25 Octubre 2016
UNA REALIDAD DISTINTA. Los autos usados esperan en las concesionarias a que se achique la gran distorsión de precios que hay con los 0 kilómetro. la gaceta / foto de Hector Peralta (archivo)
El mercado de automóviles transita, por estos días, un camino sinuoso de reacomodamiento de precios. Esta distorsión se verifica, principalmente, en la disparidad que hay entre los valores de venta de los usados y de los 0 kilómetro. Esta brecha, en el segmento de autos de gama media, pasó del 20% al 30% en los últimos tres años, según un estudio reciente del sitio web Yavende.com, que comercializa en su plataforma online vehículos de segunda mano de dueño a dueño. El reporte, que publicó el diario Ámbito.com, precisó además que en el segmento de rodados de gama baja, la brecha de precios saltó del 15% al 25%.
Empresarios del sector automotriz, consultados por LA GACETA, coincidieron en que la brecha de precios es elevada, y explicaron que este efecto en los valores comerciales se debe a los incentivos que hay para comprar 0 kilómetros. Principalmente, las bonificaciones, que en algunos casos llegan hasta los $ 50.000, y las facilidades para financiar saldos de anticipos en 12 o en 24 cuotas sin interés.
No obstante, según explicó el empresario Julio Quesada, directivo de un concesionario local, también influye en la brecha de precios entre usados y nuevos, el hecho de que los agencias de usados compraron, entre 2012, 2013 y 2014, vehículos a precios elevados. Y ahora, ante el aluvión de incentivos para comprar 0 kilómetros, los empresarios se resisten a bajar sus precios para competir. “Esto perjudica a los concesionarios que venden sólo usados, porque significa una pérdida de capital”, analizó.
Históricamente, según remarcó Quesada, las agencias de usados calcularon sus precios aplicando entre 15% y 20% sobre la caída de un modelo, por ejemplo, de 2016, y luego un 10% por cada año. “Cuando esto se recupere, los usados tendrán el valor real de mercado”, añadió.
Cuesta arriba
Las facilidades para comprar 0 kilómetros afectan a los concesionarios que venden sólo usados. Oscar García, vendedor de una agencia local, afirmó que las ventas retrocedieron en los últimos meses, ante las facilidades para acceder a unidades nuevas. “Una personas que tiene $ 150.000 prefiere entregarlo como anticipo y financiar el resto para comprarse un 0 kilómetro. Las agencias de usados tendremos que adaptarnos a esta realidad del mercado”, subrayó el vendedor.
Los incentivos para comprar autos nuevos se deben, principalmente, a que las fábricas aumentaron su producción y a recibieron más unidades desde las terminales instaladas en Brasil. La Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) indicó que, en septiembre, las ventas de fábricas a los concesionarios crecieron el 6% respecto de agosto y alcanzaron un incremento del 12% interanual.
Por el contrario, el segmento de los usados afronta un escenario adverso. La Cámara del Comercio Automotor (CCA), informó que durante septiembre se transfirieron 136.112 unidades usadas, lo cual reflejó una caída del 18,7% en comparación a igual mes de año pasado cuando se transfirieron 167.542 vehículos.
Naum Alperovich, titular del Grupo Alperovich y representante local de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), reconoció la brecha que separa los precios de los vehículos usados de los nuevos. Sin embargo, analizó que la realidad de los compradores es que buscan financiación. “Entre 2012, 2013 y 2014 se patentaron muchos autos, por lo tanto hoy son muchas las unidades usadas para vender. La clave está en ofrecer financiación propia”, observó el directivo.
Finalmente, los referentes del sector automotriz no se atrevieron a afirmar por cuánto tiempo más se extenderán los incentivos para comprar autos nuevos. “Son estrategias que se miden mes a mes. La realidad es que a fines del año pasado, las fábricas terminales aumentaron de más los precios de los autos, porque pensaron que el dólar iba a estar en $ 20”, concluyó Quesada.
Empresarios del sector automotriz, consultados por LA GACETA, coincidieron en que la brecha de precios es elevada, y explicaron que este efecto en los valores comerciales se debe a los incentivos que hay para comprar 0 kilómetros. Principalmente, las bonificaciones, que en algunos casos llegan hasta los $ 50.000, y las facilidades para financiar saldos de anticipos en 12 o en 24 cuotas sin interés.
No obstante, según explicó el empresario Julio Quesada, directivo de un concesionario local, también influye en la brecha de precios entre usados y nuevos, el hecho de que los agencias de usados compraron, entre 2012, 2013 y 2014, vehículos a precios elevados. Y ahora, ante el aluvión de incentivos para comprar 0 kilómetros, los empresarios se resisten a bajar sus precios para competir. “Esto perjudica a los concesionarios que venden sólo usados, porque significa una pérdida de capital”, analizó.
Históricamente, según remarcó Quesada, las agencias de usados calcularon sus precios aplicando entre 15% y 20% sobre la caída de un modelo, por ejemplo, de 2016, y luego un 10% por cada año. “Cuando esto se recupere, los usados tendrán el valor real de mercado”, añadió.
Cuesta arriba
Las facilidades para comprar 0 kilómetros afectan a los concesionarios que venden sólo usados. Oscar García, vendedor de una agencia local, afirmó que las ventas retrocedieron en los últimos meses, ante las facilidades para acceder a unidades nuevas. “Una personas que tiene $ 150.000 prefiere entregarlo como anticipo y financiar el resto para comprarse un 0 kilómetro. Las agencias de usados tendremos que adaptarnos a esta realidad del mercado”, subrayó el vendedor.
Los incentivos para comprar autos nuevos se deben, principalmente, a que las fábricas aumentaron su producción y a recibieron más unidades desde las terminales instaladas en Brasil. La Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) indicó que, en septiembre, las ventas de fábricas a los concesionarios crecieron el 6% respecto de agosto y alcanzaron un incremento del 12% interanual.
Por el contrario, el segmento de los usados afronta un escenario adverso. La Cámara del Comercio Automotor (CCA), informó que durante septiembre se transfirieron 136.112 unidades usadas, lo cual reflejó una caída del 18,7% en comparación a igual mes de año pasado cuando se transfirieron 167.542 vehículos.
Naum Alperovich, titular del Grupo Alperovich y representante local de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), reconoció la brecha que separa los precios de los vehículos usados de los nuevos. Sin embargo, analizó que la realidad de los compradores es que buscan financiación. “Entre 2012, 2013 y 2014 se patentaron muchos autos, por lo tanto hoy son muchas las unidades usadas para vender. La clave está en ofrecer financiación propia”, observó el directivo.
Finalmente, los referentes del sector automotriz no se atrevieron a afirmar por cuánto tiempo más se extenderán los incentivos para comprar autos nuevos. “Son estrategias que se miden mes a mes. La realidad es que a fines del año pasado, las fábricas terminales aumentaron de más los precios de los autos, porque pensaron que el dólar iba a estar en $ 20”, concluyó Quesada.
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