La muerte de Juan Viroche sigue generando polémica y, sobre todo, dudas entre la familia y los tucumanos, ya que se sospecha que los narcos estuvieron involucrados en el desenlace del religioso.
Nilda, una tía del sacerdote, aseguró que en La Florida viven con mucho miedo desde que se produjo la muerte de su sobrino y que hasta los catequistas quieren renunciar a su trabajo en la parroquia por temor a las amenazas. Lo hizo en declaraciones al periodista porteño Luis Novaresio. La mujer contó que el 25 de septiembre fue el último día que vio a Viroche y que lo notó raro: “se lo veía preocupado por lo que venía ocurriendo. Lo amenazaron mandándole fotos de sus sobrinos y diciéndole que los iban a matar”.
Consultada sobre las versiones que afirman que el padre tenía relación con algunas mujeres de La Florida, contestó: “es difamación. Era sabido que le iban a inventar mil cosas; ya no saben con qué más ensuciarlo”.
“Era un hombre alegre. Le gustaba compartir con la familia, hablar y conversar mucho”, comentó.
La mujer dijo que está segura de que Viroche no se suicidó: “él no se mató, lo mataron”.
El viernes se realizará la tercera marcha para pedir que se esclarezca el caso del cura. Será a las 20.30 en la plaza Independencia.