con un cuchillo.