10 Octubre 2016
LA PROYECCIÓN DE LO PENSADO. Una vez concluido, el diseño del artista plástico Marcos Figueroa se verá de este modo según una construcción realizada a través de la computación.
El “Cóndor” de Marcos Figueroa sobrevolará un territorio ficticio nacido de viejos mapas coloniales y atravesado por alambres de púas. Su trabajo sobre un origen de dominación y de dolor, que permite pensar dónde se está ahora y hacia dónde se va, está siendo construida por el artista plástico tucumano en la Estación de Teleférico de La Paz, en el marco de la IX Bienal Internacional de Arte Contemporáneo, que se desarrollará desde este martes en Bolivia. Aparte de crear su obra, disertará el miércoles sobre “Educación artística y musealidad en crisis desde una perspectiva descolonizante”.
El evento se desarrolla en distintos espacios de La Paz, pero también se extiende a la vecina de El Alto y a otras localidades de Bolivia. “América Latina tiene una buena cantidad de bienales de artes y en los últimos tiempos se ha producido un creciente incremento de estos espacios. En parte, porque nuestros países empiezan a entender el valor de estos megaeventos como dinamizador de las escenas nacionales, y además porque impacta muy favorablemente a la imagen de un país y en el desarrollo del turismo cultural”, destacó el artista, en diálogo con LA GACETA.
- ¿Cuál es la relevancia de este encuentro en Bolivia?
- La Bienal de la Paz es una de las más importantes a nivel regional por su escala, luego de las emblemáticas de San Pablo y de Porto Alegre (ambas en Brasil). Es un encuentro que, como todos, cuenta con un curador general, que en este caso es el artista paraguayo Joaquín Sánchez, y está conformado por un concurso internacional de arte, una exposición de invitados provenientes de diferentes países y un congreso en el que se abordan distintas temáticas referidas al arte. A diferencia de las de Venecia y San Pablo, donde los artistas participantes por países son designados por comisiones especiales, en este caso son elegidos directamente por el curador general de la Bienal.
- ¿Cómo llegó la invitación?
- Hace tiempo que tenemos contacto con los organizadores de la Bienal, con quienes nos liga una serie de actividades desarrolladas en reciprocidad. Las relaciones culturales que tiene Tucumán con los países vecinos es el resultado de haber trabajado hace ya algunos años desde una concepción regionalista. Inicialmente, en 2011, fue invitada Geli González por Justo Pastor Mellado, que fue el curador de ese año; luego me invitaron a mí al congreso de la Bienal 2013 como disertante, y ahora lo hago nuevamente en ese rol y como artista.
- ¿En qué consiste la obra que vas a inaugurar?
- La estoy preparando en un sitio específico, por lo que debe ser construida en el lugar. Básicamente es una obra que incluye dos tramas de materialidades opuestas que, al ser activadas por un tercer elemento, generarán un proceso de transformación apreciable en el tiempo. Busco reflexionar sobre el comportamiento de los sistemas inestables (en término de previsibilidad) al actuar bajo determinadas condiciones iniciales. El dispositivo consistirá en una trama de alambres de púas conformada por la superposición de mapas coloniales de capitales latinoamericanas y una segunda trama que será un voile dorado, suspendido a distancia y que flameará en forma permanente durante toda la Bienal por la acción del viento generado artificialmente.
- ¿Qué está pasando en el arte contemporáneo argentino?
- El arte contemporáneo en la Argentina es muy interesante porque forma parte de un proceso cultural que articula tanto los cambios de paradigma que se están dando a nivel global, como los procesos culturales y políticos referidos a la región. Esa tensión entre lo universal y lo particular, entre lo hegemónico y contrahegemónico, configura un momento muy rico para la reflexión y nuestro país ha hecho importantes aportes en ese sentido tanto en el campo de las ideas como en obras y artistas.
- ¿Cómo se pueden constatar esos aportes?
- Un fenómeno apreciable en este último tiempo es que el mapa nacional está cambiando en el sentido de que las provincias han tenido un desarrollo significativo en este último tiempo y el perfil de los circuitos de intercambios ha dejado de tener a Buenos Aires como único destino. La producción artística en las provincias dejó de ser un fenómeno cultural endogámico. Consecuente con ese proceso de dinamización, aquella estructura radial en torno a la Capital Federal se está transformando en una red rizamática que empieza a conectar artistas de distintos lugares. En ello ha colaborado un conjunto de factores como, por ejemplo, el trabajo más focalizado y más político de los actores del campo artístico, que se han visto favorecidos por la creación de algunos museos como el caso del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario o de Salta, entre otros que están llevando políticas regionales muy interesantes. A esto se han agregado algunas políticas culturales que últimamente han mostrado un estado nacional más atento al desarrollo cultural. No quiero olvidar la emergencia de nuevos coleccionistas, la incidencia de las nuevas herramientas de comunicación, etcétera, que conforman un panorama muy atractivo para el arte actual.
- ¿De qué forma se enlaza Tucumán en ese mapa?
- Tucumán siempre fue una provincia importante culturalmente; en cuanto a la producción contemporánea en arte no es una excepción, ya que está considerada una de las principales escenas del país por la cantidad y calidad de sus artistas.
