El Papa se une a una cruzada contra la pena de muerte

El Papa se une a una cruzada contra la pena de muerte

Además de su tuit en favor de la campaña internacional, Francisco anunció los nombres de futuros cardenales.

FIJANDO POSICIÓN. Francisco se pronunció en contra de la pena de muerte. FIJANDO POSICIÓN. Francisco se pronunció en contra de la pena de muerte.
11 Octubre 2016
En un fin de semana con muchas novedades, como el anuncio de los futuros cardenales y la confirmación de que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, lo visitará el próximo sábado, el papa Francisco, además, se adhirió mediante un tuit a una nueva lucha internacional. Ayer se unió al Día mundial contra la pena de muerte.

En su cuenta, que incluye nueve idiomas (en español es @Pontifex_es), se puede leer el siguiente mensaje: “¡No hay pena válida sin esperanza! #NoDeathPenalty”. Según Amnistía Internacional, los países que más penas de muerte ejecutaron en 2015 son, en este orden, China, Irán, Pakistán, Arabia Saudí y EE.UU.

El Papa no suele unirse a campañas internacionales en esta red social, por lo que resultó llamativo su último tuit. Sin embargo, en otras oportunidades opinó sobre algunas causas mundiales. Por ejemplo, el 13 de junio de este año invitó a las instituciones internacionales a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamente el hambre uniéndose al movimiento mundial #ZeroHunger.

Cinco continentes

Por otra parte, el domingo, Francisco anunció que elevará a 17 prelados católicos al rango de cardenales, incluidos 13 que tienen menos de 80 años y son, por tanto, elegibles para entrar en un cónclave que seleccionará un día a su sucesor. Ninguno de ellos es argentino, aunque sí hay varios latinoamericanos. Se trata de Sergio Rocha, arzobispo de Brasilia y presidente de la conferencia nacional de obispos del país; Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo de Mérida, Venezuela; y Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalneplanta, México.

Tres futuros cardenales son estadounidenses: Blase Cupich, arzobispo de Chicago; William Tobin, arzobispo de Indianápolis y Kevin Farrell, obispo de Dallas, que fue nombrado recientemente para dirigir un nuevo departamento en el Vaticano sobre familia y asuntos relacionados con la vida.

Uno de los cuatro nuevos cardenales mayores de 80 años, que no podrán acceder a un futuro cónclave, es el padre Ernest Simoni, de 88. Simoni es un sacerdote de Albania que pasó muchos años encarcelado y condenado a trabajos forzados durante la dictadura comunista de Enver Hoxha, que murió en 1985.

Sólo un elector italiano fue nombrado el domingo. Se trata del embajador de Francisco ante “la amada y martirizada Siria’’, Mario Zenari. Y del continente asiático aparecen dos países que nunca tuvieron un cardenal: Patrick D’Rozario, arzobispo de Dhaka, Bangladesh y Maurice Piat, arzobispo de Port-Louis, Isla Mauritius. De Oceanía es uno de sus principales colaboradores, John Ribat, arzobispo de Port Moresby, de Papúa Nueva Guinea, que también por primera vez tendrá un cardenal.

Francisco, que hizo el inesperado anuncio en su discurso semanal del domingo, dijo que los elegidos proceden de los cinco continentes y que la ceremonia para elevarlos a su nueva dignidad -conocida como consistorio- tendrá lugar el próximo 19 de noviembre.

Los cardenales son los miembros más destacados de la jerarquía católica tras el Papa. Cada vez que un Pontífice nombra nuevos cardenales sella parte del futuro de los 1.200 millones de miembros de la Iglesia católica a nivel mundial.

Esta es la tercera vez que Francisco nombra nuevos cardenales desde su elección en 2013 como el primer Pontífice no europeo en 1.300 años.

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