Tucumán tiene la fiesta más reconocida

Para ningún habitante de la capital de nuestra provincia, la visita de Boca a Atlético pasó desapercibida. Desde la noche del último jueves, cuando los hinchas acamparon en la avenida Sarmiento al 300 para conseguir su entrada hasta la madrugada de ayer cuando el plantel despegó del aeropuerto Benjamín Matienzo despedido por algunos de sus fanáticos.

Mucho menos para los integrantes de la delegación “Xeneize” que se desayunó con tamaño recibimiento en el aeropuerto y sus jugadores atinaban a grabar con los celulares y saludar.

Guillermo Barros Schelotto,, entrenador intentó ponerlo en palabras. “Lo hablábamos con (Carlos) Tevez... No sé cuánta gente había, pero la sensación fue la misma que tuvimos cuando volvimos a Buenos Aires después de ser campeones del mundo”, recordó el “Mellizo” sobre otro de los picos de cariño que recibió el equipo, en el hotel.

En el partido ante Atlético, solo eran unos pocos los “infiltrados” pero Barros Schelotto también se mostró sorprendido por el público que asistió al estadio, además, claro, de los que lo recibieron: “fue una lástima no haberle dado el triunfo a toda esa gente”,

Tampoco pasó inadvertido para los medios nacionales e internacionales que se hicieron eco de la convocatoria y el recibimiento.

En el Torneo Apertura 2009, cuando la última vez que Atlético había estado en Primera antes de esta incursión, el Boca de Alfio Basile, Juan Román Riquelme, Martín Palermo y compañía pisaron el Monumental, las muestras de pasión tanto de los hinchas “decanos” como los “xeneizes”, habían llegado en las mismas dosis. Sin dudas, la fiesta fue lo más alabado del partido.