19 Octubre 2016
Otros curas podrían aportar datos clave para esclarecer la muerte del padre Juan
Trascendió que en la casa parroquial donde vivía Viroche se secuestraron elementos de higiene personal y vestimentas de una mujer Los religiosos y otros allegados contarían cómo fue la vida del pastor en sus último días. Qué encontraron los investigadores en los tres celulares que secuestraron
DEFENSORES. Los fieles de la parroquia de La Florida están molestos porque se investiga la vida del padre Juan. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
Las declaraciones de allegados, entre ellos varios sacerdotes, pueden ser clave en la investigación de la muerte del padre Juan Viroche. Ellos podrían contar detalles sobre cómo lo vieron en los últimos tiempos. También se los interrogaría sobre algunas cuestiones de la vida privada del cura.
El padre Juan fue encontrado sin vida el miércoles 5 en la parroquia de Nuestra Señora del Valle de La Florida. En un primer momento se pensó que Viroche podría haber sido víctima de un crimen, puesto que había realizado denuncias en contra de los narcos que vendían droga en esa y otras localidades del este. Sin embargo, con el correr de los días, y en base a las pericias que realizó la Policía Científica primero y Gendarmería después, fue cobrando fuerza la hipótesis del suicidio.
Ante este panorama, en la Justicia comenzaron a investigar si el religioso decidió quitarse la vida o si fue inducido a hacerlo. Por eso es clave determinar cómo fueron las últimas horas en la vida de Viroche. La Justicia, a través de las pericias que los técnicos de la Policía Federal realizaron a los tres celulares que le secuestraron, confirmó que el sacerdote había recibido amenazas en los últimos tiempos.
En estas conversaciones, según trascendió, hasta ahora no se encontraron palabras que pudieran haber salido de los supuestos narcos que él venía denunciando desde hace varios meses de manera pública, ya que formalmente nunca realizó una presentación en la Policía o en la Justicia, tanto ordinaria como Federal. Tampoco pudieron establecer aún si los mensajes están relacionados con redes de prostitución infantil o con cuestiones políticas. Las sospechas, entonces, apuntan a la línea sentimental.
Los investigadores de la Policía recolectaron varias versiones que ahora deberán ser ratificadas en sede judicial. Varios de los sacerdotes más allegados les contaron que el padre Juan había mantenido relaciones sentimentales, pero ahora deberán ratificar esos dichos en la Justicia. Fuentes de Tribunales confirmaron que desde ayer varios de ellos comenzaron a declarar como testigos.
Hasta el momento, serían tres las mujeres que habrían estado vinculadas sentimentalmente con Viroche. Sólo una de ellas confirmó ante el fiscal Diego López Ávila que fue pareja del cura durante bastante tiempo. También reconoció que su relación se rompió porque, al parecer, Viroche habría embarazado a otra, que podría ser menor de edad y que, justamente por esa situación habría estado sufriendo “escraches” por Facebook. Además, habría asegurado que el cura llegó a La Florida por haber tenido un problema sentimental con otra joven cuando estuvo en una parroquia del sur de la capital.
El viernes, personal de Gendarmería encontró en la casa parroquial elementos de higiene personal y vestimenta de mujer que pertenecerían a la joven que declaró en tribunales y que serviría para demostrar que, tal como ella lo había informado, varias veces se había quedado a dormir en el lugar.
“Es una aberración lo que están diciendo. Jamás vimos algo así”, dijo Gloria, colaboradora en la iglesia de La Florida. “Ya no saben qué mentir para arruinar la imagen del padre”, agregó ofuscada la vecina cuando LA GACETA le consultó sobre el tema.
María Laura, otra mujer vinculada con la Iglesia de la localidad dijo que nadie en el pueblo vio dormir a una mujer en ese lugar. “Creo que en este momento son más importantes otras cosas”, señaló.
López Ávila insistió con que él no daría a conocer detalles de la vida privada del sacerdote, pero confirmó que la línea sentimental es una de las hipótesis que investiga. Extraoficialmente se supo que el 80% de los mensajes analizados de los celulares de Viroche eran conversaciones con mujeres.
El padre Juan fue encontrado sin vida el miércoles 5 en la parroquia de Nuestra Señora del Valle de La Florida. En un primer momento se pensó que Viroche podría haber sido víctima de un crimen, puesto que había realizado denuncias en contra de los narcos que vendían droga en esa y otras localidades del este. Sin embargo, con el correr de los días, y en base a las pericias que realizó la Policía Científica primero y Gendarmería después, fue cobrando fuerza la hipótesis del suicidio.
Ante este panorama, en la Justicia comenzaron a investigar si el religioso decidió quitarse la vida o si fue inducido a hacerlo. Por eso es clave determinar cómo fueron las últimas horas en la vida de Viroche. La Justicia, a través de las pericias que los técnicos de la Policía Federal realizaron a los tres celulares que le secuestraron, confirmó que el sacerdote había recibido amenazas en los últimos tiempos.
En estas conversaciones, según trascendió, hasta ahora no se encontraron palabras que pudieran haber salido de los supuestos narcos que él venía denunciando desde hace varios meses de manera pública, ya que formalmente nunca realizó una presentación en la Policía o en la Justicia, tanto ordinaria como Federal. Tampoco pudieron establecer aún si los mensajes están relacionados con redes de prostitución infantil o con cuestiones políticas. Las sospechas, entonces, apuntan a la línea sentimental.
Los investigadores de la Policía recolectaron varias versiones que ahora deberán ser ratificadas en sede judicial. Varios de los sacerdotes más allegados les contaron que el padre Juan había mantenido relaciones sentimentales, pero ahora deberán ratificar esos dichos en la Justicia. Fuentes de Tribunales confirmaron que desde ayer varios de ellos comenzaron a declarar como testigos.
Hasta el momento, serían tres las mujeres que habrían estado vinculadas sentimentalmente con Viroche. Sólo una de ellas confirmó ante el fiscal Diego López Ávila que fue pareja del cura durante bastante tiempo. También reconoció que su relación se rompió porque, al parecer, Viroche habría embarazado a otra, que podría ser menor de edad y que, justamente por esa situación habría estado sufriendo “escraches” por Facebook. Además, habría asegurado que el cura llegó a La Florida por haber tenido un problema sentimental con otra joven cuando estuvo en una parroquia del sur de la capital.
El viernes, personal de Gendarmería encontró en la casa parroquial elementos de higiene personal y vestimenta de mujer que pertenecerían a la joven que declaró en tribunales y que serviría para demostrar que, tal como ella lo había informado, varias veces se había quedado a dormir en el lugar.
“Es una aberración lo que están diciendo. Jamás vimos algo así”, dijo Gloria, colaboradora en la iglesia de La Florida. “Ya no saben qué mentir para arruinar la imagen del padre”, agregó ofuscada la vecina cuando LA GACETA le consultó sobre el tema.
María Laura, otra mujer vinculada con la Iglesia de la localidad dijo que nadie en el pueblo vio dormir a una mujer en ese lugar. “Creo que en este momento son más importantes otras cosas”, señaló.
López Ávila insistió con que él no daría a conocer detalles de la vida privada del sacerdote, pero confirmó que la línea sentimental es una de las hipótesis que investiga. Extraoficialmente se supo que el 80% de los mensajes analizados de los celulares de Viroche eran conversaciones con mujeres.
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Cura Juan Viroche
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