18 Octubre 2016
JUAN VIROCHE. Mañana se cumplen dos semanas de la muerte del cura. LA GACETA/ ARCHIVO
“La mitad del pueblo trabaja en el ingenio y la otra mitad, para la comuna. Así que nadie se va a animar a contar la verdad porque se queda sin empleo”, explicó una vecina de La Florida que, al igual que muchos, pidió no identificarse. Tal vez por eso nadie se acercó todavía a aportar su testimonio a la Fiscalía de Instrucción de la V° Nominación pese a que es de público conocimiento que Washington Navarro Dávila decidió investigar a la delegada comunal Inés Gramajo y al ex delegado y esposo de esta, Arturo Soria.
“Ante algunos malentendidos, quiero aclarar que no estoy investigando la muerte del cura (Juan Viroche) sino si fueron utilizados recursos o empleados de la comuna para hacer obras particulares”, explicó el fiscal. Navarro Dávila decidió profundizar en el tema a partir de la publicación del domingo de LA GACETA donde un grupo de empleados y ex empleados de La Florida denunciaron presuntas irregularidades en el manejo de la comuna.
El fiscal envió oficios a Mesa de Entradas de Tribunales para saber si existe alguna denuncia contra Soria o Gramajo. Hasta ayer, solo le habían respondido desde una Fiscalía. “Hay una denuncia realizada por Francisco Chirino que estaría radicada en la Fiscalía VIII°, de abril de este año. Todavía estoy esperando que me respondan las demás fiscalías”, comentó Navarro Dávila.
Chirino es miembro de la comisión directiva del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Banda del Río Salí y vecino de La Florida. “Desde hace unos años que hay ‘aprietes’. A muchos empleados, ya sean contratados o de planta transitoria, la gestión de Soria los obligaba a dejar una parte del sueldo. El cura Viroche nos acompañó para contar todo esto, cuando nos recibieron los legisladores de la comisión de Derechos Humanos”, había contado a este diario.
“Trabajamos en la casa de Soria, en todas las tapias y galpones que están al lado de su casa. Ahí guarda los camiones de su empresa de transporte. Entre 2010 y 2015 hice trabajos ahí”, había agregado Juan José López, otro vecino.
La última reunión
Por eso el fiscal le pidió también a esa comisión de la Legislatura que le remita los antecedentes que hubiera sobre el caso. Fernando Valdez, quien preside la comisión, dijo ayer que le enviaría un informe a Navarro Dávila con los datos que requiera. “El cura nos visitó el 2 de junio y el motivo principal de su presencia fueron las denuncias que hacían los trabajadores de La Florida sobre persecución y acoso laboral”, recordó el legislador.
“Nos solicitaba que le pidamos a la delegada que termine con esa actitud persecutoria”, agregó Valdez, tras aclarar que “no quedaban muy claros los motivos” de esa supuesta persecución. “Un señor, por ejemplo, había dicho que le inventaron una causa penal por el robo de un dinero de la comuna”, agregó.
Según recordó Valdez, en esa oportunidad Viroche le comentó que ya había solicitado su traslado a otra parroquia porque recibía amenazas, pero nunca aportó nombre y apellido de las personas que lo intimidaban. “Sólo nos decía que era por sus denuncias contra los ‘transas’ y los ‘dealers’; él vinculaba todo al poder político”, afirmó.
“Ante algunos malentendidos, quiero aclarar que no estoy investigando la muerte del cura (Juan Viroche) sino si fueron utilizados recursos o empleados de la comuna para hacer obras particulares”, explicó el fiscal. Navarro Dávila decidió profundizar en el tema a partir de la publicación del domingo de LA GACETA donde un grupo de empleados y ex empleados de La Florida denunciaron presuntas irregularidades en el manejo de la comuna.
El fiscal envió oficios a Mesa de Entradas de Tribunales para saber si existe alguna denuncia contra Soria o Gramajo. Hasta ayer, solo le habían respondido desde una Fiscalía. “Hay una denuncia realizada por Francisco Chirino que estaría radicada en la Fiscalía VIII°, de abril de este año. Todavía estoy esperando que me respondan las demás fiscalías”, comentó Navarro Dávila.
Chirino es miembro de la comisión directiva del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Banda del Río Salí y vecino de La Florida. “Desde hace unos años que hay ‘aprietes’. A muchos empleados, ya sean contratados o de planta transitoria, la gestión de Soria los obligaba a dejar una parte del sueldo. El cura Viroche nos acompañó para contar todo esto, cuando nos recibieron los legisladores de la comisión de Derechos Humanos”, había contado a este diario.
“Trabajamos en la casa de Soria, en todas las tapias y galpones que están al lado de su casa. Ahí guarda los camiones de su empresa de transporte. Entre 2010 y 2015 hice trabajos ahí”, había agregado Juan José López, otro vecino.
La última reunión
Por eso el fiscal le pidió también a esa comisión de la Legislatura que le remita los antecedentes que hubiera sobre el caso. Fernando Valdez, quien preside la comisión, dijo ayer que le enviaría un informe a Navarro Dávila con los datos que requiera. “El cura nos visitó el 2 de junio y el motivo principal de su presencia fueron las denuncias que hacían los trabajadores de La Florida sobre persecución y acoso laboral”, recordó el legislador.
“Nos solicitaba que le pidamos a la delegada que termine con esa actitud persecutoria”, agregó Valdez, tras aclarar que “no quedaban muy claros los motivos” de esa supuesta persecución. “Un señor, por ejemplo, había dicho que le inventaron una causa penal por el robo de un dinero de la comuna”, agregó.
Según recordó Valdez, en esa oportunidad Viroche le comentó que ya había solicitado su traslado a otra parroquia porque recibía amenazas, pero nunca aportó nombre y apellido de las personas que lo intimidaban. “Sólo nos decía que era por sus denuncias contra los ‘transas’ y los ‘dealers’; él vinculaba todo al poder político”, afirmó.
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