26 Octubre 2016
Pablo “Paul” Bleckwedel, director del Belgrano Cargas, está en el centro de una serie de denuncias penales y cuestionamientos. A mediados de este mes trascendió una grabación en la que Bleckwedel defiende el trabajo en negro en una conversación con empleados de una de sus empresas. “No se dejen robar por el Estado”, habría dicho el macrista a trabajadores de Orán (Salta), a quienes comentó que tenía el “tema hablado” con el sindicato de Gerónimo Venegas. Previamente, el fiscal federal N°1, Carlos Brito, había pedido la citación a indagatoria de Bleckwedel por la presunta comisión del delito de evasión fiscal. En los Tribunales provinciales informaron que en junio ingresó una denuncia por amenazas en contra del funcionario nacional.
Bleckwedel es titular de un conglomerado de compañías denominado Tradding Group, que comprende a las firmas Paul Tradding SA y Nuevo Rumbo Servicios Agrícolas SA. Con la llegada de Cambiemos a la Casa Rosada, el empresario accedió a un cargo en el Belgrano Cargas, empresa que depende del Ministerio de Transporte de la Nación a cargo de Guillermo Dietrich. En su usuario de Twitter, Bleckwedel indica que es presidente de Pro en Yerba Buena.
“En el expediente constan elementos más que suficientes para convocar a los imputados (Paul y Matías Bleckwedel) a prestar declaración indagatoria”, había dictaminado Brito. Entre las pruebas incriminatorias citó un informe de la Administración Federal de Ingresos Públicos, una actuación ante la la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, y una serie de testimonios.
La causa que tramita en la Justicia Federal empezó en 2014 con una denuncia de Jorge Nelson Fernández, quien se presentó como colaborador de Bleckwedel (Fernández también pidió la investigación de su jefe en la capital del país). El denunciante dijo que había detectado irregularidades como posibles maniobras para eludir el pago de impuestos; adulteración de instrumentos públicos; emisión de cartas de porte de granos para justificar una producción inexistente; compraventa de maquinarias y camionetas robadas; comercialización de combustibles de dudosa procedencia, etc.
Ernesto Javier Bulacio, ex empleado del empresario, corroboró la versión de Fernández al prestar declaración testimonial en la Fiscalía de Brito. Interviene en la causa Ricardo Moreno, juez federal de Catamarca, por la excusación de los magistrados federales tucumanos Fernando Luis Poviña y Daniel Bejas. María José Barbaglia, esposa de Bleckwedel, es relatora en el despacho de Poviña. El 27 de julio pasado, Bulacio se presentó ante el Ministerio Público para expresar que Poviña estaría protegiendo a Barbaglia, a quien identificó como vicepresidenta del grupo empresarial de su cónyuge.
Consultado al respecto, Bleckwedel explicó que se había puesto a disposición de la Justicia y dio a entender que las acusaciones en su contra no tenían asidero. “Estoy trabajando en una respuesta amplia, que daré a conocer en cuanto pueda”, prometió el funcionario macrista.
Bleckwedel es titular de un conglomerado de compañías denominado Tradding Group, que comprende a las firmas Paul Tradding SA y Nuevo Rumbo Servicios Agrícolas SA. Con la llegada de Cambiemos a la Casa Rosada, el empresario accedió a un cargo en el Belgrano Cargas, empresa que depende del Ministerio de Transporte de la Nación a cargo de Guillermo Dietrich. En su usuario de Twitter, Bleckwedel indica que es presidente de Pro en Yerba Buena.
“En el expediente constan elementos más que suficientes para convocar a los imputados (Paul y Matías Bleckwedel) a prestar declaración indagatoria”, había dictaminado Brito. Entre las pruebas incriminatorias citó un informe de la Administración Federal de Ingresos Públicos, una actuación ante la la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, y una serie de testimonios.
La causa que tramita en la Justicia Federal empezó en 2014 con una denuncia de Jorge Nelson Fernández, quien se presentó como colaborador de Bleckwedel (Fernández también pidió la investigación de su jefe en la capital del país). El denunciante dijo que había detectado irregularidades como posibles maniobras para eludir el pago de impuestos; adulteración de instrumentos públicos; emisión de cartas de porte de granos para justificar una producción inexistente; compraventa de maquinarias y camionetas robadas; comercialización de combustibles de dudosa procedencia, etc.
Ernesto Javier Bulacio, ex empleado del empresario, corroboró la versión de Fernández al prestar declaración testimonial en la Fiscalía de Brito. Interviene en la causa Ricardo Moreno, juez federal de Catamarca, por la excusación de los magistrados federales tucumanos Fernando Luis Poviña y Daniel Bejas. María José Barbaglia, esposa de Bleckwedel, es relatora en el despacho de Poviña. El 27 de julio pasado, Bulacio se presentó ante el Ministerio Público para expresar que Poviña estaría protegiendo a Barbaglia, a quien identificó como vicepresidenta del grupo empresarial de su cónyuge.
Consultado al respecto, Bleckwedel explicó que se había puesto a disposición de la Justicia y dio a entender que las acusaciones en su contra no tenían asidero. “Estoy trabajando en una respuesta amplia, que daré a conocer en cuanto pueda”, prometió el funcionario macrista.
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