- ¿Qué te atrae actualmente de las propuestas que circulan?
- Me interesa el arte en general como posibilidad de decir, de interpelar, de reflexionar, y muy especialmente aquel que establece conexiones con el mundo contemporáneo, con el arte que hace aportes a su tiempo y a su medio. Me interesa el arte que acepta el desafío de indagar en los límites, que deshabitúa los patrones de búsquedas de los temas conocidos y de las modas.
El evento se desarrolla en distintos espacios de La Paz, pero también se extiende a la vecina de El Alto y a otras localidades de Bolivia. “América Latina tiene una buena cantidad de bienales de artes y en los últimos tiempos se ha producido un creciente incremento de estos espacios. En parte, porque nuestros países empiezan a entender el valor de estos megaeventos como dinamizador de las escenas nacionales, y además porque impacta muy favorablemente a la imagen de un país y en el desarrollo del turismo cultural”, destacó el artista, en diálogo con LA GACETA.
- ¿Cuál es la relevancia de este encuentro en Bolivia?
- La Bienal de la Paz es una de las más importantes a nivel regional por su escala, luego de las emblemáticas de San Pablo y de Porto Alegre (ambas en Brasil). Es un encuentro que, como todos, cuenta con un curador general, que en este caso es el artista paraguayo Joaquín Sánchez, y está conformado por un concurso internacional de arte, una exposición de invitados provenientes de diferentes países y un congreso en el que se abordan distintas temáticas referidas al arte. A diferencia de las de Venecia y San Pablo, donde los artistas participantes por países son designados por comisiones especiales, en este caso son elegidos directamente por el curador general de la Bienal.
- ¿Cómo llegó la invitación?
- Hace tiempo que tenemos contacto con los organizadores de la Bienal, con quienes nos liga una serie de actividades desarrolladas en reciprocidad. Las relaciones culturales que tiene Tucumán con los países vecinos es el resultado de haber trabajado hace ya algunos años desde una concepción regionalista. Inicialmente, en 2011, fue invitada Geli González por Justo Pastor Mellado, que fue el curador de ese año; luego me invitaron a mí al congreso de la Bienal 2013 como disertante, y ahora lo hago nuevamente en ese rol y como artista.
- ¿En qué consiste la obra que vas a inaugurar?
- La estoy preparando en un sitio específico, por lo que debe ser construida en el lugar. Básicamente es una obra que incluye dos tramas de materialidades opuestas que, al ser activadas por un tercer elemento, generarán un proceso de transformación apreciable en el tiempo. Busco reflexionar sobre el comportamiento de los sistemas inestables (en término de previsibilidad) al actuar bajo determinadas condiciones iniciales. El dispositivo consistirá en una trama de alambres de púas conformada por la superposición de mapas coloniales de capitales latinoamericanas y una segunda trama que será un voile dorado, suspendido a distancia y que flameará en forma permanente durante toda la Bienal por la acción del viento generado artificialmente.
- ¿Qué está pasando en el arte contemporáneo argentino?
- El arte contemporáneo en la Argentina es muy interesante porque forma parte de un proceso cultural que articula tanto los cambios de paradigma que se están dando a nivel global, como los procesos culturales y políticos referidos a la región. Esa tensión entre lo universal y lo particular, entre lo hegemónico y contrahegemónico, configura un momento muy rico para la reflexión y nuestro país ha hecho importantes aportes en ese sentido tanto en el campo de las ideas como en obras y artistas.
- ¿Cómo se pueden constatar esos aportes?
- Un fenómeno apreciable en este último tiempo es que el mapa nacional está cambiando en el sentido de que las provincias han tenido un desarrollo significativo en este último tiempo y el perfil de los circuitos de intercambios ha dejado de tener a Buenos Aires como único destino. La producción artística en las provincias dejó de ser un fenómeno cultural endogámico. Consecuente con ese proceso de dinamización, aquella estructura radial en torno a la Capital Federal se está transformando en una red rizamática que empieza a conectar artistas de distintos lugares. En ello ha colaborado un conjunto de factores como, por ejemplo, el trabajo más focalizado y más político de los actores del campo artístico, que se han visto favorecidos por la creación de algunos museos como el caso del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario o de Salta, entre otros que están llevando políticas regionales muy interesantes. A esto se han agregado algunas políticas culturales que últimamente han mostrado un estado nacional más atento al desarrollo cultural. No quiero olvidar la emergencia de nuevos coleccionistas, la incidencia de las nuevas herramientas de comunicación, etcétera, que conforman un panorama muy atractivo para el arte actual.
- ¿De qué forma se enlaza Tucumán en ese mapa?
- Tucumán siempre fue una provincia importante culturalmente; en cuanto a la producción contemporánea en arte no es una excepción, ya que está considerada una de las principales escenas del país por la cantidad y calidad de sus artistas.
- ¿Qué te atrae actualmente de las propuestas que circulan?
- Me interesa el arte en general como posibilidad de decir, de interpelar, de reflexionar, y muy especialmente aquel que establece conexiones con el mundo contemporáneo, con el arte que hace aportes a su tiempo y a su medio. Me interesa el arte que acepta el desafío de indagar en los límites, que deshabitúa los patrones de búsquedas de los temas conocidos y de las modas.
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