10 Octubre 2016
INCREÍBLE. Acosta desaprovechó un mano a mano que pudo haber cambiado el partido. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
Todos los que fueron el sábado a La Ciudadela tuvieron la misma sensación: San Martín debió golear a Villa Dálmine. Sin embargo, el flamante e inesperado puntero de la B Nacional sacó provecho al máximo de los errores defensivos y ofensivos del "Santo" para dar el golpe y llevarse una estruendosa victoria por 2-1.
Primero fue Ramón Lentini y luego Leonardo Acosta. Los dos delanteros que eligió el entrenador Diego Cagna se movieron por todo el frente de ataque y complicaron en todo el partido a la última línea visitante. Pero siguen con la pólvora mojada y fallaron un gol increíble cada uno.
A Lentini le quedó para la derecha -su pierna menos hábil- un rebote que soltó Carlos Kletnicki. El remate se fue por encima del travesaño a pesar de que el arquero de Dálmine, que terminó siendo figura, estaba lejos de la jugada. Increíble.
Unos minutos después llegó la chance para Acosta, que recibió una gran habilitación de Agustín Briones. El "Pájaro" quebró la línea de la defensa, entró al área, arqueó el cuerpo y definió con todo el pie derecho abierto al palo más lejano de Kletnicki. Era la tapa del domingo. Pero la pelota se fue a unos cuántos centímetros del arco "Violeta".
Entre remates fallados y las grandes atajadas de Kletnicki, el "Santo" despercidió una decena de ocasiones de gol, que le terminaron costando la tercera derrota consecutiva. Increíble por donde se lo mire.
Primero fue Ramón Lentini y luego Leonardo Acosta. Los dos delanteros que eligió el entrenador Diego Cagna se movieron por todo el frente de ataque y complicaron en todo el partido a la última línea visitante. Pero siguen con la pólvora mojada y fallaron un gol increíble cada uno.
A Lentini le quedó para la derecha -su pierna menos hábil- un rebote que soltó Carlos Kletnicki. El remate se fue por encima del travesaño a pesar de que el arquero de Dálmine, que terminó siendo figura, estaba lejos de la jugada. Increíble.
Unos minutos después llegó la chance para Acosta, que recibió una gran habilitación de Agustín Briones. El "Pájaro" quebró la línea de la defensa, entró al área, arqueó el cuerpo y definió con todo el pie derecho abierto al palo más lejano de Kletnicki. Era la tapa del domingo. Pero la pelota se fue a unos cuántos centímetros del arco "Violeta".
Entre remates fallados y las grandes atajadas de Kletnicki, el "Santo" despercidió una decena de ocasiones de gol, que le terminaron costando la tercera derrota consecutiva. Increíble por donde se lo mire.