10 Octubre 2016
La sobrina de Viroche: "nosotros no creemos en la hipótesis del suicidio”
Contra viento, marea y lo que creen los investigadores, los familiares del sacerdote Juan Viroche denunciaron que se trató de un homicidio y enumeraron los detalles que los llevan a pensar en eso. Las presiones que ellos también sintieron en las últimas semanas. Además, la preocupación del Papa Francisco sobre este caso que conmocionó a todo el país. Los parientes de Juan Viroche contaron las presiones que vivió toda la familia tras las denuncia a los narcos; creen que el cura fue asesinado
LA CAPILLA. La familia del sacerdote saluda al fiscal Diego López Ávila antes de entrar a la reconstrucción del hecho. la gaceta / foto de héctor peralta
Desde el miércoles, día en que encontraron ahorcado al cura Juan Viroche, hasta el sábado, su sobrina no durmió. Durante esos días, el dolor de haber perdido a alguien que siempre la había cuidado como si fuera su hija, las circunstancias extrañas de su muerte y el hecho de que todos los canales de televisión se lo recordaran fue demasiado para la familia, que prefirió resistir el vendaval en silencio hasta ayer, cuando se contactó con LA GACETA.
“Nuestra intención era no decir nada pero en las últimas horas sentimos que nosotros también teníamos que dar nuestra opinión sobre lo que había pasado. Además, quería hablar para pedir que respeten nuestro momento de dolor. Nos han estado llamando a toda hora y hay cámaras que nos esperan en la esquina de la casa. Acabamos de enterrar a un familiar muy querido, necesitamos tranquilidad. Además, estamos con muchísimo miedo. Ya no sabemos en quien confiar”, aclaró la sobrina del cura, que prefirió que no se publicara su nombre.
Desde el principio de la investigación, se manejó la posibilidad de que la muerte del padre de La Florida fuera un suicidio. Esta hipótesis creció luego de que hicieran la reconstrucción de los hechos, el viernes a la noche. Los investigadores llegaron a la conclusión de que Viroche estaba solo cuando murió, aunque no descartaban que alguien lo hubiera inducido a tomar esa decisión. Sin embargo, para la familia “es imposible que él hubiera hecho eso”.
“No creemos de ninguna manera en la hipótesis del suicidio. Mi tío amaba la vida y amaba a Dios. Estaba preocupado por las amenazas que recibía, pero tenía proyectos por delante. Él no se mató”, advirtió la mujer.
Las amenazas
El cura había denunciado públicamente a los “transas” de La Florida y de Delfín Gallo. Incluso, el año pasado, había dado una misa en la calle para dar visibilidad al asunto. Este año sus prédicas contra el narcomenudeo siguieron e incluso Viroche se reunió con la comisión de Derechos Humanos de la Legislatura para contarles sobre este problema en el este tucumano. Desde ese momento, las amenazas que recibía se agudizaron, según lo confesó en un audio que le envió a otro sacerdote, algunos días antes de morir. Entre otras cosas, dijo que le habían exigido que no hablara más porque lo iban a pagar sus sobrinos -a quienes él consideraba “lo más sagrado”- y que “los narcos tienen quien los cuide”.
Sobre esto, la entrevistada contó que el cura trataba de no hablar demasiado del tema para no preocupar a la familia y contradijo a las autoridades que habían informado que el cura jamás había presentado una denuncia en contra de los “transas”. “La Policía no le daba mucha bolilla pero si las presentó. Las estamos buscando”, aclaró.
Por otro lado, relató un escalofriante momento que le tocó vivir. “Con su muerte, uno empieza a atar cabos. El 14 de septiembre un hombre se me acercó en la estación de servicio que está frente a la Plazoleta Dorrego y me dijo un montón de barbaridades. Después me quiso subir a su auto pero no pudo. Creíamos que se trataba de un degenerado, pero ahora creo que tuvo que ver con las denuncias que hacía mi tío. Él murió por esto, no por esas cosas que andan diciendo de que tenía mujeres o que había embarazado a una de ellas y otros inventos. En este momento y ante todo esto, nosotros nos vemos en la obligación de aclarar que son mentiras. No podemos dejar que ensucien su buen nombre”, explicó.
Sus conclusiones
La familia de Viroche cree que fue un homicidio pero no por una corazonada, sino porque sacaron sus propias conclusiones sobre lo que pasó durante la madrugada del miércoles. Dos de ellas tiene que ver con los elementos polémicos que se encontraron en la escena y que trascendieron a través de fotografías en las redes
“Está el Cristo roto. Sabemos que se cree que estaba contra una puerta y que lo rompieron las primeras personas que entraron cuando empujaron con fuerza la puerta, pero durante la noche de la reconstrucción pude hablar con gente que entró en ese momento y que me dijo que la imagen ya estaba rota. Es cierto que el Cristo estaba contra la puerta pero había lugar para pasar”, denunció la mujer.
