19 Octubre 2016
La situación financiera de la Acción Social de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) es delicada. Sin embargo, las autoridades de la obra social son optimistas. “Queremos llevar tranquilidad a nuestros afiliados y prestadores: Asunt no está yendo a la quiebra; muy por el contrario, estamos transitando un proceso de plena recuperación”, aseveró el presidente, Diego Silvera.
El lunes, LA GACETA había dado cuenta acerca de los problemas por los que atraviesa la obra social de los universitarios. Entre las causas que se mencionaban, la desafiliación sistemática era una de ellas. Desde 2006, año en que el Consejo Superior de la UNT aprobó una resolución (N°1786/2006) sobre la “libre afiliación”, se fueron más de 1.800 titulares. La mayoría a Osfatun, la obra social creada por el gremio de los trabajadores no docentes. Ayer, incluso, el titular de ese sindicato, Ángel Morales, había sido categórico respecto del estado de Asunt: “El problema es que hay un desmanejo que lleva años en Asunt. No hay claridad y siempre va camino a la quiebra. Y la UNT mete la basura bajo la alfombra”, había dicho Morales.
Silvera, en un documento que envió a este diario, negó que la crisis sea terminal. “Si miramos hacia atrás, estamos mucho mejor que cuando iniciamos nuestra gestión, en noviembre de 2015. Recibimos la obra social con cortes de servicios y retrasos en los pagos a prestadores, producto de un gran déficit que en la actualidad va disminuyendo. Hoy no hay cortes de servicios y logramos normalizar la relación con los prestadores, e incluso pudimos llevar a cabo la actualización de nomencladores con varios de ellos”, se jactó.
Silvera reconoció que la situación de Asunt es difícil, producto de obligaciones que deben asumir a partir de lo que establecen leyes nacionales “y que no siempre prevén con qué fondos se harán”. “Pero este no es de un problema sólo de Asunt, sino de todas las obras sociales, sobre todo las universitarias. Estamos llevando adelante gestiones ante autoridades nacionales y representantes provinciales para poder corregir estas situaciones”, planteó.
Respecto de la fuga de afiliados a otras obras sociales, destacó que esa situación se normalizó. “Fue un tema que nos preocupó el año pasado, pero actualmente no es una situación que se esté dando. Por el contrario, nuestros empleados son testigos diariamente de los casos de personas que se fueron y que al no encontrar respuestas en otras obras sociales, quieren volver a Asunt”, aseveró.
También afirmó que trabajan para reducir el déficit. “Cuando asumimos, en noviembre, el déficit era de $ 10 millones, aproximadamente. Desde ese momento hasta agosto pasado, el déficit es de un $ 1,9 millón, a pesar de haber hecho frente en agosto de dos casos excepcionales que nos representaron más de $ 4 millones. Hoy nos encontramos haciendo los análisis y correcciones necesarias para poder llegar a fin de año en la forma más equilibrada”, auguró.
Luego, el presidente de Asunt aclaró que trabajan para reducir los gastos operativos. “Venimos trabajando en la reducción de la cantidad de personal. En el último año se produjeron jubilaciones y renuncia de varios empleados y esos puestos fueron cubiertos sin designar nuevas personas”, sostuvo el funcionario.
Mañana habrá hay elecciones del estamento docente para renovar a los tres representantes en el directorio de la obra social.
El lunes, LA GACETA había dado cuenta acerca de los problemas por los que atraviesa la obra social de los universitarios. Entre las causas que se mencionaban, la desafiliación sistemática era una de ellas. Desde 2006, año en que el Consejo Superior de la UNT aprobó una resolución (N°1786/2006) sobre la “libre afiliación”, se fueron más de 1.800 titulares. La mayoría a Osfatun, la obra social creada por el gremio de los trabajadores no docentes. Ayer, incluso, el titular de ese sindicato, Ángel Morales, había sido categórico respecto del estado de Asunt: “El problema es que hay un desmanejo que lleva años en Asunt. No hay claridad y siempre va camino a la quiebra. Y la UNT mete la basura bajo la alfombra”, había dicho Morales.
Silvera, en un documento que envió a este diario, negó que la crisis sea terminal. “Si miramos hacia atrás, estamos mucho mejor que cuando iniciamos nuestra gestión, en noviembre de 2015. Recibimos la obra social con cortes de servicios y retrasos en los pagos a prestadores, producto de un gran déficit que en la actualidad va disminuyendo. Hoy no hay cortes de servicios y logramos normalizar la relación con los prestadores, e incluso pudimos llevar a cabo la actualización de nomencladores con varios de ellos”, se jactó.
Silvera reconoció que la situación de Asunt es difícil, producto de obligaciones que deben asumir a partir de lo que establecen leyes nacionales “y que no siempre prevén con qué fondos se harán”. “Pero este no es de un problema sólo de Asunt, sino de todas las obras sociales, sobre todo las universitarias. Estamos llevando adelante gestiones ante autoridades nacionales y representantes provinciales para poder corregir estas situaciones”, planteó.
Respecto de la fuga de afiliados a otras obras sociales, destacó que esa situación se normalizó. “Fue un tema que nos preocupó el año pasado, pero actualmente no es una situación que se esté dando. Por el contrario, nuestros empleados son testigos diariamente de los casos de personas que se fueron y que al no encontrar respuestas en otras obras sociales, quieren volver a Asunt”, aseveró.
También afirmó que trabajan para reducir el déficit. “Cuando asumimos, en noviembre, el déficit era de $ 10 millones, aproximadamente. Desde ese momento hasta agosto pasado, el déficit es de un $ 1,9 millón, a pesar de haber hecho frente en agosto de dos casos excepcionales que nos representaron más de $ 4 millones. Hoy nos encontramos haciendo los análisis y correcciones necesarias para poder llegar a fin de año en la forma más equilibrada”, auguró.
Luego, el presidente de Asunt aclaró que trabajan para reducir los gastos operativos. “Venimos trabajando en la reducción de la cantidad de personal. En el último año se produjeron jubilaciones y renuncia de varios empleados y esos puestos fueron cubiertos sin designar nuevas personas”, sostuvo el funcionario.
Mañana habrá hay elecciones del estamento docente para renovar a los tres representantes en el directorio de la obra social.
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