21 Octubre 2016
EL LUGAR DEL HECHO. La casa donde la mujer habría sido atacada. la gaceta / foto de rodolfo casen
Las peleas y discusiones de la pareja eran frecuentes. Por eso, a los vecinos de la calle Santiago al 300 de Monteros no le prestaron mucha atención a los gritos que escucharon en la mañana del miércoles. Sin embargo, esta vez la historia de enfrentamientos a los que estaban acostumbrados había tenido un terrible desenlace. Y en principio todo indica que se trató de otro hecho de violencia de género. Viviana Beatriz Vázquez, de 25 años y madre de tres menores, habría sido rociada con alcohol por su propio concubino, para luego prenderle fuego en medio de una dura discusión en la humilde vivienda que ocupaban.
El episodio se desencadenó alrededor de las 7.30 del mismo día en que las mujeres del país se movilizaron para protestar contra los femidicios. Según se pudo saber, Vázquez ayer se debatía entre la vida y la muerte en el hospital Centro de Salud de la capital. En tanto, su concubino Franco Cruz permanecía prófugo al cierre de esta edición.
“La verdad es que pensé que era una pelea más. Pero después me preocupé cuando vi a la pareja de mi sobrina salir apurado y con una mochila en la espalda. Subió a su moto y se fue. Después la encontramos a ella toda quemada en la parte del pecho y su rostro. Enseguida se la llevó al hospital”, contó María, tía de la víctima.
Haciendo reserva de su apellido por temor, la mujer relató que la víctima había llevado a sus hijos a la escuela antes del incidente. Cuando regresó, comenzó a discutir con su pareja. “Mi sobrina siempre era golpeada, pero ella negaba que el tipo le pegaba. La vez anterior vi que tenía uno de sus ojos morados. Ella nos aseguró que se había golpeado con la puerta al tropezar. ‘No mientas hija, no mientas’ le imploré entonces”, recordó María. Miguel Reynoso, dueño de la casa en la que vive la pareja, también comentó ante la policía que había escuchado la discusión, pero no supo precisar si fue el hombre quien quemó a la mujer, porque no había visto lo sucedido.
La Fiscalía de la I° Nominación del Centro Judicial de Monteros, a cargo de Mónica García de Targa, tenía caratulada la causa como “tentativa de homicidio”. Al parecer se la tipificó así a partir de lo que habría dicho la víctima al ingresar al hospital. Antes de que se agravara su estado, comentó que ella misma se había prendido fuego luego de discutir con su pareja. Sin embargo llamó poderosamente la atención la actitud de Cruz, quien desapareció de la ciudad.
Vázquez fue asistida en primer término en el hospital de Monteros y luego fue derivada al Centro de Salud. La víctima presentaba quemaduras de segundo grado en la cara, los brazos y en parte del tórax. Su estado es muy delicado y permanece con la asistencia de un respirador artificial.
El comisario Víctor Jiménez, jefe de la comisaría de Monteros, dijo que por el momento no se podía asegurar si la mujer se quemó a sí misma o lo hizo su concubino. “Estamos en procura de ubicar a Cruz. Tenemos datos sobre el lugar en que se encontraría. Y por eso confiamos que pronto lo presentaremos ante la justicia” sostuvo el alto oficial.
El testimonio del hombre será vital para el esclarecimiento del caso, como también las pericias encargadas por la justicia, En la casa, la policía secuestró una frazada, una sábana, ropa interior y una blusa que parecían haber sido quemadas fuego. Por otro lado, encontraron restos de cabello y un bote vacío de alcohol.
El episodio se desencadenó alrededor de las 7.30 del mismo día en que las mujeres del país se movilizaron para protestar contra los femidicios. Según se pudo saber, Vázquez ayer se debatía entre la vida y la muerte en el hospital Centro de Salud de la capital. En tanto, su concubino Franco Cruz permanecía prófugo al cierre de esta edición.
“La verdad es que pensé que era una pelea más. Pero después me preocupé cuando vi a la pareja de mi sobrina salir apurado y con una mochila en la espalda. Subió a su moto y se fue. Después la encontramos a ella toda quemada en la parte del pecho y su rostro. Enseguida se la llevó al hospital”, contó María, tía de la víctima.
Haciendo reserva de su apellido por temor, la mujer relató que la víctima había llevado a sus hijos a la escuela antes del incidente. Cuando regresó, comenzó a discutir con su pareja. “Mi sobrina siempre era golpeada, pero ella negaba que el tipo le pegaba. La vez anterior vi que tenía uno de sus ojos morados. Ella nos aseguró que se había golpeado con la puerta al tropezar. ‘No mientas hija, no mientas’ le imploré entonces”, recordó María. Miguel Reynoso, dueño de la casa en la que vive la pareja, también comentó ante la policía que había escuchado la discusión, pero no supo precisar si fue el hombre quien quemó a la mujer, porque no había visto lo sucedido.
La Fiscalía de la I° Nominación del Centro Judicial de Monteros, a cargo de Mónica García de Targa, tenía caratulada la causa como “tentativa de homicidio”. Al parecer se la tipificó así a partir de lo que habría dicho la víctima al ingresar al hospital. Antes de que se agravara su estado, comentó que ella misma se había prendido fuego luego de discutir con su pareja. Sin embargo llamó poderosamente la atención la actitud de Cruz, quien desapareció de la ciudad.
Vázquez fue asistida en primer término en el hospital de Monteros y luego fue derivada al Centro de Salud. La víctima presentaba quemaduras de segundo grado en la cara, los brazos y en parte del tórax. Su estado es muy delicado y permanece con la asistencia de un respirador artificial.
El comisario Víctor Jiménez, jefe de la comisaría de Monteros, dijo que por el momento no se podía asegurar si la mujer se quemó a sí misma o lo hizo su concubino. “Estamos en procura de ubicar a Cruz. Tenemos datos sobre el lugar en que se encontraría. Y por eso confiamos que pronto lo presentaremos ante la justicia” sostuvo el alto oficial.
El testimonio del hombre será vital para el esclarecimiento del caso, como también las pericias encargadas por la justicia, En la casa, la policía secuestró una frazada, una sábana, ropa interior y una blusa que parecían haber sido quemadas fuego. Por otro lado, encontraron restos de cabello y un bote vacío de alcohol.
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