La otra situación por la que cree que pudo haber sido un asesinato es el hallazgo de los dos bancos que se encontraron tirados. Según las pericias, Viroche los habría pateado cuando su cuerpo realizaba un movimiento pendular, mientras colgaba de la soga. “Yo mido 1.52 y lo abrazaba con toda facilidad. Mi tío era muy bajito, no medía más de 1.65. Jamás pudo haber pateado esos bancos pesados”, contradijo su sobrina.
“Nuestra intención era no decir nada pero en las últimas horas sentimos que nosotros también teníamos que dar nuestra opinión sobre lo que había pasado. Además, quería hablar para pedir que respeten nuestro momento de dolor. Nos han estado llamando a toda hora y hay cámaras que nos esperan en la esquina de la casa. Acabamos de enterrar a un familiar muy querido, necesitamos tranquilidad. Además, estamos con muchísimo miedo. Ya no sabemos en quien confiar”, aclaró la sobrina del cura, que prefirió que no se publicara su nombre.
Desde el principio de la investigación, se manejó la posibilidad de que la muerte del padre de La Florida fuera un suicidio. Esta hipótesis creció luego de que hicieran la reconstrucción de los hechos, el viernes a la noche. Los investigadores llegaron a la conclusión de que Viroche estaba solo cuando murió, aunque no descartaban que alguien lo hubiera inducido a tomar esa decisión. Sin embargo, para la familia “es imposible que él hubiera hecho eso”.
“No creemos de ninguna manera en la hipótesis del suicidio. Mi tío amaba la vida y amaba a Dios. Estaba preocupado por las amenazas que recibía, pero tenía proyectos por delante. Él no se mató”, advirtió la mujer.
Las amenazas
El cura había denunciado públicamente a los “transas” de La Florida y de Delfín Gallo. Incluso, el año pasado, había dado una misa en la calle para dar visibilidad al asunto. Este año sus prédicas contra el narcomenudeo siguieron e incluso Viroche se reunió con la comisión de Derechos Humanos de la Legislatura para contarles sobre este problema en el este tucumano. Desde ese momento, las amenazas que recibía se agudizaron, según lo confesó en un audio que le envió a otro sacerdote, algunos días antes de morir. Entre otras cosas, dijo que le habían exigido que no hablara más porque lo iban a pagar sus sobrinos -a quienes él consideraba “lo más sagrado”- y que “los narcos tienen quien los cuide”.
Sobre esto, la entrevistada contó que el cura trataba de no hablar demasiado del tema para no preocupar a la familia y contradijo a las autoridades que habían informado que el cura jamás había presentado una denuncia en contra de los “transas”. “La Policía no le daba mucha bolilla pero si las presentó. Las estamos buscando”, aclaró.
Por otro lado, relató un escalofriante momento que le tocó vivir. “Con su muerte, uno empieza a atar cabos. El 14 de septiembre un hombre se me acercó en la estación de servicio que está frente a la Plazoleta Dorrego y me dijo un montón de barbaridades. Después me quiso subir a su auto pero no pudo. Creíamos que se trataba de un degenerado, pero ahora creo que tuvo que ver con las denuncias que hacía mi tío. Él murió por esto, no por esas cosas que andan diciendo de que tenía mujeres o que había embarazado a una de ellas y otros inventos. En este momento y ante todo esto, nosotros nos vemos en la obligación de aclarar que son mentiras. No podemos dejar que ensucien su buen nombre”, explicó.
Sus conclusiones
La familia de Viroche cree que fue un homicidio pero no por una corazonada, sino porque sacaron sus propias conclusiones sobre lo que pasó durante la madrugada del miércoles. Dos de ellas tiene que ver con los elementos polémicos que se encontraron en la escena y que trascendieron a través de fotografías en las redes
“Está el Cristo roto. Sabemos que se cree que estaba contra una puerta y que lo rompieron las primeras personas que entraron cuando empujaron con fuerza la puerta, pero durante la noche de la reconstrucción pude hablar con gente que entró en ese momento y que me dijo que la imagen ya estaba rota. Es cierto que el Cristo estaba contra la puerta pero había lugar para pasar”, denunció la mujer.
La otra situación por la que cree que pudo haber sido un asesinato es el hallazgo de los dos bancos que se encontraron tirados. Según las pericias, Viroche los habría pateado cuando su cuerpo realizaba un movimiento pendular, mientras colgaba de la soga. “Yo mido 1.52 y lo abrazaba con toda facilidad. Mi tío era muy bajito, no medía más de 1.65. Jamás pudo haber pateado esos bancos pesados”, contradijo su sobrina.
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