21 Octubre 2016
El miércoles las organizaciones que luchan contra la violencia de género en Tucumán tuvieron una marcha de #Miércolesnegro especialmente dura, según confesaron. Al lado de las referentes de la Casa de las Mujeres Norma Nassif marcharon las amigas de Claudia Lizárraga, una mujer que murió 24 horas antes de la manifestación, por dos puñaladas que le asestó su ex pareja. Según Hilda Disatnik, de esa organización, la explicación se resume en seis palabras: “Claudia fue abandonada por el Estado”.
-¿Por qué la víctima no pudo evitar este final?
- Ella no pudo romper con ese vínculo violento porque no encontró un refugio al que pudiera asistir, porque no tenía un subsidio para no depender económicamente de ese hombre y porque no tenía otra vivienda donde vivir. Además, esa familia lamentablemente se conformó sobre vínculos violentos. Su hijo mayor tiene 21 años y ella lo venía denunciando a su marido desde hace 19. El Estado no hizo nada para ayudarla.
-¿Existen otras razones que dificulten cortar el vínculo violento?
-Sí. Hay un círculo de violencia. El hombre le pega y después le pide perdón. Dice que está arrepentido. Le trae flores. Es una etapa de luna de miel, hasta que le vuelve a pegar.
-¿Cómo actuará la Casa de las Mujeres ahora, en este caso?
-En primer lugar, vamos a ver en qué condiciones viven los hijos de Claudia para poder ayudarlos en lo que necesiten. Por otro lado, los vamos a acompañar en la búsqueda de justicia hasta el último paso, hasta la condena. Este tipo (Víctor Hugo Argañaraz) tiene que pagar con perpetua.
-¿Cómo se combate la violencia de género?
- Es necesario que haya una decisión política. Nosotros venimos pidiendo la Emergencia en esta situación desde hace 10 años. Esto permitiría un presupuesto extraordinario para abordar la problemática. De esta manera se podrían hacer seguimiento a los casos, cosa que hoy no ocurre. Te tienen que romper un brazo para que vean cómo sigue tu causa. Y además, se necesitan refugios. Una mujer golpeada a medianoche no tiene un lugar que la cuide. En este momento, en el país hay 60 edificios que cumplen con esta consigna. El presidente (Mauricio) Macri informó que va a crear 25 más. Ese cantidad no puede solucionar el problema ni siquiera en Tucumán. Cada ciudad de cabecera debe tener uno.
-En este contexto, ¿qué puede hacer una víctima?
- En primer lugar, intentar romper con el círculo violento. Si bien existen hombres golpeadores que tienen alguna patología, la mayoría son agresivos porque creen que las mujeres son de su propiedad. Las mujeres tenemos que entender que hay una cultura patriarcal. Por eso, para romper hay que tomar una decisión muy difícil. En lo particular, una víctima debe denunciar estos actos violentos en los lugares que realizan estos servicios, que son muy pocos y están en las grandes ciudades. También pueden acudir a nuestra organización o a otras que se dediquen a ayudar a las mujeres en ese momento.
-¿Por qué la víctima no pudo evitar este final?
- Ella no pudo romper con ese vínculo violento porque no encontró un refugio al que pudiera asistir, porque no tenía un subsidio para no depender económicamente de ese hombre y porque no tenía otra vivienda donde vivir. Además, esa familia lamentablemente se conformó sobre vínculos violentos. Su hijo mayor tiene 21 años y ella lo venía denunciando a su marido desde hace 19. El Estado no hizo nada para ayudarla.
-¿Existen otras razones que dificulten cortar el vínculo violento?
-Sí. Hay un círculo de violencia. El hombre le pega y después le pide perdón. Dice que está arrepentido. Le trae flores. Es una etapa de luna de miel, hasta que le vuelve a pegar.
-¿Cómo actuará la Casa de las Mujeres ahora, en este caso?
-En primer lugar, vamos a ver en qué condiciones viven los hijos de Claudia para poder ayudarlos en lo que necesiten. Por otro lado, los vamos a acompañar en la búsqueda de justicia hasta el último paso, hasta la condena. Este tipo (Víctor Hugo Argañaraz) tiene que pagar con perpetua.
-¿Cómo se combate la violencia de género?
- Es necesario que haya una decisión política. Nosotros venimos pidiendo la Emergencia en esta situación desde hace 10 años. Esto permitiría un presupuesto extraordinario para abordar la problemática. De esta manera se podrían hacer seguimiento a los casos, cosa que hoy no ocurre. Te tienen que romper un brazo para que vean cómo sigue tu causa. Y además, se necesitan refugios. Una mujer golpeada a medianoche no tiene un lugar que la cuide. En este momento, en el país hay 60 edificios que cumplen con esta consigna. El presidente (Mauricio) Macri informó que va a crear 25 más. Ese cantidad no puede solucionar el problema ni siquiera en Tucumán. Cada ciudad de cabecera debe tener uno.
-En este contexto, ¿qué puede hacer una víctima?
- En primer lugar, intentar romper con el círculo violento. Si bien existen hombres golpeadores que tienen alguna patología, la mayoría son agresivos porque creen que las mujeres son de su propiedad. Las mujeres tenemos que entender que hay una cultura patriarcal. Por eso, para romper hay que tomar una decisión muy difícil. En lo particular, una víctima debe denunciar estos actos violentos en los lugares que realizan estos servicios, que son muy pocos y están en las grandes ciudades. También pueden acudir a nuestra organización o a otras que se dediquen a ayudar a las mujeres en ese momento.
Temas
Violencia de género
Lo más popular